De pie frente a la entrada miraba hacia el exterior, dejando que su mente recreara tales recuerdos que muchas veces le hicieron sonreír y otras llorar, consumiéndose en ellas, dejando pasar los segundos que le parecían horas cuando aquella cálida sonrisa iba y venía a su mente, sonriendo solo para él, pero no era más que un recuerdo, un cruel recuerdo en esos míseros segundos que pasó de pie junto al ventanal de aquella cafetería donde pasaba la mayor parte de su tiempo.

Ya llevaba un año trabajando en una cafetería que quedaba justo en la esquina de una avenida, por lo cual era frecuentada por diferentes edades. Los recuerdos de su vida pasada como lo llamaba él, aun permanecían vigentes en su mente, torturándolo cada que veía entrar a una pareja de estudiantes a tomar un café y compartir su tiempo juntos. No los envidiaba, los admiraba, admiraba ver cada sonrisa que se regalaban y miradas intercambiadas, llenas de sentimientos cálidos. Las mejillas que enrojecidas trataban de ocultar ya fuera entre sus flequillos o manos.

-Takaki-san – y todo volvió, aquel ruido de murmullos al tener gente de aquí para allá. Miró al culpable de su interrupción, el mismo chico con el que compartía departamento, el mismo que veía cada mañana, cada tarde y antes de dormir – podrías dejar de mirar la calle y tener la gentileza de ayudarme con esto? – oh, no se había percatado de la pesada caja que parecía estar ligera, sosteniéndola entre sus brazos, y tan pronto como sus miembros reaccionaron dio los pasos suficientes para llegar a su lado y ayudarlo.

En efecto, la caja era lo suficientemente pesada a pesar de ser tan pequeña. Supuso que serían nuevas lozas que el dueño había comprado hace ya meses pero que aun no eran usadas, para la temporada de otoño que ya había comenzado.

Aun no comprendía la manía del dueño en cambiar el diseño de tazas en cada estación del año, junto con los vasos, las mesas y sillas, dejando que el lugar se tornara de matices que representaban el otoño, pero aun con todo el cambio que debía realizar, amaba su trabajo y todo lo que lo rodeaba, porque para él había sido como comenzar de nuevo.

Los minutos pasaban rápido cada que se divertía en aquella cafetería realizando alguna acción, como acomodar los cubiertos y artículos de trabajo.

Ya era la hora y el cartel que decía “cerrado” cambiaria dando la bienvenida a quien fuese que cruzara el portal.




En un principio costó sobrellevar aquella tragedia sobre sus hombros, no poder conciliar el sueño cada que decía su nombre en un susurro añorando el volver a verla a su lado. Sentir sus sedosos cabellos entre sus dedos cada que los acariciaba. La idea de su tío al llevárselo a la capital no había sido del todo mala, pero al ver que abusaba de su hospitalidad buscó un trabajo y al poco tiempo un compañero el cual dio la idea de compartir departamento. Inoo Kei, no era mal chico, era menor solo por meses, al chico le gustaba mantener su cabello algo largo y ondeado, claro que en la cafetería lo llevaba amarrado en una corta coleta todo el tiempo.

Era increíble la paciencia que podía tener, cada mañana dejaba el baño desordenado y Takaki no le gustaba eso, Inoo sabía cómo aguantarse su mal humor y sonreírle todo el tiempo, pero aun con lo enojado que podía llegar a estar con él no se arrepentía de vivir juntos, ya que por cierta parte llenaba su casi vacía vida con sonrisas y amistad.

La campanilla de la puerta sonó dejando entrar a dos chicas que coquetamente les sonrieron antes de buscar un buen lugar donde sentarse.

Sumido en su labor preparaba dos capuccinos y dos trozas de tiramisu, hasta que la voz y presencia de su compañero de trabajo lo interrumpió.

-esas chicas te miran demasiado, creo que deberías de pedirles sus números, sobre todo a la de cabello largo. Desde que entró no ha dejado de mirarte – no dejaba de mirar a las chicas que sonrientes disimularon estar en una entretenida conversación, mirando luego a su compañero que parecía estar ignorante a su presencia.

El ruido seco y el fuerte golpe que recibió el pelinegro lo volvió a la realidad.

-qué esperas, trabaja – era común de su jefe, el dueño de aquella cafetería que lo golpeara a manotazo en la cabeza cada que se distraía y quejándose se alejó del lugar para llevar la orden a las lejanas mesas que estaban en uno de los extremos de las murallas que daban fin al lugar.




El conflicto de palabras que escuchaba nublaban su mente, generándole dolor de cabeza y es que la parejita no había dejado de discutir desde que habían salido de la escuela.

Caminaba cinco pasos más adelante para no escucharlos discutir, pero era imposible y esperar a que terminaran de hacerlo lo era aun más.

Y el conflicto mental que tenía era tan grande, las palabras de ambos sonaban como si las dijeran con un altavoz, y podía ser conocido por ser un chico dulce y todos los sinónimos de aquella palabra, pero cuando se trataba de algo como esto, pues simplemente se convertía en un ser irreconocible y su mirada podía asustar tanto que a ambos podía dejar mudos con solo mirarlos y justamente eso pasó cuando volteó al no tener más aguante, volviendo todo a la paz con sus palabras silenciadas.

-tengo hambre y quiero un pastel – demandó aun con esa mirada de los mil demonios, sabiendo que con ello podría obtener comida gratis.

Solo caminaron dos calles más arriba y lo que mejor estimó conveniente en aquel momento fue una cafetería que desteñida se veía por fuera pero que tras el cristal era algo único.

-bienvenido! – el tintineo de la campanilla lo hizo mirar cuanto antes para recibir a la nueva clientela que algo asombrados entraron al lugar, tomando asiento no muy lejos de la entrada.

-quiero pastel de cerezas – habló un chico de más baja estatura cuando fue eso lo primero que vio en el menú, mirada inocente, con un lindo brillo en sus ojos, cual podía cautivar a cualquiera, piel rosada y lindos labios que se curvaron luego de percatarse en la mirada que el mesero de coleta le diera sin darse cuenta.

-yo quiero un mousse de chocolate con un café con leche y para él un chocolate caliente – pidió la chica frente al pequeño que aun con una mirada coqueta no dejó de observarlo.

Tan pronto como pudo tomó nota y se alejó de la mesa sintiéndose demasiado intimidado por el chico a pesar de los meses que llevaba trabajando ahí y muchas veces le miraron de la misma forma.

La vida le parecía dar grandes sorpresas, pero nunca pensó en que alguien pudiese coquetearle cuando el mismo pensaba que nadie podía superarlo en palabras románticas y miradas coquetas.

-te sientes bien? Sucedió algo? –de la presencia de su amigo no se percató, quien tomó la libreta donde había tomado la orden y comenzaba a prepararla.

Pero la mirada que antes se posó en él, ya no se encontraba, dando un gran alivio pero a la vez desilusión, no era gay ni mucho menos, no le interesaban los chicos, pero aquel era tan diferente a los demás que con solo haberlo mirado se le creó cierto calorcito en el pecho.

En sueño volvió al bar para reposar sobre el mesón luego de dar la orden de aquel grupo sin poder evitar mirarlo hablar, haciendo muecas algo extrañas por no obtener siquiera otra mirada de su parte.

La campanilla volvió a sonar pero esta vez no eran dos ni un grupo de chicos, si no uno solo con una sonrisa que al pelinegro le pareció algo escalofriante y un papel entre sus manos, no imaginándose que podría ser. Sin que sus palabras saliesen de entre sus labios para darle la bienvenida lo vio venir aun sonriente a su lado.

-quisiera hablar con el dueño – lo escuchó decir y su voz no acompañaba para nada aquel rostro rosado y dulce que le miraba.

No necesitó nada mas pues llamó a su jefe que no tardó en salir de la cocina secándose las manos, de seguro había estado ocupado haciendo algún pastel. Inoo no servía para hacer dulces, con suerte podía preparar un café exprés pero no por eso seguía en aquel trabajo, solía atraer clientela con su persuasión y luego aquella comenzó a ser clientela frecuente, Takaki no estaba muy lejos de ser igual de persuasivo pero la gran diferencia es que sabía preparar todo tipo de postre que se servía en la cafetería y los cafés les quedaban exquisitos por eso pasaba en el bar preparando los pedidos.

-Takaki-san - y el rubio miró por sobre sus anteojos de marco negro a su compañero de trabajo - necesito ir al baño, la mesa 5 pidió otro pastel de cerezas - y guiñándole el ojo le dejó la libreta sobre el mesón y corrió al baño en el segundo piso.

Tranquilamente, pensando que tenía todo el tiempo del mundo se dirigió a la cocina tras el bar cortó otro trozo del pastel, llevándolo en un platillo y este sobre una bandeja color plata a la mesa indicada.

-aquí está el pastel - dijo mirando a los tres presentes que se limitaron a mirarlo hasta que escuchó un "gracias" a su derecha y algo incomodo se sintió al observar al chico pero poca importancia le tomó.



Paralelo a lo que Takaki hacía en la cafetería Inoo salía del baño inevitablemente escuchando la conversación de su jefe con aquel chico. No muy a su parecer pero aun así con bastante curiosidad se asomó un poco para observar y escuchar mejor lo que hablaban, pensando que era realmente sospechoso que el jefe tuviera una mano encima de la del chico que se veía algo incomodo. ¿Lo estaba acosando?

Ambos no decían nada, el chico tenía la vista pegada en su mano y cuando levantó la mirada lo vio suspirar, regalándole una sonrisa a su jefe, esto era realmente extraño sobre todo cuando su jefe se puso de pie acercándose al chico aun sentado para abrazarlo de forma efusiva, resguardando su delgado cuerpo entre sus brazos.




Y antes de depositar el pastel de fresas sobre la mesa frente al chico, no pudo evitar mirar su cuello y pecho algo descubierto, su piel era clara y se veía realmente suave, pero no fue eso lo que realmente llamó su atención, mas bien fue lo que colgaba de su cuello. Al ver que el mesero no sacaba la mano del platillo y no se alejaba levantó la mirada.

-sucede algo? - preguntó preocupado, fijándose en lo que quizás estaba mirando - ah, es el anillo? - pero el rubio no dijo ni hizo nada - me queda algo grande, fue un regalo - y no supo porqué decía eso tan fácilmente cuando había guardado el secreto de su existencia.

-puedo verlo? - no evitando la curiosidad, en cuanto el de tez clara le dejó la cadena junto con el anillo sobre su mano, sus ojos parecieron perderse en lo mas profundo de sus recuerdos.




-ah! - sumido en el abrazo, resguardando memorias que prefería olvidar miró hacia otro lado para dejar de pensar en ese olor que invadía su nariz, encontrándose con el chico de antes mirándolos, sin evitar alejar al señor que no quería soltarlo pero la fuerza y la rapidez con que lo hizo no le dio de otra opción que mirar lo que tanto miraba el mas bajo.

-Inoo-kun? - el pelinegro se sintió tan fuera de lugar que quiso retirarse pero otra vez la voz de su jefe lo hizo quedarse donde mismo - te presento a Daiki-kun, Arioka Daiki, ahora trabajará para la cafetería.

Mirar esos ojos castaños que lo inspeccionaron con un sonrojo sobre las mejillas le incomodaron, sintiendo el fuerte latir de su corazón por la extraña situación, pensando que lo mejor hubiese sido no haber visto eso. Su mente jugaba con escenas realmente extrañas, su jefe besando a ese chico, estrechándolo entre sus brazos, demasiado extraño ver a un hombre de 35 años abrazar a un chico que seguramente era menor que el.

-un gusto – dijo el chico haciendo una pequeña inclinación como forma de saludo. Inoo hizo lo mismo pero mas torpe por lo incomodo de la situación de su mente.
---

Ambos chicos bajaban las escaleras en silencio, cuando Inoo vio a Takaki inmediatamente se le acercó para presentárselo, pero al rubio pareció no importarle lo que quisiese decirle, dejándolo con la gran duda de qué le había pasado.
---

Caminó de aquí para allá en forma circular en el mismo punto. Mordía la uña de su dedo pulgar, sin poder dejar de preguntarse el porqué del anillo, porqué ese chico tenía un mismo anillo con las mismas iníciales de sus nombres en romaji, dos hermosas

YY
.

11 comentarios:

Satommy dijo...

Asdasdasdads Asi que por eso el nombre XD
*recuerda la conversacion por msn*
Asdasdads ¿la de mirada bonita que vio Inoo
es el del anillo, verdad? Eh~ Que raro...
Daiki esta en el fic 8D soy feliz~ No tienes
idea de cuando >w< y soy mas feliz de que
hayas actualizado T_T
Me demore leyendo pero queria saborear un buen
fic [?] Sono raro lol~
Lo del jefe con Daiki me... trauma jajaja No
encuentro otra palabra apara describirlo...
Pero bueno, quiero saber que pasa~ Espero el
proximo capitulo 8D

Ayaa dijo...

o.o
me dejó confundida...
pero esta bueno~
aun asi estoy conundida...
pero quiero leer mas *---*

Por alguna razón lo de la cafetería me recordó a coffe prince ahahaha aún no supero mi trauma con ese drama XD

Yuuki~
genial el cap~
estaré esperando por el resto :D

Soany dijo...

Wiii actualizaste>_____<

me encanto^^
aww hay inoodai asdasd que felicidad!!
El Chico del anillo es chinen(?)

Asdasd estubo estupendo n__n aki salen muchas parejas!!

Ah esperar conti^^

AmiS dijo...

...me confundi un poco al inicio..pero me quede con intriga..esta buenooo!!!
espero la contiii!!!

Ysawo-chan dijo...

Wooou me encatoo!! me gusto mucho la parte del anillo xD y la parte del jefe fue demasiado extraño *pensando en cosas pervers* pero lo mejor fue la reacción de inno *.*
ahh y muchas gracias por actualizar ^^

A.ru.mi.~ dijo...

me gusta me gusta me dejó intrigada *u*
inoodai y takachii que hermoso! ♥

Midori dijo...

la intrga me matara D:
lo del jefe y daiki DDD:
yo tambien creo que el chico del anillo es chinen pero necesito estar segura x.x por eso necesito el otro capi @.@
quiero la contii yuuki~ *hace berrinche*

Anónimo dijo...

Yuuki!! Puedes creer que me robaste la idea?! >o< Por lo menos lo de cafetería + Yuyan + Inoo... así que si ves algo así, tienes que saber que no me copié xD

Por otro lao, me gusta ^^

Y me trauma el señor jefe y su relación weird con mi Dai~nii... cuidado con mi hermanito, señor!! ¬///¬

Estoy taaan random hoy... lo siento ^^U

Bueno, no sé si sabes, pero siempre sigo tus fics... así que espero las contis!! No te imaginas cuánto extraño "Enamorado de..." y "El juego del..."... esos dos fics los amooo!! Y todosss!!! ><

Be Happy!!! ^__^

*~*~*Dahlia*~*~*

YuukiNii dijo...

Yo no le robé la idea a nadie ¬_¬ Siquiera hablo mas de una vez cada tres meses contigo por msn.

Darail dijo...

Que hermoso!! y apenas empieza, ya quiero leer más.

Hitomi~ dijo...

qiero ir a esa cafeteria ;O;

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