Titulo: My Pet (Mi mascota)
Autor: YuukiNii
Parejas: HikaTo, InooDai, TakaChii, YabuTaro, YamaJima
Género: Slash, Fantasía, Lemon, AU
Estado: Terminado
Contribuciones: Satommy, Paoo Inoue y Uebo Hime
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Eran días importantes, días en que cumplían años, no todos los días uno cumple un año más de edad, pero sus padres les dieron a cada uno de sus hijos un regalo extraño, no tan extraño, solo que ninguno de ellos se lo esperaba.

-31 de Enero. 4:30 am. –
Luego de llegar de una fiesta y entrar a su casa descalzas para no cometer el error de hacer ruido, subió sigilosamente hasta su habitación sin pensar que una sorpresa lo esperaba al otro lado de la puerta. Al encender la luz casi se muere del infarto que por poco le da cuando vio a toda su familia. Sus hermanos casi dormidos y sus padres con rostros muy serios, pero que cambiaron al momento de acercarse y abrazarlo posesivamente deseándole un feliz cumpleaños. Después de varios abrazos se fue a la cama.
A la mañana siguiente “¿qué es esto?” se preguntó al moverse entre las sabanas y sentir algo muy blandito al momento de aplastarlo con su brazo.

- ¿un oso? Y de… ¿felpa?

-26 de Marzo. 5:25 pm. –
Debido a sus estudios se había levantado muy temprano, para cuando volvió a casa no se encontraba nadie en ella, sus padres trabajaban y al igual que él sus hermanos estudiaban. Se dirigió a la nevera con vaso en mano y llenarlo de jugo, le dio un sorbo y subió hasta su habitación encontrando una caja sobre su cama. Se acercó y al abrirla casi muere de ternura y sin poder evitarlo lo tomó en brazos.

- ¡qué hermoso! ¡Un conejito!

-22 de Junio. 12:00 am. –
El intermedio de los hermanos quedó estupefacto al tomar en brazos el regalo de sus dos progenitores cuando su madre lo obligó a hacerlo. Pero antes de poder reclamarles algo, estornudó en la cara del animal causando que se asustara, rasguñándole el pecho para luego salir corriendo de la habitación.

- ¡¿COMO ME REGALAN UN GATO SI SABEN QUE ME DAN ALERGIA?!

-10 de Agosto. 10:30 am. –
Todos se abalanzaron sobre el menor de la familia felicitándolo por su cumpleaños, cuando todos sus hermanos les dieron sus regalos solo quedaban sus padres.

- ¿qué es esto? – preguntó el cumpleañero al abrir la caja con la boca torcida, el asombro y molestia reflejado en su rostro – ¿un perro?

-2 de Diciembre. 2:02 pm. –
Él y su hermano menor almorzaban silenciosamente en el comedor. Luego de que el menor le dijera que sus padres le habían dejado un regalo en la habitación un escalofrió le recorrió el cuerpo de solo pensar que podría ser. Los regalos anteriores para sus hermanos habían sido extraños y le asustaba que el suyo fuera igual. Subió a su habitación, miró a todas partes pero no vio nada hasta que algo que no correspondía al ambiente se situaba sobre su escritorio.

- ¿un peluche? – dijo no creyéndoselo. Su hermano entró para saber que le habían regalado.

- ¡qué lindo! ¡un tigre!


Una intro muy bad XD

Titulo: Antojos de Media noche...
Autor: Didi/ yuicaty9
Pareja: HoChun
Género: Comedia
Extensión:Drabble

Yuuki: asdasdasd fic dedicado a mi *¬*
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Era de noche y ya todos se habian acostado, sólo quedaron Yoochun y Yunho en su habitación.

POV´s Yoochun

La insistencia que ponias en cada rose...querias hacerlo lo más rápido posible pero no me sentia lo suficientemente motivado

-Yunho deja de apretar tanto...
-Mmmm Yoochun... no te gusta mi idea?
-Bueno.. supongo que algo pero ahora no tengo ganas...

Me miraste un poco confuso... nunca te habia rechazado

-¿estas enojado?
-Mmmm no, pero ahora me pongo a pensar como lo hare solo
-Lo siento... realmente me hubiera gustado ayudarte pero hoy no me siento con ganas -acariciando la pierna de Yunho-
- No hay nada que se pueda hacer... pues tendre que hacerlo solo... -poniendo una cara de tristeza tipo cachorro mojado-
-Oh... mmm esta bien Yunho ... pero seamos rápidos que esta noche quiero dormir
-No prometo nada...
-Yunho ...-mirada asesina-
-pero lo intentare... -sonriendo mientras tomaba la mano de Yoochun y se lo llevaba a otra habitación-

Rato despues despues...


Yunho puso todo su animo y esfuerzo en hacer sentir bien a Yoochun ...


-mmm Yunho.... esto ... ahhh- mientras se lo llevaba a la boca- es tan delicioso...

-estoy feliz de que te guste ... pero no hables con la boca llena -sonriendo complacido-
-unng si pero es que esta tan deliciosoo - mientras lo metía más adentro de su boca-

-Jejej lo sé, esta dicho no podras encontrar un pollo frito al estilo coreano mejor que el mío en Japón

-Uhmmm si, no lo dudo ... aunque
-me pase de sal?
-No, es solo que me gustaria que no se te diera por cocinar a la media noche...¬¬


Fin xD

Daiki e Inoo eran conocidos por estar mucho tiempo juntos dándose mimos frente a los demás. Todos ya estaban acostumbrados a sus mañas y hasta a veces les hacían gracia, pero quien diría que entre “todos” solo uno ocultaba su disconformidad maldiciendo detrás de aquella amplia sonrisa y palabras agradables.

Siempre los miraba sobre todo cuando el mayor introducía sus manos bajo la polera de Daiki para tocar su piel pensando que nadie los observaba. Que aquellos besos llenos de amor eran envidiados por uno de sus amigos que por más que luchara por lo que sentía se hundía más y más en sus sentimientos no correspondidos recibiendo sólo sonrisas de amistad y abrazos que muchas veces lo hacían estremecer.

Como desearía estar en el lugar de su mejor amigo, como desearía ser él el que recibe aquellas caricias y miradas, perdiéndose en las pupilas del otro que por mucho que le demostrara cuanto lo amaba sentía que no era suficiente.

Después de uno de los tantos ensayos del día todos se retiraban a sus casas para un merecido descanso, todos menos dos personas. Ninguno de los JUMP les prestó atención a aquellas dos ausencias pero el mayor de todos estaba inquieto, no podía dejar de sentir aquella opresión en el pecho que le decía que algo pasaba.

Volvió a las duchas a pasos rápidos deteniéndose en seco frente a la puerta al escuchar esos fuertes jadeos que le advertían no entrar o su corazón terminaría de trisarse y entraría en una locura de la cual nunca podría salir.

El pelinegro sostenía las piernas del otro embistiéndole cada vez más profundo, sintiendo ese exquisito placer al estar en el menor y moverse con tanta facilidad gracias al agua que corría por sus cuerpos.

Daiki no dejaba de gemir, su voz era cada vez mas alta al sentir cuando el pelinegro entraba en el con mayor fuerza que otras veces. Abrazándolo de su cuello para apegarlo más a su cuerpo; su mentón hacia arriba recibiendo lascivos besos y mordidas que dejarían marcas pero ¿y qué? Nunca le importó eso, siempre ha querido ser marcado por él.

Tomó su rostro y lo besó para así tratar de callarse de una vez, cualquiera podría oírlos.

Yabu no quería oírlos mas, no quería oír esos gemidos y palabras que se decían mientras el calor aun seguía aumentando en sus cuerpos.

Se alejó de ahí, se alejó cuanto pudo corriendo, empujando a quien fuese que estuviese en frente. No le importaba más nada que olvidar todo eso. Los odiaba, no, no los odiaba, los envidiaba y siempre sería así. Nunca aceptaría el verlos juntos.

Cuando llegó a su casa no se percató de la presencia de alguien a las afueras de ella. Unos segundos antes de entrar y cerrar por completo la puerta algo la detuvo. Con lágrimas en los ojos se volteó para mirar y ahí estaba uno de sus amigos mirándolo preocupado pero sin decirle nada. Los segundos pasaban y seguían mirándose.

-¿A qué vienes Ryutaro? – le preguntó tratando de normalizar su respiración y borrar aquellos sonidos de su mente.

-¿Te sucede algo? – preocupado se acercó para secar sus lágrimas pero al instante fue rechazado con una de las manos del mayor alejándolo – lo siento – se disculpó bajando la mirada – no quise incomodar – se volteó y caminó para salir cerrando la reja de la casa tras de sí.

Lo había esperado para devolverle algo que se le había quedado pero al no verlo salir de la agencia prefirió ir a su casa, pero ahí tampoco había alguien. No estaba seguro de que fuese a llegar temprano pero aun así esperó y esperó hasta verlo llegar.

El mayor al verlo partir suspiró no muy contento por lo que acababa de hacer.

-Ryutaro… - lo llamó, pero el menor solo recargó su espalda en la reja sin mirarlo – ¿por qué… - pero no era necesario preguntarlo, hace varios días ya sabía lo que sentía el menor por él, sentimientos que nunca pensó que merecía menos de una persona que lo único que hacía era darle momentos agradables cuando veía su rostro dolido por la pareja melosa del grupo. No se merecía a una persona como él.

-Me marcho a casa – le dijo con una voz tan débil que el mayor sintió una punzada en el corazón que lo hacía sentirme cada vez peor.

Corrió hacia la reja, no podía dejarlo ir y tan pronto como lo alcanzó lo abrazo por la espalda sobresaltándolo. Sentía un especial cariño por él pero no creía que ese cariño se fuera a transformar en algo más. Siempre vio al menor como su hermano.

-Lo siento… - le susurró al oído. Trató de voltearse para quedar frente a él y sin decir nada tomó con ambas manos su rostro para juntar sus labios. Podían sentir ambos sus labios salados, ambos lloraban por amores no correspondidos.

Al separarse el menor le dedicó una falsa sonrisa para no preocuparlo y volviéndole a dar la espalda retomó su camino muy seguro de dejar aquel amor que sentía, atrás junto con aquel beso de despedida.

Los días pasaban, todos seguían como siempre, Daiki e Inoo perdiéndose de vez en cuando, Ryutaro ignorándolo completamente, ni siquiera lo miraba a la cara cuando debía hablarle y eso le estaba doliendo. Nunca había sido ignorado por él y nunca podría acostumbrarse a ello.

No lo pensó dos veces y lo tomó del brazo arrastrándolo a una de las cuantas salas del lugar. Lo miró detenidamente ahora que tenía toda su atención no eran necesarias las palabras solo el impulso que lo llevó a tomar sus labios tan deseosamente que no le permitió alejarse. Por más que el menor forcejeara era imposible zafarse de sus brazos.

De a poco comenzó a responderle de la misma forma enredando sus lenguas y acariciándose por todo el cuerpo para tocar cada rincón que aun sus manos no conocían.
Con impaciencia despojó la polera del menor por sobre su cabeza no dándole tiempo de reproches volviendo a tomar sus labios con impaciencia mientras desabrochaba sus pantalones para colar su mano dentro de la ropa interior.

Ryutaro jadeó al sentir como apretaba su miembro semi-despierto.

-Kota...– jadeó su nombre cuando el mayor lo volteó - espera… - pero en la forma que lo decía no parecía del todo querer que le hiciera caso. Escuchó como el mayor bajaba el zipper de su pantalón - ¡Kota espera! – le gritó con miedo a lo que seguiría si no hacía algo pero no fue suficiente, el mayor no lo escuchó y sus pantalones junto con su ropa interior cayeron al piso – aahhh… no.. espera.. espe… - pero sus palabras no salieron de su garganta al sentirlo rasgar sus adentros tapándose con sus manos la boca para no gritar.

Por primera vez Yabu sentía ese exquisito estrechés que le proporcionaban las paredes del menor. Lo miró jadeante escondiendo su rostro entre sus brazos apoyados en la puerta. No estaba del todo seguro de lo que estaba haciendo pero vuelta atrás ya no tenía. Se acercó a su cuello comenzando a besarlo y darle lamidas tomando una vez mas el miembro del menor que estaba flácido por el inminente dolor que sentía en su entrada, dejando a un lado toda la excitación del momento.

Mientras volvía a masturbarlo comenzó con los movimientos que no tardaron en ser desenfrenados dejando salir fuertes gemidos que eran imposibles de callar. Mordían sus labios pero no les servía de mucho. Ryutaro queriendo destrozar la puerta con sus manos. Aun sentía dolor pero también estaba excitado.

No le dijo nada hasta sentir el extraño calor en su parte baja corriéndose en la mano del mayor que presionando su cadera aun más, topando con la puerta se corrió en su interior. Agitados se separaron Ryutaro mirando la notoria mancha en esa pared rojiza y Yabu sintiendo una gran culpa y arrepentimiento al ver un poco de sangre.

-Ryutaro yo… - no sabía cómo disculparse.

-¿Te arrepientes? – le preguntó el menor volteándose dejando al descubierto las lágrimas que había derramado por el dolor – ¿te arrepientes? – volvió a preguntar.

El mayor no dijo nada, solo se limitó a bajar la mirada afirmándole con eso que si estaba arrepentido. Ryutaro en silencio se vistió y salió de allí con el corazón hecho trizas. Cargó su espalda en la puerta tapándose los ojos con una de sus manos y dejar esas últimas lágrimas salir. Yabu se acercó a la puerta para ir detrás de él pero al escuchar un sollozo prefirió oír, sintiéndose el tipo más imbécil del mundo.

“Adiós Yabu” fue lo último que escuchó de los labios del menor.


….. Chan chan chan!!!
Ok lo sé XD quedó inconcluso… quizás algún.. alguuuun día le haga una segunda parte o que se yo XD pero es que ya me tenía con los pelos de punta, no sabía como darle un buen final. No quería de esos finales donde se perdonan todo y son felices por siempre… basura…

En cinco años más Ryutaro se convertirá en un gigoló y Yabu un alcohólico XD bromas... jajajaja.

Por cierto… siempre se me pasan palabras mal escritas D: no las miren mucho XD

Titulo: Under My Skin
Autor: Yuuki
Pareja: YooMin
Genero: Slash
Extensión: TwoShot
Estado: Proceso
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Parte 1

Un nuevo día y por fin los chicos tendrían un descanso aunque fuese una semana. El primero en despertar fue el menor del grupo, el hambre lo había despertado no hace más de cinco minutos pero no había querido levantarse, quería seguir descansando en su tibia cama como suponía que lo hacían los demás. Pero no podía volver a quedarse dormido así que se levantó y se dirigió al baño para tomar una ducha. El agua tibia de seguro lo haría relajarse y después de un buen desayuno volvería a la cama.

Se quitó el pijama dejándolo tirado en el piso. Reguló el agua y se metió a la ducha dejando que el agua recorriera por todo su cuerpo.

Alguien había entrado al baño silenciosamente deshaciéndose de su pijama dejándolo tirado en el piso al lado del de Changmin. Desnudo comenzó acercarse a la mampara de la ducha, viendo a través de ella el cuerpo desnudo de Changmin.

Changmin tenía un mal hábito cada vez que se metía a la ducha. Miró hacia abajo viendo su miembro erguido, suspiró y lo tomó con su mano. Lentamente comenzó a masturbarse, se sentía tan placentero.

Trataba de no gemir pero se le hacia imposible. Mordiendo su labio inferior y dando cortos suspiros. Su respiración agitada. Quería llegar luego al orgasmo así que comenzó a frotar su miembro más rápido. Estaba tan concentrado en su placer que no escuchó el sonido de la mampara abrirse.

-¿necesitas ayuda? - escuchó a sus espaldas volteándose para encontrarse con un cuerpo desnudo. Uno de sus Hyung había entrado al baño y él se preguntaba cómo había sido posible si recordó haberle puesto el seguro a la puerta, o… estaba tan distraído que lo había olvidado.

Le dio vergüenza que lo encontrara en aquellas condiciones pero más molesto estaba porque se había metido a la ducha, cientos de veces les decía a sus Hyung que no le gustaba bañarse con ellos pero estos hacían oídos sordos por eso cerraba la puerta con el pestillo.
Se volteó para que no lo mirase y tomó el jabón para esparcirlo por su cuerpo.

-¿qué esperas Yoochun? sal de aquí – dijo molesto sin mirarlo.

-ya estoy aquí así que no me iré – le quitó el jabón, Changmin quería protestar pero enmudeció al sentir las manos de Yoochun por su cuerpo resbalando por el jabón – no sé porqué no te gusta bañarte con nosotros.

-¡porque son unos pervertidos! ¡Dame eso! – le arrebató el jabón y abriendo la mampara apunto hacia la puerta – ¡ahora sal de aquí!

Jaejoong y Yunho se acababan de despertar. El mayor se dirigió al baño para lavarse pero al escuchar los fuertes gritos del menor del grupo pego la oreja a la puerta.

-¡Yoochun vete! ¡Quiero bañarme tranquilo! – trataba de sacarlo de la ducha a empujones.

Jaejoong frunció el seño y golpeo la puerta.

-¡Changmin abre la puerta! – el menor al estar ocupado con Yoochun no podía escuchar a su Hyung – ¿¡por qué dejas entrar solo a Yoochun!? ¡Abre la puerta! – Yunho al escuchar los gritos de su amigo se acercó corriendo preguntando que pasaba. El mayor le explicó todo y entre los dos trataban de abrir la puerta pero por seguro no cedía.

-¡te digo que salgas de aquí! – al abrir la puerta para sacar a Yoochun los dos mayores pudieron apreciar el desnudo cuerpo del menor cubierto con un poco de jabón por tan solo unos segundos.

Con su pijama lo tiró hacia afuera y cerró la puerta ahora asegurándose bien que la había puesto el seguro. Volvió molesto a la ducha y terminó de bañarse.

Todos tomaban tranquilamente su desayuno, Junsu ya se había puesto en pie y sentado al lado de Yoochun masticaba la tostada aun medio dormido. El menor después de vestirse se sentó a la mesa sin decir ninguna palabra, todos menos Junsu lo miraban atentos a cada movimiento. No les prestó mucha atención y se concentró en su desayuno. Ninguno decía nada pero los dos mayores querían reclamarle por dejar solo a Yoochun entrar a la ducha con él.

Terminó su desayuno, los miró molesto asustándolos y se levantó, dejo su taza en la cocina y se encerró en la habitación para tratar de dormir.

Afuera los cuatro discutían lo sucedido ahora Junsu más despierto después de escuchar que Yoochun se había metido a la ducha con Changmin.

Aquella tarde Changmin la pasó tranquilamente durmiendo sin que ninguno de sus Hyung lo molestara, se quedó profundamente dormido después de varios intentos por el trauma que aun tenia cuando Yoochun lo vio masturbándose.

En descuido de sus compañeros entró silenciosamente a la habitación cerrando la puerta con cuidado de no hacer ningún ruido. Acercándose a uno de sus cajones sacó una cuerda y un pedazo de tela. Miró lascivamente al menor antes de acercarse y sentarse a su lado. Compartir habitación con Changmin tenía sus ventajas, podía verlo cada vez que se cambiaba de ropa y dormía. Varias noches se entretuvo haciéndole preguntas descubriendo los más íntimos secretos de él.

Mordiéndose el labio inferior y con cuidado a que despertara tomó sus muñecas amarrándolas por sobre su cabeza y luego a la cabecera de la cama, el menor se removió y lentamente comenzó abrir los ojos, desorientado aun frunció el seño y miró bien a quien tenia sobre el. Al terminar de amarrarlo lo miró percatándose que estaba despierto, antes de que gritase pidiendo ayuda le cubrió la boca con el pedazo de tela amarrándolo en su nuca.

-Shhh no grites que pueden venir los demás – le dijo Yoochun con un dedo sobre sus labios. Trató de zafarse pero el nudo estaba apretado. Se desesperó y comenzó a patalear y tirar de la cuerda. Yoochun trató de calmarlo diciéndole que se tranquilizara y acariciando su rostro pero Changmin no hacia caso.

-¿Yoochun ya estas listo? – se escuchó desde afuera de la habitación, Changmin se tranquilizo y lo miró. Trató de gritar pero gracias a la tela Junsu no lo podía oír desde afuera.

El mayor se puso de pie y apagando la luz abrió la puerta para salir de la habitación, Junsu lo miró extrañado su rostro reflejaba preocupación y algo que no pudo descifrar.

-y Changmin? – preguntó queriendo hacer a un lado al mayor para entrar. Changmin vio como la puerta se abrió viendo a Junsu de pie dispuesto a entrar y encender la luz.

-esta durmiendo, no lo despiertes ya sabes como es – tomó la perilla de la puerta y volvió a cerrarla – vayan ustedes, yo no quiero ir, no estoy de ánimos para salir – sorprendido por lo que le dijo Yoochun dio media vuelta para ir al comedor, Yoochun salió tras el para asegurarse de que ninguno entrara a su cuarto.

-¿Chunnie tu no iras? – le preguntó Jaejoong al ver que aun no se cambiaba.

-no, me quedare aquí con Changmin, pásenla bien por mi – les sonrió, los tres notaron algo raro pero no le dieron importancia y se dirigieron a la puerta.

-cuida a Changmin y si le da hambre aliméntalo bien – dijo Jaejoong despidiéndose de su amigo.

-claro que lo cuidare – dijo antes de que cerraran la puerta – y lo alimentare muy bien – sonrió ampliamente por lo que tenia planeado y a pasos firmes se dirigió a la habitación.


Continuará...

Titulo: Lo que me pidas...
Autora: Flanii
Pareja: TegoMass
Género: Slash, Lemon, Sadismo, Masoquismo
Extensión: Oneshot
N/A: ammm dedicado a yuuki *-*...que me hace feliz con sus fics, aun así este es un fic muuuy malo!! .>o<.… gomeen…mi mente no da para mas .____. Sino se entiende..gomen TwT….

Yuuki: ¡no es malo! ;O; ¡¡me encanto!!
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*Lo que me Pidas*

-¡¡¡ Massu estoy aburrido!!! - Decía Tegoshi tirándose en la cama.

-ammm... ¿quieres hacerlo? -Decía Massu recostándose a su lado.

-¿Ah O.O?...quién eres y que le has hecho al tímido Massu? .>.<. -

-Obviamente soy yo Tego ¬¬, demo solo dices que estas aburrido cuando quieres hacerlo -.-

- mmm me conoces demasiado bien nee? ^^ -Dijo yuya con una sonrisa acercándose a Massu.

-Hoy quiero probar algo diferente -Dijo yuya susurrándole a Massu en el oído.

- u.ú ok, ¿que quieres hacer esta vez? - Pregunto Massu resignado, cuando yuya decía "algo diferente", siempre terminaban haciéndolo de una forma extraña, y Massu nunca podía negarse, al final terminaba cumpliendo las excéntricas fantasías de su novio, y aunque no le gustara aceptarlo a Massu también terminaba por gustarle, habían probado desde hacerlo en lugares públicos, frente a espejos, con juguetes raros y otras tantas cosas, la verdad es que Massu ya podía esperar cualquier cosa, sentía que ya nada podía sorprenderlo, había aceptado por completo que su yuya era un pervertido, y el haría lo que le pidiera por más raro que fuera.

Massu se repetía una y otra vez que era mejor que compartiera sus fantasías con el, al menos así no lo engañaría con nadie, además amaba demasiado a yuya como para negarle algo.

Tegoshi se acerco de nuevo al oído de Massu y susurro su petición.

-¿Que te parece algo un poco sádico...no sé...salvaje incluso? ^^ -

-O.O...¿Salvaje?..¿Sádico? -Ninguna de esas palabras le agrado en lo más mínimo...

-Sip ^^...-Yuya le explico a oído lo que quería, le daba ternura que su buta no lo comprendiera.

O.O...-Massu escucho atentamente.

-Entonces, ¿que dices? -Pregunto yuya provocativamente.

-No!!, me niego! no voy a lastimarte!!, de todas las cosas esa es la única que no haría ò.ó - Respondió Massu aterrorizado por la petición de yuya.

-Demo~ no me lastimaras...bueno no mucho xD, onegai Massu! -Dijo yuya a Massu, poniendo esa mirada que sabia siempre lo convencía.

-NO!...y no me mires así ¬¬, esta vez no aceptare, podemos hacerlo en los cines, la JE, en el elevador, los baños de cualquier establecimiento público, el karaoke, 3 minutos antes de los conciertos, bajo un árbol, el parque, cuantas veces quieras, pero no me pidas que te lastime yuya, eso no puedo hacerlo...-Dijo Massu muy serio.

-Massu onegai!! -

-No!, incluso prefiero hacerlo frente a nuestras fans antes de lastimarte .>.<. -

-Oh??...quieres hacerlo con público nee? ^^ -Dijo yuya con una sonrisa picara.

-Nooo!!!...tampoco .>////<. - Massuda solo se sonrojo más...mala idea ya le había dado más opciones a yuya -.-

-Ok con publico no, demo andaaa acepta...solo déjate llevar por tu instinto!!...-Dijo yuya volviendo al tema importante.

- ¬¬ no!, además como se supone que haría yo eso? -

-pff...pues acuérdate cuando jugamos a que éramos desconocidos!! ^^ -

-Recuerdo esa vez cuando te pregunte en ese parque "¿como te llamas?" y me respondiste "soy yo!! Yuya!!, ya no me recuerdas Massu? ;O; “, y luego no dejabas de llorar ¬¬#.....

-jeje ^^u....es que no sabia que ya había empezado el juego xD

- Igual mi respuesta sigue siendo NO -Dijo Massu tajante.

-Esta bien Massu!!, como quieras, iré a buscar a alguien más que juegue conmigo ¬¬ -Dijo yuya como el niño caprichoso que era, levantándose de la cama para irse.

-Seguramente alguien en este mundo aceptara u.ú....además feo no estoy nee? -Dijo yuya dispuesto a irse, cuando Massu lo detuvo tomándolo por la muñeca.

-Esta bien, lo haré, no dejare que nadie que no sea yo te toque y mucho menos que te lastime...-Dijo Massu bajando la mirada, conocía demasiado bien a yuya, y cuando tenia algo en mente nada ni nadie lo hacia cambiar de opinión, y no quería que yuya se fuera con nadie más...

-¿En serio? *-* - Los ojos de yuya se iluminaron, su sonrisa se amplio aun más al escuchar las razones de su buta, eso de ir con alguien más era una mentira evidentemente no haría nada con alguien que no fuera el...pero si había funcionado estaba feliz.

-Haii...que debo hacer? -Pregunto Massu aun inseguro de la idea.

-Ya te dije, solo déjate llevar ^^-

-Solo dejarme llevar no creo que funcione -.-u....hay algo que deba usar o decir?-

-Amm pues es como en las películas Massu!!-

-De que clase de películas crees que veo ¬¬ -Dijo Massu indignado.

-No me refería a "esas" películas, yo se que no las ves a menos que sea conmigo ^^ -

- .>/////<. ¿entonces? -Pregunto Massu sonrojado.

-Pues esas que tienen asesinos seriales!! ^^

- O.O -Massu lo miro sorprendido...el no iba a matar a yuya!!!

- No seas baka ¬¬!!, no te estoy pidiendo que me mates, me refiero a la actitud del asesino, ya sabes, intimidante, malo, salvaje, dominante...-Dijo yuya dejándose llevar por un momento, solo de imaginarse a Massu así yuya perdía el control.

- jejeje....bueno comprendes? - Pregunto yuya con una sonrisa.

-Yo no tengo ninguna de esas cualidades ¬¬.

- Ya lo sé, mi Massu es más bueno que el pan nee? ^^, pero solo es actuado ^^.

-Creo que comprendo ^^u -

-Bien!! ^^, Y en cuanto a objetos puedes usar esto ^^ -

Yuya saco una caja de abajo de su cama y la abrió frente a Massu.

-¿Qué es todo eso? O.O - Pregunto Massu sorprendido al ver un montón de objetos raros, algunos ya los conocía, yuya lo había obligado a usarlos, demo allí había demasiadas cosas con formas raras .>.<. - pensaba Massu

-Son algunas cosas que quizás quieras usar ^^ -

-Puedo abstenerme de usarlas? ^^u -

-Demoo~ eso le quita lo interesante!! -Dijo yuya con un puchero.

-Ok...usare uno o dos - Si de algo estaba seguro Massu era de que no usaría nada de eso, pero eso no se lo diría a yuya...

-Ok!! ^^...ammm...-

Massu suspiro era el momento de empezar....

-Yuya solo prométeme algo...-

-Haii lo que quieras Massu ^^ -

-Si te duele aunque sea un poco o no te gusta dime y me detengo okei? -Dijo Massu tomando la mano de yuya.

-Haii ^^, te lo prometo Massu ^^ -Respondió yuya con una sonrisa, aunque en el interior quizás estaba mintiendo un poco...

-Eso espero, sino me enojare mucho ¬¬ -

-Yaa Massu, no te preocupes ^^, si ocurre eso diré la palabra secreta y te detendrás ^^ -

-Palabra secreta?....porque necesitamos una? con que digas "detente" estará bien -

-Noo Massu, quizás diré "detente" cuando en realidad no quiera que te detengas así que mejor usamos la palabra secreta ^^ -

-Ah comprendo y cual es la palabra secreta? -

-Ammm no lo sé....que te parece....pared? - Dijo yuya lo primero que se le ocurrió y vio.

- OwO...pared?....ok como quieras XD -

Nunca habían planeado tanto algo, demo planearlo tanto solo ponía nervioso ambos.

Sonó el teléfono y yuya bajo a contestar, seguramente era su madre.

-Massu voy a contestar, en seguida vuelvo y continuamos ^^ - Anuncio yuya con una sonrisa yendo hacia la puerta.

Massu se levanto después de el y en cuanto vio que salía de la habitación lo tomo fuertemente de la muñeca, haciendo que yuya volteara.

-Y quien dijo que puedes hacer lo que quieras -Dijo Massu con una actitud totalmente diferente a la de unos minutos atrás.

-Massu? O.O -

Massu no respondió solo jalo a yuya del brazo y lo tiro en la cama.

-Hoy harás lo que yo diga, queda claro? -Dijo Massu quedando sobre yuya, tomando ambas muñecas de yuya para que no se moviera.

-Haii Massu lo que quieras ^^, demo debiste haberme avisado que ibas a empezar el "juego" .>.<. -Decía yuya feliz.

-Juego? quien esta jugando yuya?....-Dijo un Massu completamente diferente besando a yuya de una forma salvaje mordiendo un poco el labio inferior del menor.

De nuevo sonó el teléfono insistentemente.

-Massu espera, tengo que contestarle a okasan .>.<. - Dijo yuya ya no tan feliz, Massu se había tomado muy en serio su papel?

-Cállate!, te dije que se hará lo que yo diga, y por mi puede hablarte dios, no vas a contestar ok? -

-Massu ¬¬....suéltame, es en serio!! .>.<. - A yuya ya no le agradaba mucho la idea, ver a Massu tan dominante le daba un poco de miedo.

-Y quien esta bromeando yuya?...que no querías esto?, que te lo hiciera de una forma ruda y que prácticamente te tratara como basura? -Dijo Massu mientras besaba el cuello de yuya, marcándolo fuertemente, esas marcas seguro durarían semanas...y seguramente también dolían.

- O.O...-Yuya se quedo quieto, Massu nunca le había hablado así...sentía sus besos en el cuello que más bien sentía como mordidas, dolía....pero Massu tenia razón el lo había pedido.

Massu seguía besando el cuello de yuya, mientras una de sus manos detenía las de yuya su otra mano se colaba bajo la playera del menor acariciándolo un poco.

-Massu!!!..-Dijo yuya tratando de zafarse nuevamente.

-No quiero, y ya deja de moverte!! ¬¬ -Dijo Massu mirándolo como con desprecio....sin soltarlo se aparto un poco y dirigió su vista a la caja que antes le había enseñado yuya y saco algunas cosas con su mano libre, dejándolas fuera de la vista de yuya....

-Massuda Takahisa basta!!- Decía aun sin ver que era lo que sacaba, pero si era de esa caja seguro nada bueno seria, comenzó a patalear, y sin querer golpeo a Massu.

- ¬¬... -Massu lo miro mal y se acerco de nuevo, y sin más le soltó una bofetada a yuya.

-Ni se te ocurra volver a golpearme ¬¬ o tendré que amarrarte comprendes?-Dijo acercándose al rostro de yuya, su mano había dejado roja la mejilla del otro chico.

-Massu ...-Yuya aun no comprendía...Massu lo golpeo?, y la forma en que lo miraba de verdad daba miedo....era realmente un juego?....una lágrima cayo por la mejilla de yuya.

-Ahora vas a ponerte a llorar como señorita! ò.ó - En otras circunstancias Massu se habría detenido, se hubiese disculpado millones de veces y hubiese abrazado a yuya, pero esta vez no fue así, Massu soltó a yuya mirándolo aun de una forma dominante, dándole a entender que eso apenas había comenzado.

Yuya se quedo sin moverse, las palabras de Massu le dolían más que nada, y comprendía que Massu apenas estaba comenzando con cualquier cosa que estuviera haciendo...

-pff....ahora desnúdate yuya -Ordeno Massu sin moverse, de pie, mirando a yuya aun en la cama.

-Pero..-Dijo yuya tratando de asimilar la orden.

-pero nada!!...hazlo!! Quieres que te la meta no?....entonces desnúdate, no voy a hacer tu trabajo por ti - La cara de Massu no mostraba ni un solo rastro de emociones....

Yuya se aterrorizo con esas palabras, en serio provenían de Massu? de su dulce y tierno Massu?...se arrodillo en la cama mirando a Massu....sus palabras eran en serio...

-Que esperas?!!, no tengo todo tu tiempo yuya! -

Yuya solo asintió, a pesar de tener miedo, de algún modo también sentía curiosidad por saber hasta donde podía llegar Massu, así que comenzó a desvestirse lentamente, lentamente desabotonando su camisa, luego se puso de pie, se quito los zapatos y desabrocho su pantalón, aventándolo lejos, sin mirar a Massu, quedo solo en bóxers, su mano temblaba un poco....

-Bien hecho yuya ^^, vez, si eres obediente yo no tengo que golpearte y todos somos felices ^^ -Dijo Massu sonriendo sádicamente, acercándose a yuya como si fuese a abrazarlo, llevando las manos del pequeño detrás de su propio cuerpo, yuya solo oyó un click.

-Pe...Pero Massu!, dijiste que...-Decía al notar sus manos esposadas detrás de el, por un segundo pensó que Massu lo abrazaría y olvidaría el estúpido juego que el mismo había pedido.

-Ya se lo que dije, esto es solo por si a caso ^^ -Dijo Massu sonriendo de nuevo, acercándose al rostro de yuya.

Las piernas de yuya temblaban, quería huir, pero no podía...Massu cerro la puerta de la habitación con seguro, por si a alguien se le ocurría llegar o a yuya se le ocurría huir.

Massu se puso frente a yuya, mirándolo temblar, solo con una sonrisa de psicópata en el rostro.

-Quien iba a decir que eres hermoso hasta cuando tiemblas de miedo - Dijo susurrando en su oído de una forma perversa.

Tegoshi sintió un escalofrió al escuchar aquello....seguía sin creer que ese era su buta.

Massu recorrió con su lengua el cuello de yuya, deteniéndose en ocasiones para dejarle más marcas, llego hasta los pezones de yuya, los cuales mordió y succiono hasta cansarse, mientras sus manos recorrían el cuerpo de yuya, quien a pesar de el dolor que sentía no podía evitar gemir un poco, pero trataba de reprimir esos gemidos, aun así su cuerpo respondía a las caricias de su ahora sádico amante.

-Parece que lo disfrutas nee? ^^ -Dijo Massu sonriendo victorioso.

-Massu...-Dijo yuya acercándose a Massu, tratando de llegar a los labios de este, lo necesitaba, necesitaba un beso....

-No...-Dijo Massu dando un paso hacia atrás para que yuya no lo alcanzara, con eso yuya cayo de rodillas al piso, no tenia libres sus manos, por lo que no podía levantarse, quería llorar su amado Massu le negaba un simple beso?...

-mm mal mal mal, no debiste haberte caído -Decía Massu negando con la cabeza, aun así no hacia ni un esfuerzo por levantarlo...

-aunque ya que estas allí....-Una idea vino a la mente de Massu.

Yuya lo miraba asustado, vio como Massu desabrochaba su pantalón.

-Sabes lo que tienes que hacer nee? ^^ -Dijo Massu sonriendo.

-Massu..Yo no...-Tegoshi quería negarse a aquello, pero por otro lado comenzaba a excitarse.

-Hazlo -Dijo Massu de forma autoritaria.

-No quiero! -

-mm comprendo, entonces quizás deba usar esto? -Pregunto Massu tomando el látigo que estaba en la caja junto a la cama.

-No onegai no...-Decía yuya aterrado...

-Ok entonces se un lindo tegonyan y hazlo ^^ -

Yuya no respondió a eso solo asintió y se acerco a Massu, con los dientes, con un poco de esfuerzo bajo los pantalones de Massu y con otro esfuerzo más también bajo sus bóxers, estaba claro que el mayor no iba a ayudarle en nada lentamente acerco su boca al miembro del mayor, dando pequeños lengüetazos al principio, un poco inseguro.

Massu solo le miraba complacido, de algún modo someter de esa forma a yuya ya no le parecía tan horrible, bueno al menos a él.

Tego seguía lamiendo, succionando de a poco, podía escuchar los gemidos de su amante, al escucharlo sabia que en el fondo seguía estando su Massu, por lo que perdió un poco el miedo haciendo cada vez más seguro sus movimientos, metiendo por completo el miembro de Massu en su boca.

.Ahh yuya~ - Massu no podía dejar de gemir, la boca de yuya era maravillosa, llevo sus manos a la cabeza de yuya, marcando así un ritmo a su gusto, quizás un poco salvaje, sabia que yuya se ahogaba un poco, pero no le importo mucho.

Yuya sentía que no podía respirar bien, cada vez sentía que entraba más profundo en su boca, aun así lo estaba disfrutando, pero quería sentir a Massu dentro de el y si seguía así su amante no tardaría mucho en venirse, justo cuando aquellos pensamientos invadían su mente Massu se alejo de yuya dando otro paso hacia atrás.

-mmm creo que tuve suficiente de eso ^^- Dijo Massu sonriente acomodando sus pantalones en su sitio.

-Hm quizás deba soltarte....-Decía Massu pensativo, no sabia cual de todas sus opciones elegir.

-Sip ^^ suéltame! -Decía yuya feliz, era su turno de tomar el control....o no?

- Hm si te hace muy feliz se me quitan las ganas de soltarte -

Massu tomo del cabello a yuya e hizo que se pusiera de pie.

-ittaii TwT - Se quejaba yuya, Massu se las pagaría ¬¬ .

Massu lo ignoro, y soltó las esposas, las muñecas de yuya estaban un poco rojas, pero aun no demasiado, antes de que yuya se diera cuenta Massu lo empujo de nuevo hacia la cama, besándolo con pasión, definitivamente Massu no dejaría que yuya tomara el control.

Aun así, con sentirse un poco más libre y más seguro yuya comenzó a corresponder a las caricias de Massu, quizás sus besos dolían pero yuya respondía de igual forma y Massu no se quejaba, yuya comenzó a besar el pecho de Massu, aunque no recordaba cuando Massu se había quitado la camiseta, pero eso ya poco le importaba, su cuerpo reaccionaba a las caricias de su amante y el trataba de hacerle sentir lo mismo a Massu, comenzó a marcarlo un poco, no solo Massu podía jugar ese juego, Yuya llevo una de sus manos al pantalón de Massu para desabrocharlo, cada segundo se sentía más impaciente por tener a Massu dentro.

-mmm… parece que estas muy ansioso ne? –Dijo Massu con una sonrisa.

Yuya no respondió, solo bajo los pantalones de Massu, quizás si estaba ansioso, pero no iba a aceptarlo.

-Ok, supongo que no puedo negarme ^^ -Dijo Massu divertido, se separo un poco de yuya para mirarlo, y después continuo repartiendo besos por su abdomen, bajando hasta sus bóxers, los cuales le parecieron un estorbo, y decidió quitarlos, Yuya no podía dejar de gemir, las caricias de su amante por más rudas que fueran seguían gustándole, y eso no lo podía negar.

Massu se levanto de la cama y observo nuevamente el desnudo cuerpo de yuya, y le dirigió una sonrisa llena de lujuria, a lo que yuya solo pudo sonrojarse, Massu nunca lo había visto así, por más pervertido que el fuera con Massu, este siempre mantenía una dulce mirada.

-No me mires así! – Dijo yuya aun sonrojado, esa mirada le daba cierto temor.

-Ok, entonces no te miro ^^ -Dijo Massu sonriente, acercándose de nuevo a yuya, obligándolo a quedar en 4, definitivamente así no se verían, yuya de nuevo sintió miedo, no sabia que tanto podría hacerle Massu en esa posición, y prefería no pensarlo, porque aunque le daba miedo, también le excitaba solo pensarlo.

-Tranquilo yuya, no voy a hacerte daño, bueno quizás si, pero igual no te pongas nervioso ^^ -*Dijo Massu pasando su mano por la espalda de yuya, delineando figuras imaginarias, yuya solo podía sentir escalofríos, Massu se deshizo de sus bóxers y se acomodo frente a la entrada de yuya.

Tegoshi sintió la erección de su compañero muy cerca y se asusto de nuevo, de verdad iba a entrar así sin prepararlo? .>.<., Solo pensarlo lo aterraba, eso aun no lo habían hecho nunca, porque Massu decía que no quería hacerle daño.

-Massu…no…-Solo pudo decir entre quejidos, Massu ignoro las palabras de yuya y entro de una sola embestida, el sonoro grito de yuya tampoco fue escuchado por Massu, quien de inmediato comenzó a penetrarlo una y otra vez.

Yuya no dejaba de gemir, ni de quejarse, aquello le producía un dolor inmenso, pero no quería que Massu se detuviera, sentía como su propia piel de esa zona se desgarraba un poco, y su amado iba cada vez mas rápido, mas profundo…

-Ahh yuya~…-Decía Massu entre jadeos, el interior de yuya nunca le había parecido tan estrecho, simplemente no podía controlarse, llevo una de sus manos al miembro de yuya y comenzó a acariciarlo, pero de una forma bastante ruda, incluso parecía producir más dolor que placer, pero yuya no sentía eso, de algún modo el placer que sentía aumentaba segundo a segundo.

-ahh~…Massu….más…onegai!....-Todo el dolor que podía sentir seguía convirtiéndose en placer, un inexplicable placer que solo quería disfrutar al máximo.

Massu sonrió al escuchar la petición de yuya, y decidió complacerle y aumento su ritmo, de pronto sintió un liquido cubrir su miembro, sabia lo que era, quizás su juego se había pasado un poco, pero ya no podía detenerse, decidió no mirar ese liquido rojo y seguir con lo suyo, ya luego se preocuparía por eso.

Yuya estaba al limite, y Massu lo sabia, siguió masturbándolo hasta que este se corrió en su mano, y después de algunas embestidas Massu se corrió dentro de yuya, ambos estaban exhaustos, y con la respiración agitada, Massu salió con cuidado de yuya, y se dejo caer junto a el, ahora era el momento de preocuparse por las consecuencias de ese jueguito, pensaba Massu.

-Game over…-Dijo Massu aun con la respiración un poco agitada.

Yuya solo sonrió, había sido mejor de lo que esperaba.

-Te amo Massu ^^ -*Dijo yuya acercándose a Massu para abrazarlo.

-Yo también te amo yuya… gomen, no quería hacerte daño…-Dijo Massu con una mirada triste, no quería hacerle daño a yuya, y al final lo había hecho.

-No te preocupes ^^, solo es un poquito de sangre, no pasa nada ^^, además no duele tanto, y es lo que yo te pedí ne? ^^ -

-mmm, si, pero igual no me gusta lastimarte u.ú –

-Ya Massu, que no me has hecho daño!!, si lo hubieras hecho habría dicho “puerta” como acordamos ^^-

-Puerta?...la palabra era pared ¬¬ -

-jeje ahh, si eso, pared XD…. Pero ahora mejor vamos a darnos un baño, que seguramente mi madre llegara pronto .>.<. y no debe encontrarnos así-

-amm ok….- Massu se levanto y fue hacia el baño para preparar la tina, no le daban ganas de usar la ducha, y pensó que para yuya seria más cómoda la tina, además era lo suficientemente grande para los dos, cuando termino de prepararlo, regreso a la habitación por yuya.

-Yap ^^, déjame llevarte si? –Dijo Massu tomando a yuya en sus brazos, como si de su más delicado y preciado tesoro se tratase, realmente se sentía mal por haberlo lastimado.

-Ok, pero solo por hoy XD – Yuya estaba feliz, al final Massu siempre seria su tierno Massu, y eso nada podría cambiarlo, no podía creer que unos minutos atrás tuviera miedo de el.

Massu llevo a yuya a la tina y lo dejo suavemente dentro de ella, y luego entro el.

Minutos después….

-Se esta bien aquí ne? ^^ -

-Haii ^^, nee Massu aun no lo hemos hecho en la tina verdad? – Dijo yuya con una mirada inocente y provocativa.

Massu solo lo miro resignado y suspiro, yuya nunca cambiaria?... Massu esperaba que no, pues el así lo amaba, no podría imaginarse al lado de un yuya que no fuera tan pervertido y dulce al mismo tiempo

Fin~


Titulo: As you wish (Como tú desees)
Autor: Yuuki
Pareja: InooDai - AriYama
Género: Slash, Lime
Estado: Proceso

Resumen: Rompen las ilusiones de Daiki luego de reunirse con la persona que no era lo que aparentaba ser, o por lo menos no para Daiki. Después de no verlo en mucho tiempo se lo encuentra en sus clases de piano y para su mala suerte es ahora su profesor. Pero será capaz Daiki de aceptas sus condiciones de aprendizaje?


Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6

Lindo día, perfecto para salir a dar un paseo pero no era eso lo que deseaba Daiki, hoy tenía mucha prisa así que apenas terminaron sus clases corrió a la salida de la escuela chocando con quien fuera, solo se disculpaba sin mirar hacia atrás o detenerse, la emoción que sentía en ese momento era muy alta.

- ¡Daiki espera!- escuchó que lo llamaban, detuvo sus pasos y volteó - vámonos juntos hoy - era su amigo de infancia, iba dos cursos más abajo. Ya que seguían siendo vecinos siempre volvían juntos a casa pero este día sería la excepción.

- Lo siento Ryosuke hoy no puedo, debo ir a otra parte – y sin esperar a que le dijese algo se despidió rápidamente y corrió a la parada del autobús para ir a su encuentro.

Llevaba dos meses hablando con un chico por medio de Messenger. También a veces se mandaban mensajes de texto o bien el chico lo llamaba para hablar con él. No eran pareja, solo simples conocidos, se llevaban tan bien que había decidido por fin encontrarse con él en persona.

Revisó que su uniforme no tuviera nada extraño y estuviese presentable. Se ganó bajo un árbol a esperar que el chico llegase. No se conocían por fotografía ni anda. Se describieron como eran y como vestirían, bueno, el que había dicho todo había sido Daiki ya que el otro no había querido decirlo. Tanto misterio lo ponía nervioso.

Muy bien sabía que eran solo conocidos, los dos con la misma tendencia sexual bueno, no los dos ya que el otro chico le había dicho que también le gustaban las mujeres. A veces en sus conversaciones había un tipo de coqueteo haciéndole pensar muchas cosas que quizás no eran y que jamás pasarían pero no perdía nada con intentarlo, quizás terminarían siendo una linda pareja o bien solo amigos.

Había llegado media hora antes así que solo le quedaba esperar. Se sentó en el suelo apoyando su espalda en el tronco del árbol y sacó su ipod. Nunca era divertido esperar a la gente, apoyó sus brazos en sus rodillas para dejar su cabeza en medio mirando el piso.

No sabe cuánto tiempo había pasado, ni quería mirar su celular para saber qué hora era de tan solo pensarlo se sentía algo extraño, ¿mariposas en el estomago? Era por el nerviosismo, ¿verdad? Ya que sería la primera vez que se reuniría con un “extraño” quién sabe que pasaría, en una de esas el chico resultaba todo un psicópata, de tan solo pensar en eso no pudo evitar reírse, estaba tan metido en sus pensamientos que ni cuenta se dio que alguien estaba de pie frente a él.

- ¿Arioka? – sintió como si alguien le apretara el pecho, no era una sensación desagradable, molesta quizás pero tampoco era algo que le gustase. Levantó la vista pero el sol no lo dejaba ver muy bien así que no le dio de otra que ponerse de pie y quedar casi a la altura del otro.

Sentía sus mejillas arder y casi todo el cuerpo temblarle por lo nervioso que ahora sí estaba, porque si antes decía estar nervioso y sentir un dolor en el estomago como si hubiera comido algo que le cayó mal ahora era peor. Le sonrió torpemente y desvió la vista, nunca pensó que el chico sería realmente atractivo, él siempre le decía que nadie lo miraba mas allá de una amistad, como si eso fuera cierto, el chico era justamente su tipo. No sabía cómo describirlo pero estaba segurísimo que era su tipo. Volvió a mirarlo y esa sonrisa casi lo derrite en ese instante. Tenía una hermosa sonrisa y él como bobo mirándolo.

- Hola – lo saludó rompiendo ese momento baboso que estaba teniendo.

- Hola – devolvió el saludo con nerviosismo cargado en su voz.

Se quedaron un momento en silencio sin saber que decir, por lo menos el recién llegado se veía normal, no nervioso ni avergonzado. No como él que hasta le costaba decir una palabra siendo que él no era así, en el salón siempre lo sacaban de clases por reírse escandalosamente cuando su compañero de asiento decía alguna estupidez o cuando le metían conversación no para nunca. Normal… eso era algo normal en él, lo que no era normal era lo que estaba haciendo ahora… estar callado.

- ¿Quieres ir algún lugar? – le preguntó el más alto. Abrió la boca para responderle pero ¿qué decirle? Su mente estaba en blanco, no, no en blanco, su mente estaba llena de pensamientos de él. La imagen de su sonrisa se repetía a cada segundo y esa voz con la que le habló, tan sensual hasta para hablar. Se avergonzó de sí mismo por pensar aquello.

- Donde tú quieras ir está bien – esa frase le había parecido algo estúpida, ¿dónde él quisiera estaría bien? Ya parecía una chica embobada por su novio.

Gracias a que no reaccionaba por la sonrisa que le dio el mayor al responderle aquello se quedó ahí de pie, solo mirándolo. Podría estar ahí de pie horas mirándolo para apreciar sus facciones. El chico le dio la espalda y comenzó a caminar. Le siguió el paso mirando su amplia espalda.

- ¿Llegaste hace mucho? Siento la demora es que mi profesor se enfadó y no nos quería dejar salir – ¿demora? Sacó el celular de su bolsillo y se fijó que efectivamente había llegado media hora más tarde. Habían quedado que sería a las 2:30 pero ya eran las 3:00 y contando que llegó treinta minutos antes, había esperado una hora sentado. Ahora comprendía por qué su trasero le dolía.

- No, yo llegué hace poco – no lo podía creer, le estaba mintiendo, todo para no quedar como tonto por esperarlo una hora. Pero si se hubiera tratado de otra persona de seguro le habría reprochado todo el día por haberle hecho esperar.

- No camines detrás de mí, así no te puedo ver –inesperadamente tomó su mano entrelazando sus dedos. No se sintió incomodo, era algo agradable aunque la gente los mirase al alto parecía no importarle.

Caminaron tranquilamente hasta llegar a unas bancas y tomar asiento ahí. Gracias a los grandes árboles del parque no les llegaba el sol pero aun así hacía un poco de calor y el aun tenía el suéter del colegio puesto.

- ¿No tienes calor con eso? – le preguntó refiriéndose al mismo suéter, Daiki sonrió torpemente y tomó el suéter de abajo para quitárselo quedando un poco despeinado, pero no le importaba.

Sin pensar que algo así podría pasar el chico se le acercó y comenzó a acomodar su cabello, en ningún momento le quitó la vista de encima, se veía mucho mejor de cerca y más cerca. El mayor se dio cuenta de que lo miraba y lentamente se le fue acercando hasta que sus labios hicieron un suave roce. Quiso apartarse avergonzado pero no lográndolo cuando el mayor tomó sus labios, suave, eran tan suave aquel beso que lo terminó respondiendo. Se separaron pero quería más, era la primera vez que besaba a un chico y se había sentido tan bien que dejando su suéter a un lado lo abrazó del cuello y lo besó.

Aquella sensación era tan agradable y se sentía tan feliz al ser correspondido. Todo tan romántico y el parque con la brisa daban el toque perfecto. Pero su mente era tan inocente a los 16 años que nunca pensó que algo como eso le ocurriría a tan temprana edad. Suspiró inevitablemente al sentir las manos del otro tocar su piel por debajo de la camisa. ¡¿Qué cree que estaba haciendo?! Estaban en un parque además era la primera vez que se veían como para que le corriera mano. Pasaría la peor vergüenza de su vida si alguien los veía. Se sentía incomodo porque aun seguía acariciando su espalda baja descaradamente, ¿es que acaso el chico no tenía vergüenza?

Tomó sus manos para quitarlas de ahí pero por más que las sacada volvían al mismo lugar, resignado solo se dejó llevar sin reclamarle nada. La sensación no era mala pero tampoco la más correcta para estar en público, en un parque donde muchos niños y adultos paseaban.
Con tantas caricias e intentos de poder tocar más allá se separó de sus labios completamente sonrojado. Se miraron detenidamente a los ojos y no pudo evitar sonreír como un idiota, un idiota que se dejaría hacer de todo por ser la primera vez que experimentaba algo como eso y quería más. El mayor no decía nada y él no sabía que decirle.
Avergonzado se separó completamente de él poniéndose de pie, no miró a otra parte que no fuera el piso. De seguro más de una persona los había visto y ahora lo estaría matando con la mirada por hacer algo como eso frente a sus hijos.

- ¿Quieres ir a dar una vuelta? – quería irse de ahí lo más pronto posible. El mayor se puso de pie y tomándolo de la mano comenzaron a caminar en silencio.

Para resumir el día, Daiki se la pasó muy bien en compañía de Inoo. Se besaron cientos de veces. Sintió como su corazón se acelera cada vez que lo miraba y jugaba con sus labios antes de besarlo.

Como todo lo bueno tiene que terminar el día se acababa y ya se comenzaba a oscurecer, caminaron hasta la parada de autobús, sabía cuál debía tomar Inoo y al ver el bus llegar sintió una gran tristeza, se despidió de él con un intenso beso pero para su sorpresa Inoo no lo soltaba y el bus estaba a punto de partir. Se separó de él y le dijo que el bus se iba. El mayor no le dijo nada y lo volvió a besar. Miraba como el bus cerraba sus puertas y se perdía a lo largo de la calle. Y así pasaron unos tres buses e Inoo no tenía ninguna intensión de separarse ni un centímetro de sus labios. Con los labios rojos e hinchados de tantos besos lo alejó.

- Debo irme, ya es muy tarde – le dijo el menor. Justo llegó el bus que le servía a Inoo y se volvieron a despedir.

Lo vio partir, estaba tan embobado y suspirando como tonto enamorado mientras camina por las calles, sonriendo tontamente de vez en cuando recordando su perfecto día. Ni sabe cómo llegó a casa, solo tomó un bus el cual ni sabía si le servía. No le importó siquiera perderse camino a casa pero la suerte estuvo con él. Llegó sano y salvo a casa con la misma cara de tonto enamorado y lo primero que hizo luego de saludar a su madre fue subir las escaleras para encender el ordenador y ver si estaba conectado.

A penas lo saludó el mayor comenzó a decirle que no lo quería volver a ver y lo que había pasado entre ellos no había sido nada más que para pasar el rato. ¿Qué había sido todo eso? Le preguntó varias veces el por qué de su comportamiento pero el mayor no le daba ninguna explicación y para hacerlo peor no lo volvió a ver conectado en varios días.

Pasó los días llorando y maldiciéndose por ser la persona más estúpida del mundo y pensar que con un beso las cosas entre dos personas cambiarían, que si lo dejaba acariciarlo ya estaban saliendo. Lloraba todas las noches cuando se iba a dormir.

Estaban en plenas clases de historia y él mirando hacia la ventana con mil pensamientos pasando por su cabeza, frunciendo el seño cada vez que escuchaba a su compañera cantar “Love story” tan animada mente.
Como quería estrangular a su compañera por cantar algo tan romántico cuando su corazón estaba que se partiría por la tristeza acumulada en tantos días.

Sus amigos se dieron cuenta de su deplorable estado de ánimo, pocas veces sonreía, casi no salía con ellos a los video-juegos y nunca tomaba atención en clases. Aunque a ninguno le quiso decir el motivo tampoco insistieron en eso. Planearon llevarlo al centro y distraerse con las tiendas de juego.
Al termino de clases se lo comentaron, él no muy convencido aceptó en una de esas terminaba distrayéndose y así no pensar en el estúpido que le partió el corazón.

Todo iba muy bien, efectivamente se había olvidado de todo y solo disfrutaba del día. En el mismo centro se encontró con su vecino que estaba con un grupo de amigos.

- iré por más fichas – les avisó Daiki dirigiéndose a la caja para cambiar las monedas, su vecino salió tras él para también comprar fichas. Un cuerpo se detuvo frente a Ryosuke golpeándose la nariz.

- ¿Daiki por qué te detienes? – le preguntó sobándose la nariz

- Kei – susurró bajo pero lo suficiente para que el que se encontraba frente a él lo escuchase. Se quedaron mirando sorprendidos – ¡Kei espera! – le dijo gritó al ver que se daba la vuelta para irse pero no se detuvo comenzó a caminar a pasos rápidos para alejarse. Tropezando con varios chicos Daiki salió tras él, quería una explicación, necesitaba una para salir de aquello y volver a la vida que tenía antes. Cuando le dio alcance lo tomó del brazo y lo volteó – dime…

- Despreciable – el menor lo miró sin entender a que se refería – eres despreciable – al no sentir presión en su brazo se alejó. Daiki sentía como caía en un abismo cada vez más profundo y aquellas palabras se repetían una y mil veces.

No quería llorar, no quería demostrarle cuan sensible era a las palabras. Ryosuke se le acercó preguntándole quien era aquella persona pero solo le respondió con una sonrisa y comenzó a caminar. Lo siguió sin preguntarle nada más. No se despidieron de sus amigos solo partieron y al llegar a casa Daiki rompió en llanto.
Juró que nunca más en su vida se dejaría llevar por algo como eso, nunca dejaría que nadie más jugara con sus sentimientos. Golpearía todo aquel que se atreviese a insultarlo.

Después de aquello pasaron dos largos años en los que a veces olvidaban la existencia del otro, en resumen, habían seguido sus vidas como si nada, como si nunca se hubieran conocido y necesitado del otro.

Daiki cursaba su ultimo año escolar mientras que Inoo ya había terminado sus estudios y estaba tomándose un año libre para despejar la mente y si que la despejó. Todos los fines de semana salía con uno de sus amigos a esos clubes nocturnos, se la pasaba muy bien yendo de chica en chica. Algunos días de la semana se las pasaba con su novia… si, ahora tenía una linda novia y si que la chica estaba muy enamorada o era una tonta, sabía que Inoo le era infiel y ella seguía ahí a su lado creyéndose todos esos “te amo” que él le dedicaba. Llevaban un año como pareja, aun no pasaba nada entre ellos porque la chica siempre decía no estar lista y eso era de esperar que a Inoo no le pareciera para nada.

- ¿Inoo a dónde vas? – le preguntó su mejor amigo al verlo tomar un camino que no era hacia su departamento.

- Mi tío insistió con que fuera a sus clases de piano para ayudarle en unas cosas – y alzando la mano se despidió.

Al llegar a la escuela de música clásica encontró a su tío dando clases de piano a una chica muy atractiva y de finos labios rosas. No quiso entrar, prefería mil veces dar un par de vueltas que entrar para que su tío comenzara a decirle que cosas quería que hiciera por él. Nunca le interesó ayudarle a dar clases de piano, era lo más aburrido. ¿Qué sacaba con hacerlo? Solo malgastar su tiempo libre.

Escuchó un estruendo no muy lejos de donde se encontraba, curioso caminó viendo a dos lindas chicas con escuches de violín gritarle al que ahora pasó a su lado muy rápido. Observó hacia atrás y se fijó que había entrado al salón donde supuestamente estaba su tío.

Sin darse cuenta ya estaba caminando de vuelta mirando atentamente a través del vidrio de la puerta, ¿curiosidad? No siempre es bueno ser curioso, pero una voz interior le decía que debía regresar y entrar a ese salón. Lo primero que vio al entrar fue un agitado cuerpo respirando con dificultad, a su tío hablándole al chico que tenía en frente dándole la espalda y a la muchacha mirarlo con sorpresa.

- ¡Kei! – lo llamó su tío poniéndose de pie para saludarlo con un gran abrazo – pensé que no vendrías – le saludó y sonrió.

- Arioka este es mi sobrino, como te prometí tendrás un tutor ya que no tengo mucho tiempo para dedicarte – dijo el señor con una amplia sonrisa a unos aturdidos chicos que no podían dejar de mirarse.



Titulo: Cookie Factory (Fábrica de galletas)
Autor: Yuuki
Pareja: YamaJima (Hideaki Takizawa)
Género: Slash, Lemon? AU
Estado: Proceso

Resumen: Ryosuke que siempre fue el consentido de su familia, es ahora comprometido pero para su sorpresa y molestia, su prometido es un chico completamente desconocido y que al parecer está enamorado, pero no de él.


Capitulo 1
Capitulo 2

El chico más atractivo, caprichoso y rebelde de la mansión bajaba las escaleras en bata, ya era las doce pasadas y el aun seguía sin vestirse. Estaba molesto porque nadie había ido a despertarlo.

-¡María! – gritaba caminando a paso veloz al comedor, su expresión de molestia alertaba a todos los empelados, nunca era bueno hacerlo enojar – ¡María! – volvió a llamar a la sirvienta, esta llego corriendo con las manos mojadas, había estado ocupada en la cocina.

-¿¡porque no me despertaste!? – le grito, la chica dio un respingo por el fuerte volumen de su voz.

-señor usted dijo que nadie lo molestara – le dijo la chica con la mirada baja.

El muchacho recordó que les había dicho eso a la servidumbre antes de irse a su habitación, tendría una noche muy activa y no quería que nadie lo molestase, había tenido sexo con la menor de las sirvientas por más de tres veces esa noche.

Sin dar explicación ni disculpas alguna volvió a su habitación encontrando aun ahí a la chica.

-Arimi – llamo a la chica para despertarla mientras una de sus manos iba delineando su cuello hasta llegar a su espalda baja. La chica se despertó sintiendo un escalofrió recorrerle el cuerpo – prepárame el baño – le dijo con voz gentil. La chica tratando de cubrir su cuerpo con las sabanas tomo su ropa y en silencio comenzó a vestirse.

Yamada no le prestaba mucha atención, estaba pensando en la hora, esperaba la llegada de sus padres. Hace una semana se habían ido a Italia, no sabe el motivo tampoco les pregunto. Esa semana no había sido tan aburrida pero pudo haber sido mejor si su padre no hubiera despedido a las más jóvenes sirvientas de la casa con la excusa de que con unas 5 bastaba, solo había dejado a Arimi que era de su misma edad, pero su padre no sabia nada de lo que el hacia con ella. Ya estaba en edad de probar cosas nuevas era lo que pensaba.

Después del relajante baño que tomo se vistió muy elegante para salir a dar una vuelta por el pueblo. Tenía muchas ganas de salir a ver chicas lindas con esos vestidos elegantes.
La llegada del mayordomo interrumpió sus pensamientos, recordó que antes de todo primero tenia que cumplir con sus deberes como prepararse para sus clases de ingles que su padre insistió que debía tomar, ya llevaba dos semanas con aquellas clases pero le aburrían por que no le entendía nada a ese viejo que lo único que hacia era llamarle la atención por no tomarlo en cuenta.

-yamada-sama tu tutor acaba de llegar – le dijo el mayordomo acercándose para acomodarle mejor la camisa

-¿Hideaki porque mejor no me das clases tu? – le pregunto abrazando al mayordomo por el cuello casi colgándose de el de puntillas – eres bueno con el ingles te he escuchado practicarlo cada vez que te encierras en tu habitación con Josephine - sonrió al ver el aspecto que tenia el mayordomo en su rostro – si lo practicamos como lo haces con ella podría aprender más rápido, ¿no crees?

Quería a toda costa zafarse de esas clases aun si debía seducir a su joven mayordomo aunque ni loco se acostaría con el, no le interesaban los hombres pero de verdad odiaba esas clases. El mayordomo dio un suspiro, no era la primera vez que hacia aquello, este era el tercer intento en la semana y la tercera vez que rechazaría tal proposición. Alejo delicadamente al muchacho para terminar de acomodar su camisa.

-no es bueno hacer esperar a su tutor, lo esta esperando en el despacho de su padre o si prefiere tener las lecciones en el jardín se lo hare saber para que lo espere ahí – yamada inflo las mejillas y le dio la espalda.

-¡no pienso ir! – dijo cruzándose de brazos

-pero señorito….

-¡no iré! ¡Dile que se largue y que no vuelva! – camino hasta el armario y ahí se encerró. El mayordomo corrió para impedirlo pero no alcanzo a tomar la puerta antes de que se cerrara.

-señorito si no baja su padre se podría molestar – y aunque su padre estuviera de viaje, de vuelta terminaría enterándose de todo suceso en la mansión.

-¡pues que se entere porque no tomare más esas tontas clases! – el mayordomo no tenia de otra, bajo avisándole al tutor que el señorito no se encontraba muy bien, el tutor lo entendió y se retiro.

Yamada no salió en todo el día de su habitación, eran las 6 de la tarde y aun no comía nada. Había rechazado toda la comida que le habían llevado a la habitación.

A las afueras de la mansión entraban dos carruajes, los sirvientes salieron a recibir a los señores que llegaban de su viaje. El viejo mayordomo los ayudo a bajar del carruaje. Todos hicieron una reverencia. Del otro carruaje bajaron una pareja junto con un joven. Hideaki se le quedo mirando intercambiando miradas con el chico hasta que la voz del señor Yamada lo interrumpió.

-¿Hideaki donde esta Ryosuke? – le pregunto el señor.

-en su recamara señor, no a querido salir de ahí en todo el día – dijo con miedo. El estaba a cargo del joven pero no sabia como llevarse con el, Ryosuke era muy rebelde.

-Josephine – capto la atención de la sirvienta – hoy tenemos invitados preparen sus habitación y la cena de hoy será especial preparen todo y hagan sentir cómodos a mis amigos – la sirvienta hizo una reverencia y ordeno a las demás que llevaran las maletas.

Hideaki volvió a cruzar miradas con el chico antes de retirarse para ir en busca de Ryosuke a la habitación. Al llegar golpeo la puerta antes de entrar y encontrándolo sobre la cama como un capullo.

-señorito su padre a llegado, desea verlo – pero el menor parecía no escucharlo, se acerco dándose cuenta que estaba dormido, lo zarandeó un poco hasta que abrió lentamente los ojos.

-¿que sucede? – dijo frotándose los ojos para tratar de despejar bien su vista.

-su padre quiere verlo – el chico se incorporo sobre la cama sentándose a la orilla, sin decir nada el mayordomo se agacho para ponerle los zapatos – llego con unos amigos, dijo que seria una cena especial – acomodo su revoloteado cabello – hay un chico de su misma edad- se alejo de el para que se pusiera de pie y acomodo su camisa

-tengo hambre Hideaki dame algo de comer – el mayordomo dio un suspiro. No lo regaño ni nada pero no le faltaban las ganas de querer hacerlo.

-la cena pronto será servida

-pero quiero comer ahora – hizo un puchero, siempre le resultaban con el joven mayordomo.

Le tomo de la mano para llevarlo a la cocina y ahí le dieron algo de comer. Ryosuke disfruto de su postre aunque no fuera suficiente para quitar su apetito no pidió nada más ya que pronto estaría la cena. Camino hasta el despacho de su padre y en el momento en que pretendía entrar vio salir de ahí a un chico que por cierto le pareció muy atractivo, solo se quedaron mirando no se dijeron nada y Ryosuke entro. Su padre lo recibió con un gran abrazo, estaba con otro señor que no recordaba haber visto.

-padre – dijo el menor captando su atención – no seguiré tomando las lecciones de ingles – tenia que decírselo y aunque su padre insistiera no las tomaría.

-esta bien – por un momento no reacciono por lo impresionado que estaba, pensaba que lo castigaría o lo obligaría a seguir con las clases – por cierto hijo quiero presentarte a un amigo y nuevo socio.

-¿socio? – pregunto.

-si, con la ayuda de los Nakajima construiremos una fábrica – en verdad eso a Ryosuke no le interesaba para nada, sonrió aparentando estar feliz por lo que le acababan de anunciar – y por cierto hay otra cosa más pero eso lo anunciaremos en la cena, mejor vamos.

Caminaron hasta el comedor, ahí ya se encontraba su madre junto a una señora y aquel muchacho que lo miro a penas cruzo el marco de la puerta. No lo podía negar, ese chico le causaba una sensación extraña. Seguían mirándose a los ojos cuando su madre tapo toda su vista al acercarse y abrazarlo fuertemente demostrándole cuanto lo había extrañado.

Le presentaron a la familia y por fin pudo saber el nombre del que no dejaba de mirarlo. En eso llega Hideaki poniéndose de pie detrás de Ryosuke, Hideaki no podía dejar de mirar al otro chico el cual no le tomaba atención y solo se concentraba en comer tranquilamente mientras escuchaban las conversaciones de los mayores. Los dos menores estaban en silencio hasta que su padre le dirigió la palabra.

-Ryosuke se que para ti esto puede ser algo extraño pero no quiero que te lo tomes a mal, con tu madre y los de Yuto decidimos que para ser más unidos debíamos ser todos una familia – Ryosuke escuchaba atentamente a su padre mientras se llevaba un pedazo de pan a la boca – te hemos comprometido con su hijo – en ese momento la cara de Ryosuke se había puesto más blanca de lo normal, tenia el pan atorado en su garganta y le costaba respirar.

Hideaki se acerco inmediatamente para ayudarlo golpeándole la espalda, después de que todo se tranquilizara, tomar un baso de agua y volver a respirar llevándose una mano al pecho porque aun su corazón estaba acelerado.

-¿¡QUE!? – grito. Los padres se sorprendieron – ¡SOY UN CHICO! ¡COMO PUEDES COMPROMETERME CON OTRO CHICO! – grito aterrorizado por la simple idea de casarse con otro hombre – ¡TÚ! –dijo señalando con el dedo a Yuto el cual levantó la vista para mirarlo – ¿¡NO LES DIRAS NADA!?

-ellos ya lo decidieron – respondió tranquilamente. Ryosuke no podía creer lo que acababa de escuchar. No, el nunca se comprometería con un chico menos por la estúpida idea de hacer más unida la familia, ¿que estupidez era esa?

Molesto se puso de pie y sin decir nada se retiro del comedor haciendo oídos sordos de los gritos de su padre y madre. Hideaki lo siguió pero al momento en que entraba a la habitación le grito que quería estar solo y cerró la puerta en su cara.

¿Que tenían en mente sus padres como para comprometerlo con un hombre? Estaba muy molesto como para salir de su encierro y hablarle a sus padres por un buen tiempo. Las horas pasaron y miro por la ventana como ya estaba todo oscuro, siempre pensó que la luna se veía hermosa en medio de tanta oscuridad. Mientras embobado seguía mirando la luna algo se movía en el jardín, curioso trataba de ver pero estaba demasiado oscuro.

“A de ser un animal” pensó, en el momento que disponía a cerrar la ventana por el aire frio que había, vio pasar a Yuto y se le quedo mirando con el seño fruncido. Tenia que hablar con el y dejarle las cosas bien claras, el no era homosexual y mucho menos se comprometería con él.
Bajo al jardín encontrándolo aun ahí de pie.

-¡hey! – le grito para llamar su atención. Yuto solo lo miro por un momento y volvió su vista a lo de antes. Ryosuke se paro a su lado mientras lo miraba molesto – ¿no me dirás nada?

-¿decirte que? – dijo muy serio. Nunca en su vida se había sentido tan intimidado cuando alguien lo miraba. Yuto tenía sus ojos clavados en los de Ryosuke.

-el compromiso… no lo acepto –desvió la vista debido a que se sentía nervioso. ¿Como podía un chico ponerlo nervioso con tan solo mirarlo unos segundos? – no me gustan los chicos

-¿alguna vez has besado a uno? – le pregunto el más alto sin quitar ese semblante elegante y caballeroso.

-claro que no, no me gustan – hizo una mueca de asco de solo pensarlo.

-si no has besado a uno no deberías decir eso – el mayor lo miro como si no comprendiera sus palabras, ¿que tenia que ver besar a un chico para saber si le gustaban o no?

El más alto con una corta reverencia dio como finalizada la conversación cosa que le molesto en demasía a Ryosuke. Lo tomo del brazo para que no se fuera y lo dejara ahí solo, lo miro aun más molesto, no quería doblegarse a la mirada del más alto pero se le hacia cada vez más difícil, esa mirada tan profunda que no le transmitía nada y solo lo ponía nervioso como si quiera ver a través de él y saber lo que piensa. Sin cambiar su expresión Yuto se fue acercando.

-buenas noches – le susurro antes de dejar un casto beso en la comisura de sus labios y se retiro dejando perplejo al mayor con los ojos aun abiertos por el beso. Trato de decir algo y detenerlo estirando su mano para agarrar su brazo, pero su voz no salió y menos pudo dar un paso para darle alcance.

Llevo ambas manos a su boca, aunque solo haya sido en la comisura de sus labios no se lo perdonaría.

Llego corriendo a su habitación camino en círculos pensando que hacer, tenia que demostrarle quien era Yamada Ryosuke, estaba dispuesto a golpearlo por lo del beso. Decidido salió hecho furia de la habitación, entre todas las habitaciones del tercer piso busco la de Yuto hasta que la hallo pero solo estaban sus maletas sobre la cama, él no se veía por ninguna parte.

La maleta que se encontraba abierta le daba mucha curiosidad ya que tenía una linda caja musical. La abrió y al instante comenzó a sonar una melodía que le pareció muy hermosa, había un papel doblado y de color amarillo dándole más curiosidad aún. Ya que el dueño de aquello no se encontraba dejo la caja a un lado abriendo el papel.

Era una carta con muy bonita caligrafía pero tenia partes borrosas, la tinta estaba corrida, quizás se había mojado. Se disponía a leer cuando escucho abrirse estrepitosamente una de las puertas. “Chinen Yuri” alcanzo a ver que tenia escrito antes de desviar la mirada y encontrarse a Yuto con una toalla amarrada a su cintura. Se le acerco rápidamente arrebatándole el papel de las manos el cual guardo en la misma caja y cerro la maleta.

-¿que haces revisando las cosas de los demás? – pregunto molesto

-porque te molestas solo vine a buscarte pero no estabas – miraba como su cuerpo estaba completamente mojado con las gotas de agua resbalando por su cuerpo – ¡cierto! – dijo sacando todo pensamiento “raro” de su mente –¡porque me besaste! ¡No te acerques a mí!

-si no quieres que me acerque ¿para que vienes a mi habitación? – instintivamente Ryosuke dio un paso hacia atrás cuando lo vio voltearse – ¿porque te alejas? – dijo dando un paso hacia adelante, Ryosuke retrocedía con cada paso hasta llegar a la fría pared.

-¡no—no te acerques! – le dio una bofetada arrepintiéndose al instante, iba a disculparse pero Yuto tomo sus labios dándole un salvaje beso introduciendo su lengua. Ryosuke trato de alejarlo pero el alto lo tomo de ambas piernas sin darle de otra que sostenerse de su cuello por miedo a caer. Cerraba fuertemente los ojos, avergonzado, le gustaba, le estaba gustando lo salvaje que era para besarlo y eso le disgustaba, no le podía gustar besar a otro chico. Se estremeció al sentir la fricción de su entrepierna cuando Yuto lo apretó más contra la fría pared. Sus labios se movían y era Ryosuke el que no quería separarse abrazándolo del cuello para no alejarlo.

Sus entrepiernas se frotaban por sobre la ropa ahogando cada suspiro en el beso que ninguno de los dos quería terminar pero no todo era eterno y Yuto se separo de el y lo bajo. El mayor en un momento de vergüenza lo empujo para luego darle una bofetada y salir corriendo de ahí.

Ryosuke se cubría la boca aun sin creerse lo del beso mientras Yuto recargaba ambas manos en la pared pensando que no debió besarlo pues su corazón siempre le pertenecería a otra persona.

Estaban camino a la escuela. Está de más decir que se fueron los seis juntos en la misma limusina. Ryosuke no fue capaz de mirar a la cara a Yuto en todo el camino, se sentía muy avergonzado pensar que los vio sobre la cama casi desnudos y con la mano del mayor en su… se mordió el labio de solo pensar en la reacción del menor, era su idea o su reacción había sido demasiado extraña? La mayoría de los empleados cuando los descubrían se ponían nerviosos y salían corriendo pidiendo disculpas.

Por otro lado Chinen y Daiki parecían no entender esa tensa atmosfera que se había formado desde el desayuno. No dejaban de mirar la seria expresión de Yuto, esa cálida sonrisa que lo caracterizaba se había borrado por completo esa mañana.

Yuya no aguantaba más, estaba a punto de perder la paciencia porque Ryosuke no dejaba de jugar con sus dedos y eso estresaba al mayor.

- detente – le pidió su medio-hermano posando una mano sobre las de él para que dejase de moverlas. Ryosuke lo miró un poco sorprendido, desvió la mirada al frente topándose con la mirada de Yuto, incomodándose, desviándola enseguida, sentía sus mejillas arder.

Daiki miraba a Kei el cual era indiferente a todo lo que sucedía, con la mirada perdida hacia al otro lado del vidrio mirando quien sabe qué y pensando en qué, no entendía al pelinegro, era extraño y sobre todo un gruñón, ni el anciano que cuidaba el jardín del orfanato era tan gruñón como él.

Cuando llegaron a la escuela Kei fue el primero de los que salió de la limusina para dirigirse directo a su salón sin querer esperar a Yuya como siempre lo hacía. Yuri y Yuto caminaron juntos dejando al mayor atrás el cual miraba la amplia espalda del más alto. Yuya se dirigió a su salón junto con Daiki, no tenía nada contra él pero no sabía si comenzar una conversación.

- ¿y como comenzó el primer día? – fue lo primero que salió de sus labios.

- muy difícil – le respondió el menor – ¿siempre es así de gruñón? O sea, ¿siempre ha tenido esa expresión seria y como si nada le importase? – Yuya rió ante su pregunta

- ¿te cae mal Kei? – le preguntó

- claro que no, ni siquiera lo conozco, solo que es muy grosero – dijo recordando lo de anoche y esa mañana.

- hay que tenerle paciencia, cuando lo conozcas bien veras que es completamente diferente – dijo sonriendo, lo dejó fuera de su salón y partió al suyo. Daiki al entrar encontró al mayor hablando con otro chico que al estar de espaldas no supo quién era, pero tampoco le tomó mucha importancia. Se dirigió a su asiento pero el desconocido lo abrazó del cuello acercándolo mucho a su cuerpo.

- ¡Dai-Chan! ¿Por qué no me saludas? Ahora que somos compañero creo que podríamos pasar mucho tiempo juntos y salir con unas cuantas chicas – lo último se lo susurró el oído para que su amigo no escuchara, Daiki no pudo evitar soltar una risita.

- no tengo tiempo para esas cosas, tampoco me interesan – le dijo ubicándose en su asiento

- ¡¿EH?! ¡¿No me digas que eres gay?! – gritó, pero por suerte eran los únicos en el salón, Daiki se relajó así no pasaría vergüenza.

- no seas tonto, solo es que tengo cosas que hacer – le respondió un poco molesto por haberle gritado.

Kei los observaba atentamente mirando cada expresión del menor cuando Yabu le hacía preguntas extrañas.

- pero un día de estos tienes que salir conmigo de seguro muchas chicas querrán ir con nosotros al karaoke si vas tú – el menor arqueó una ceja, un niño rico malgastando el dinero con chicas en un karaoke.

~*~*~

Al llegar al salón dejaron sus cosas sobre sus pupitres. No le tomaron mucha atención a Ryosuke que se encontraba sobre su silla mirando por la ventana pensando en lo sucedido esa mañana, no se podía sacar de la cabeza que Yuto los viera.

- Inoo-kun - le habló una chica sacándolo de sus pensamientos. Que lo llamasen así era demasiado extraño, no estaba acostumbrado. Siempre era Ryosuke o Yamada.

- dime – la miró, la chica estaba un tanto sonrojada y nerviosa.

La chica comenzó hablar pero él no le podía tomar ni un poco de atención ni siquiera mirarla. Estaba embobado mirando como Yuto y Yuri hablaban, el menor sonriéndole nervioso. No podía escuchar que era lo que estaban hablando, quería saber. No fuera que Yuto le estuviese diciendo lo de esa mañana. En un impulso se puso de pie tan rápido que dio vuelta la silla. Todos los que se encontraban ahí se le quedaron mirando y Yuto no fue la excepción.

Sin pensarlo caminó hasta estar frente a Yuto lo tomó del brazo y lo sacó del salón. Chinen atónito a la reacción del mayor, la chica con las palabras en la boca y los demás curiosos por lo que había sucedido. Ahora todos se preguntaban si acaso esos dos se conocían o eran amigos.

Fuera del salón Ryosuke no soltaba la muñeca del más alto, caminaban por los pasillos sin saber a dónde, ahora que lo había sacado y llamado su atención no sabía que decirle, inventar alguna excusa… no se le ocurría ninguna.

- amo Ryosuke – lo llamó el que se encontraba detrás suyo. Detuvo sus pasos pero no fue capaz de voltearse – ¿necesita algo? – su mente en blanco… necesitaba inventarse algo, pero nada le iba a la mente –am…

- ¡Yuto! – gritó sobresaltándolo, se volteó y lo miró.

Silencio…

Yuto esperaba que hablase.

- ¿se encuentra bien? – le preguntó al percatarse que el rostro del mayor estaba demasiado rojo. Sospechaba que podría ser lo que tenía así a Ryosuke. Suspiró para luego sonreírle. – no se preocupe, no diré nada de lo que vi, no soy ese tipo de persona.

Ryosuke se tranquilizó con eso, pero no sabía por qué aun sentía una angustia en su pecho, algo le incomodaba. Sin más que decir tomó la mano del mayor que aun no reaccionaba llevándoselo de vuelta al salón. Cuando volvieron el profesor ya estaba dentro pero solo porque hoy estaba de buen humor los dejó entrar.

El día pasó de lo más normal, Yuri con su acoso de preguntas hacia Yuto lo cual no tuvo mucho éxito porque Yuto no soltó ni una palabra evitándolo o cambiando de tema.

Ya era la hora de almuerzo por lo cual los seis se reunieron en el comedor pero divididos en dos grupos por lo cierto bien alejados los unos a los otros, pero de igual manera de vez en cuando se miraban sin poder evitarlo.

- ¿Kei pasó algo con tu sirviente esta mañana? – preguntó Yuya mirando al trió de chicos que se veían muy divertidos conversando quien sabe que.

Inoo lo ignoró, estaba más entretenido leyendo el libro que tenía en las manos.

- no deberías de ser grosero con Arioka – volvió hablar, Ryosuke lo miró con el seño fruncido aunque no le extrañase que Inoo fuese grosero con medio mundo.

- ¿con quién? – el mayor y menor se sorprendieron, ¿cómo era posible que ni siquiera recordara el nombre de su sirviente? Ryosuke sin poder evitarlo estalló en risas seguido de Yuya – ¿ahora de que se ríen? – les preguntó cabreado.

- ¡¿cómo… cómo no puedes recordar el nombre de tu sirviente?! –habló entre risas el menor, tratando de recuperar el aire.

Mientras tanto el otro trió de chicos miraban sospechosamente a los del otro lado del comedor.

- Yuri… - habló en susurro el mayor de los tres – ¿no crees que Yuya y Ryosuke son muy raros? – Yuri asintió encontrándole toda la razón. Sintió un escalofrió al recordar lo de esa mañana – ¿qué sucede? – le preguntó al posar la mirada sobre él y ver su rostro demasiado pálido.

- me da miedo – le comentó

- ¿quién te da miedo? – curioso, aun se hablaban en susurros

- Ryosuke… ¿sabias que esta mañana me atacó? – la conversación estaba muy interesante para los dos, Yuto los miraba con el seño fruncido.

Hasta Daiki les relató lo que le había sucedido a él esa misma mañana. Hablaba tan fluidamente como si lo que hizo fuera algo muy normal. Hacia muecas cada vez que decía el nombre de su amo. Los dos menores lo miraban con rareza.

-----

Un chico alto y de pelo castaño claro se acercó a la mesa de los tres hermanos Inoo, sentándose al lado de su amigo haciéndose notar con su peculiar tono de voz. Los tres lo miraron queriéndole decir que se callara o se largara cosa que el chico no tomó en cuenta.

- Ryo-chan – al menor le molestó ese tono de voz que usó para referirse a él – mira lo que encontré – dijo extendiéndole una revista – ¿por qué no te pones esto y modelas sexymente para mi revista? – preguntó felizmente emocionado, con una gran sonrisa en su rostro.

- ¡estás loco! ¡Nunca usaría eso! – le arrebató la revista con intenciones de hacerla pedazos pero una espeluznante idea llegó a su mente y sin decir nada se puso de pie y se alejó de ellos.

Ninguno lo dejó de mirar hasta que se perdió de vista por el extenso pasillo.

- por un momento pensé que me golpearía – dijo el pelicastaño pensando en los fuertes golpes del menor.

- créeme que lo hubiera hecho sino fuera porque… ¿por qué? – se preguntó el mismo

- ¿crees que su cabeza se haya fundido al imaginarse con eso puesto? – preguntó Kei

- tal vez – respondió yuya

- como sea – la sonrisa volvió a su rostro – me retiro a la otra mesa byebye~ - y se despidió de los chicos con un gesto de mano. Corrió a la mesa de los tres mejores amigos sentándose agresivamente al lado de Daiki abrazándolo exageradamente. – Dai-chan ¿quiénes son ellos?

Los tres pensaron lo rarito que era aquel chico, pero como si nada siguieron conversando pero tomando en cuenta al que había llegado.

~*~*

Ryosuke caminaba por los pasillos con celular en mano esperando a que le contestaran la llamada.

- Kyo – dijo cuando por fin le contestaban la llamada – ¿podrías conseguir los artículos de una revista? – con una gran sonrisa y plan malévolo continuó hablando con el mayordomo de la mansión mientras seguía caminando por los pasillos de la escuela.

~*~*~

Por fin las clases habían acabado y todos se retiraban a sus casas para descansar, otros para irse a divertirse por ahí, después de todos los ricos tenían mucho tiempo libre.

Kei caminaba detrás de Yabu el cual no soltaba ni un momento al pequeño Daiki que para nada se veía incomodo con él. Yabu le insistía en irse juntos al karaoke con un grupo de chicas para divertirse, pero el menor seguía rechazando su invitación marcando en sus palabras un “otro día” sabía perfectamente que no podía ir a ninguna otra parte, después de la escuela volvía al trabajo como sirviente en la mansión de los Inoo.

La limusina ya los esperaba fuera de la escuela, dentro estaban todos, solo faltaba Daiki que con la atenta mirada de Yabu ingresó tomando su puesto al lado de Yuto, pero Yabu no los podía ver. Cuando Kei se disponía a entrar Yabu lo tomó del brazo impidiéndole ingresar a la limusina.

- ¡¿piensas llevarte a Dai-chan para ti solo?! ¡¿Como lo convenciste?! ¡¿Qué le harás?! ¡Yo también quiero ir! – Kei se sonrojó cuando Yabu exageró con el “qué le harás” se zafó de su agarre y lo miró furioso.

- nos divertiremos mucho con “Dai-chan” – dijo Yuya bajando un poco el vidrio para mirarlo – pero lástima que no puedas participar, no estás en la lista – con Kei ya dentro el chofer partió dejando a un Yabu con mil y un ideas en la cabeza.

- ¿por qué le dijiste eso? – le pregunto Kei molesto, aun sin creer las estupideces que podía decir su amigo.

- porque es cierto – dijo Ryosuke llamando la atención de todos – hoy nos divertiremos mucho con Dai-chan – todos notaron ese tenebroso tono de voz – Kei-chan me prestaras a tu sirviente ¿verdad?

A Kei no le importaba para nada lo que fuese a ser con él así que el permiso se lo dio y si quería se podía quedar con él, pero a Ryosuke le bastaba con tenerlo un par de horas para llevar a cabo su plan. Daiki sintió escalofríos al pensar que podría querer Ryosuke con él.
Cuando llegaron Ryosuke tomó de la mano a Yuri y a Daiki llevándoselos con él. Después de que Kyo los recibiera se dirigió a la alcoba del menor de los hermanos.

- Ey tú, llévame algo fresco a la habitación – ordenó Yuya a su sirviente. Yuto frunció el seño y sin más qué hacer fue a cambiarse de ropa para luego ir por algo fresco.

Kei caminó a paso lento hasta su habitación, al pasar por la de Ryosuke podía escuchar claramente unos gritos. Quería saber que era lo que estaba pasando ahí dentro pero su orgullo no se lo permitía.

~*~*~

- ¡no puedo usar eso! – gritó Daiki aterrorizado

- oh si claro que puedes, créeme que puedes - dijo Ryosuke

A Yuri no le dio de otra que obedecer y ponerse lo que le habían ordenado, avergonzado ahora por lo que usaba y por como Daiki lo miraba.

- ¡no pienso usar esto! – gritó Daiki corriendo hacia la puerta para salir de la habitación. Ryosuke le alcanzó tomándolo por la camisa y ordenándole a Yuri que le ayudase a cambiarle la ropa.

Daiki no paraba de gritar y moverse para impedir lo inevitable.
Al igual que Kei, Yuya pasó por afuera de la habitación de Ryosuke para dirigirse a la suya escuchando los gritos de Daiki, pero él no se quedaría como si nada, se acercó a la puerta para abrirla pero esta estaba con seguro. Golpeó la puerta llamando a Ryosuke para que lo dejase entrar.

Cuando la puerta por fin se abrió sus ojos de abrieron de par en par.

~*~*~

Desde su habitación se podían escuchar los gritos de Daiki pidiendo… ¿ayuda?. Su curiosidad ya era muy grande, salió de la habitación con el pretexto en mente de tener sed y querer tomar algo refrescante. En el pasillo vio a Yuya golpeando la puerta de esa ruidosa habitación. Se acercaba a él cuando la puerta fue abierta y al igual que su hermano abriendo los ojos de par en par al ver a Daiki salir de ella desesperadamente.

- ¡no quiero! – gritó el chico saliendo con un vestido de sirvienta con Ryosuke tras él para terminar de vestirlo – ¡¡aléjate, aléjate!!- gritaba desesperado.

- ¡ven acá Daiki! – gritó Ryosuke. Daiki no miraba al frente chocando y llevándose a Yuto al piso.

- pero qué… - se quedó sin habla al ver a su amigo sentado sobre sus piernas con un vestido demasiado corto y muy ajustado a su cintura, una cinta en su cuello a medio anudar, una liga en su muslo izquierdo y en el rostro… lágrimas a punto de salir.

Levantó la vista encontrándose con la de Ryosuke, se puso de pie ayudando luego a Daiki que al instante se escondió detrás de él.

- Daiki termina de vestirte – le ordenó el menor sosteniendo en sus manos algo que parecía ser unas medias de color negro.

- ¡ni hablar! ¡Aunque me paguen no usare esto! - Respondió aun escondido tras la figura de Yuto.

- ¡ah! – se escuchó un grito detrás de los mayores que voltearon asustados – ¡Yuto tu ropa! – a los dos hermanos mayores y a Yuto se les fueron los colores del rostro.

Chinen vestía igual que Daiki solo que su vestimenta estaba más completa ya que por ordenes había termina de vestirse. Se acercó a Yuto tocando su camisa mojada por el jugo que se derramó sobre él cuando Daiki le cayó encima. Ninguno le quitó la vista de encima, parecía una chica y eso nadie lo podía negar.

- ¿verdad que se ve adorable? – comentó Ryosuke con una picara sonrisa en sus labios – Daiki te podrías ver igual si terminaras de vestirte

- de ninguna manera, soy un chico ¡UN CHICO!

- Daiki – Yuto volteó un poco el rostro para mirarlo – deberías de obedecer - y todo el mundo de Daiki y su masculinidad se fue abajo con las palabras de su amigo.

Ryosuke lo tomó del brazo para llevárselo una vez más dentro de su habitación pronunciando un “desde hoy esos serán sus uniformes”. A Yuri no le parecía de nada extraño usar falda, por primera vez pensaba que usar algo así era muy cómodo.

- ¡¡Alto ahí!! – el aire se tensó deteniendo todo movimiento y respiración en el pasillo – esto es mío – dijo Kei tomando del brazo a Daiki – y no usará algo tan ridículo.

A Daiki le encantó que el mas rarito ahora estuviese siendo el más normal, su mundo volvía a formarse gracias a Kei y sin oponerse se fue con él. Cuando entraron a la habitación de Daiki todos volvieron a respirar tranquilamente. Yuya se acercó a Ryosuke y miró por un momento a los otros dos.

- ¿a él no le cambiaras el uniforme? – le preguntó a su hermano mientras apuntaba con un dedo a Yuto.

- ¿eh? ¿Por qué? Yuto no tiene cara de chica, además, le queda mejor el traje que lleva puesto y hace juego con el de Yuri. – el mayor no dijo nada más y miró de reojo a Yuri que hablaba con Yuto el cual estaba… ¿sonrojado?

- iré a cambiarme de ropa

- ¿y mi jugo? – preguntó Yuya con tono de molestia

- no te preocupes, Yuri puede ir por el – le dijo Ryosuke y sin esperar más el menor caminó en direcciones a la cocina.


Camino a la cocina varias empleadas se le quedaron mirando identificándolo al instante pero les parecía tan adorable que solo lo observaban y murmuraban lo “linda” que se veía.


El rubio ya se había ido a su habitación a esperar su refresco. Comenzó a reír escandalosamente al recordar la cara de Daiki cuando corría de las garras de Ryosuke y la expresión de Kei al verlo con ese vestido tan corto pero al pensar en Yuri, pues no se veía para nada mal.

Mientras él seguía pensando en la apariencia de Yuri, este llegaba ya con una bandeja y el vaso en medio. Golpeó la puerta sacando de sus pensamientos al rubio. Le hablo desde adentro y entró.

~*~*~

Kei fruncía el seño mientras miraba a Daiki que estaba frente a él aun con ese “horroroso” vestido, desde que habían entrado a la habitación no se habían hablado y como hacerlo si no lo hacían desde esa mañana. Aun estaba molesto por haberlo desvestido cuando estaba durmiendo, no quería ni imaginarse que hubiera pasado si Daiki hubiera terminado de desvestirlo y el aun durmiendo, de solo imaginarlo un escalofrió le recorrió por el cuerpo.
Ahora estaba más molesto que en la mañana, no soportaba ver al chico frente a él con ese traje de sirvienta, falda demasiado corta y muy ajustada. “¿Cuan delgado era?”, esa pregunta pasó por su cabeza y curiosamente se acercó al chico. Daiki lo miró hasta tenerlo en frente, cerca… muy cerca pero para él no era para nada extraño después de todo los dos eran chicos, ¿no?. Estaba acostumbrado a tener mucha cercanía con sus amigos y no sentía nada raro tener a Kei tan cerca.

Varias veces durmió con Yuto y Yuri por eso tampoco se le hizo extraño desvestirlo en la mañana, pues a Yuri cuando no quería levantarse terminaba vistiéndolo dormido. Todos eran hombres por lo cual todos tenían lo mismo, ¿no? “Quizás el cuerpo de Kei tenga cosas que no tenga el cuerpo de Yuto y Yuri”, pensó el menor “quizás tenga un lunar escondido por ahí” ladeó la cabeza pensando en donde podría tener un lunar. En lo que había visto en la mañana no vio ningún lunar o quizás no se fijo bien.

- quítate eso – rompió el silencio el mayor mirándolo molesto.

Daiki no esperó ni dijo nada, llevó ambas manos a su nuca para tomar el zipper y bajarlo pero solo un poco. Forzó y forzó pero no quería bajar. El mayor se dio cuenta de que algo raro le sucedía.

- no baja – le dijo. Trató de sacarse el vestido por arriba pero estaba muy ajustado en su cintura – ¿me puede ayudar? – lo miró, Kei no creía muy conveniente acercarse mucho a Daiki, menos tocarlo, quería llamar a alguna sirvienta a que le ayudara con eso, pero llamar a una chica era peor. Se acercó, tomó la punta del zipper pero aun así no lograba bajarlo.

- esta atorado con la blusa – y como un rayo una idea pasó por su cabeza – ¿tienes tijeras? - le preguntó al menor el cual negó con la cabeza – no creo que Ryosuke se moleste si lo destrozo – dijo en voz alta pero para sí mismo.

- espere no creo que… - pero no pudo ni terminar de hablar cuando Kei lo volteo y tomando el vestido desde ambos lados del torso lo estiró, logrando así soltarlo y… destrozarlo – aaaah que alivio, estaba muy ajustado – soltó el menor tranquilamente ahora desabotonando la blusa quitándose completamente el traje, quedando solo en ropa interior. Cuando levantó la vista se fijo que los ojos del mayor estaban fijos en su figura – ¿sucede algo? – pero Kei no respondió, tampoco quitó los ojos de su cuerpo – ¿amo? – y todo pensamiento sano se fue al carajo cuando el mayor se le acercó con pocas intenciones de hacer algo sano.

~*~*~

El menor entró con jugo en bandeja y se acercó a Yuya que se encontraba sentado sobre la cama mirando toda acción del chico y aun pensando que se veía “lindo”. ¿Cómo pensar que “eso” antes era un estorbo? Ahora estaba siendo demasiado tentador como para no tocarlo. Ya frente a el tomó el vaso con jugo y le dio el primer sorbo. “sabroso, dulce y refrescante”.

- si no necesita nada más ya me retiro – Yuri se volteó para caminar en dirección a la puerta pero Yuya lo tomó de la muñeca y lo jaló para tirarlo sobre la cama. El chico se veía sorprendido y asustado, no podía estar pasándole lo mismo dos veces.

- aun te necesito – le dijo coquetamente, quería asustarlo como a esas anteriores chicas que trabajaron para él. Pero de pronto ese dulce rostro y esa expresión de miedo se borró completamente.

- ¿eh? ¿El amo quiere jugar? – esa voz no sonaba para nada al “dulce Yuri” que vio ese primer día. Ahora lo miraba como si lo incitara hacer cosas no sanas para la salud mental de ningún chico de 15 años – ¿con que quiere que comience?... podría ser el cuello – dijo delineando con su incide izquierdo el cuello del mayor – o quizás… ¿los labios? – sintió sus labios rozarse.

- tú… - sintió un escalofrío recorrerle por la espalda al fijarse que en la mirada del menor había deseo y lujuria – ¿quién eres? – pero el menor no le respondió, se limito a sonreírle. Su plan de asustarlo fue un desastre, ahora se encontraba entre la espada y la pared, quería probar sus labios y no porque sintiera algo por él, sino que solo quería tocarlos y ya, no necesitaba tener razones para hacerlo, ¿verdad?. Pero no podía, por un lado estaba Ryosuke al cual quería mucho, pero tampoco podía rechazar esa invitación que el “nuevo” Yuri le estaba regalando.

¿Qué hacer? ¿Alejarse y quedarse con las ganas o devorar de una vez esos labios que se veían tan apetitosos?





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