Pasos tranquilos y el sonar de las hojas de una pequeña libreta mientras el chico dueño de ella pasaba hoja por hoja leyendo la lista que había escrito.


- Pronto será mi cumpleaños~ - canturreaba un chico con un hermoso lunar debajo de uno de sus ojos – ¿a quién piensas invitar? – no dejaba de mirar la lista de nombres escritos con cuidado.

¿Qué era lo que llamaba tanto su atención? ¿Su apariencia de nerd? ¿Su flequillo que ocultaba gran parte de su frente y ojos? ¿Esos anteojos de marco grueso negro que no hacían más que empeorar su imagen? ¿Su cabeza gacha por lo tímido que era, por tanto nunca miraba a alguien directo a los ojos? ¿Su voz tartamudeante cuando cometía un error (o cuando no) y pedía repetidas veces disculpas?

Titulo: Gay Porn? (¿Porno Gay?)
Autor: D: osbios que yop
Pareja: YamaJima e_e aunque Yamada siempre es Pasivo cuando está con Yuto
Género: Slash, Lemon y weas de fetiches de Yamada por la pornografía (?)
Extensión: Oneshot
Nota: Fanfic para Maricielo e Ysawo, par de locas que les gusta el YamaJima y gracias a Ysawo por lo cotidiano que hizo en su día XD si no es porque nombraste que leiste mangas yaoi no se me hubiese ocurrido nada y de seguro tendría aun a la Maricielo diciendome que me olvidé del fic Yamajima que un día le prometí n.ñ
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Para el atractivo chico alto del grupo japonés Hey! Say! JUMP era completamente normal meterse en la casa de su mejor amigo, - que tan solo era mayor que él por meses - y husmear entre sus cosas, que por cierto, sabía en donde escondía todo lo que no quería que los demás mirasen o supieran de su existencia. Como las revista para mayores, apodadas PORNO que escondía detrás del ropero en su habitación, también las películas del mismo género que sabía que Takaki le había prestado (y aun no devolvía) escondidas en el espacio que había entre el cajón de su cómoda con el piso. También los mangas Hentai que Inoo le había regalado en su pasado cumpleaños, que el mismo pelinegro catalogó como "Demasiado Buenos".

El mejor amigo de Ryosuke se paseaba por el castillo preocupado porque su amigo aun no volvía, ya todos estaban dormidos y la ausencia del rey les traía muchos problemas. La persona mayor de la realeza, la princesa Aya parecía no estar enterada de la desaparición el príncipe Ryosuke.

Avergonzado por lo imprudente que estaba siendo al ir hasta su alcoba a altas horas de la noche, tomó aire y cuando se disponía a entrar escuchó una voz de un chico al otro lado de la puerta.

- Dónde está Ryutaro? – preguntó la princesa mirando fija y desafiante el cuerpo que se encontraba frente a ella haciendo una reverencia.

- Está herido – Keito se acercó mas a la puerta - Aya apretó los puños y la flor que tenía entre sus manos la destrozó – Yuri lo hirió y perdió mucha sangre.

- Yuri!? – la chica alzo la voz asustando a ambos incluso mas a Keito porque nunca había escuchado a la tranquila princesa alzar la voz de esa manera. Kota comenzó a ponerse nervioso y Keito a tener miedo de lo que creía que estaba pasando, aunque no estaba del todo seguro pero sabía que algo no estaba bien con Yuri.

- El príncipe Ryosuke está con él y el primer príncipe de las tierras del Este aun sigue vivo.

Ryosuke Susurró Keito con bastante preocupación.

La princesa comenzó a alzar la voz como nunca antes maldiciendo a ambos, a su hermano por ser tan estúpido por ir tras de Yuri y al príncipe mayor de las tierras del Este porque aun seguía vivo. Con bastante molestia se acercó al chico aun frente a ella que no cambiaba su postura a pesar de estar cansado por el largo viaje, tomó de su mentón presionando con sus dedos fuertemente, incluso dejando esa piel con marcas rojizas.

- Los quiero muertos a ambos!! – dijo refiriéndose a Yuri y Yuya que no hacían mas que fastidiar todo – si Ryosuke sale herido no me interesa – con brusquedad soltó su mandíbula y se volteó mirando los pétalos de flor que había presionado con tanto odio – que esperas! Ya vete!

keito corrió a esconderse detrás de unos pilares en medio de la oscuridad del castillo a penas escuchó los pasos acercarse a la puerta. Kota al salir se quedó unos momentos de pie fuera de aquella habitación. Movió los labios susurrando algo que Keito no logró escuchar y corriendo se marchó de ahí.

Tu serás la que mas sufrirá cuando te tenga entre mis manos

Keito sabía que era peligroso salir a esas horas de la noche, nadie le aseguraba que en el camino unos ladrones loa tacaran, pero tenía que hacer algo, Aya se hacía vuelto completamente loca y su amigo estaba en peligro. Nadie le creería si decía lo que había escuchado tras aquella puerta, el no era nadie ahí, no era autoridad, menos con la princesa presente y siendo ella la que planeaba horrorosas cosas que demás perjudicarían al reino.

Corrió hasta los establos y montó su caballo, si tenía suerte y nada lo detenía en su camino quizás llegaría a las tierras del Este al medio día del día siguiente.

****

Un quejido de dolor salió de entre sus rosados pero secos labios al sentir una molestia en su hombro. No sabía en qué momento cuando dormía se había volteado cargándose en su hombro herido. De a poco fue abriendo los ojos recordando lo último que había sucedido.

Preocupado quiso levantarse pero el peso de algo sobre su cintura se lo impedía. Trató de voltear encontrándose con una sorpresa. Inexplicablemente su corazón se aceleró un poco y sus mejillas se enrojecieron poniéndolo nervioso.

Con cuidado se fue incorporando en la cama para alejarse de Yuto que se encontraba profundamente dormido. Trató de hacer el menor ruido posible, no quería despertarlo, pero el brazo que aun se encontraba sobre su cintura lo haló cayendo dolorosamente de vuelta a la almohada, saliendo un doloroso gemido que sin duda había despertado al príncipe.

Con los rostros muy cerca se quedaron mirando en silencio hasta que Ryosuke de movió.

- Me está…

- Tu hombro está bien?

- Eh? – confundido por esos profundos ojos frunció el entrecejo.

- Que si tu hombro esta mejor – a medida que pronunciaba las palabras Yuto no cambiaba su expresión de seriedad, realmente preocupado por su herida.

Ryosuke solo respondió con un asentimiento de cabeza, pero una vez mas el silencio reinó sobre ellos causando un gran nerviosismo en Ryosuke y sin poder sostener mas la mirada la desvió hacia las sabanas para volver a sentarse. Yuto copió su acción sin dejar de mirarlo, no ahora que se había percatado que Ryosuke estaba nervioso.

- Sigues siendo el mismo de antes – Yuto rompió el silencio y para cuando se dio cuenta una mano se encontraba sobre su mejilla acariciándola con ternura y esa mirada que alteraba su cuerpo sin saber el por qué se posaba sobre sus ojos con cierto brillo en ellos, como si buscara algo al observarlos con tanta pasión.

Qué seguía siendo el mismo? eso no lo podía saber con clarisas, pocas cosas recordaba de gran parte de su vida. Muchos por qué en su vida que no había quien los respondiera, siquiera Aya sabía las respuesta a sus tantas preguntas o quizás solo fingía no saberlas, al igual que su padre.

Se perdía en sus pensamientos pensando que quizás, sin estar del todo seguro, Yuto lo conocía desde antes llegase ahí, sino sus palabras no tendrían sentido. Para cuando su mente volvía al presente y la vista se le ajustaba ya era tarde para reaccionar antes de que esos labios rozaran los suyos con temor. Podía sentirlos temblorosos y darse cuenta de lo nerviosos que estaba Yuto porque su mano que aun tenia sobre su mejilla también temblara.
Yuto movió lentamente sus labios haciendo un sonido húmedo cuando Ryosuke le correspondió. No encontraba el motivo, simplemente su corazón latía demasiado rápido sintiendo un dolor en el pecho como nunca antes. El príncipe frente a él no se sentía de diferente forma, solo que sabía por qué sentía eso, lo tenía mas que claro. Incluso todo su cuerpo temblaba por el contacto más que por el miedo a sentirse rechazado.

Al separarse volvieron a mirarse.

Qué fue eso? Se preguntó el príncipe dando un golpe mental saliendo rápidamente de la cama causando que torpemente cayera de ella.

- Maldición! – se quejó. Yuto rió por lo bajo por su descuido y se acercó para ayudarle a pararse – estoy bien – dijo al alejarse del mas alto.

- Será mejor que descanses – Yuto le sonrió con tristeza al sentirse el evidente esquivo del contacto con él y se alejó dirigiéndose a la puerta para salir.

- Espera! – lo detuvo Ryosuke pero sin intención de acercase – lo de hace un momento…

- Es muy tarde, será mejor que descanse, buenas noches – y salió de la habitación aunque esa era la suya, pero mejor dejársela a Ryosuke por esa noche.

*****

Las antorchas iluminaban los pasillos y a las afueras del castillo estaban los soldados haciendo guardia. Un cuerpo se movía entre las sombras ocultándose de la vista de todo aquel que rondara por ahí. Sigilosamente salió dirigiéndose a los establos pero ahora tenía un problema, no podía continuar ya que un soldado se encontraba de pie rondando el sector de los establos. Tomo una piedra lo suficientemente grande y la arrojo lo mas lejos posible causando un fuerte sonido cuando esta dio contra las demás de mas allá. En segundos el soldado marcho corriendo para averiguar quien irrumpía los jardines.

Con una gran sonrisa entro encontrándose a uno que otro caballo. Camino por la tierra llegando hasta donde quería.

- Lo prometido es deuda – dijo ya al frente de uno de los caballos que con sus dos grandes ojos negros lo observaba.

Entre sus ropas sacó tres zanahorias y se las dio al cabello. El chico corrió al verlo acercarse y tomar una para comer de ella. Amaba a su caballo y noche por medio lo iba a visitar para pasar un rato con el. Acaricio su frente y sus orejas mientras le sonreía.

- Daiki-sama – se llevó un gran susto al ver a su sirviente si es que eso era, porque nadie realmente sabía con exactitud que rol hacía aquel chico de cabellera negra junto al menor. Y sin poder evitarlo por el susto soltó un grito que hasta espanto al mas alto.

Escuchó unos pasos acercándose y deduciendo que sería aquel soldado tomó la mano de su sirviente jalándolo para que se agachara.
- Qué hace? No es necesario esconderse – dijo el alto.

- Shhh – lo calló el menor echando un vistazo, jaló una vez mas de la mano que no había querido soltar, escondiéndose ambos detrás del pequeño montículo de paja.

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FIN! :D

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