Pensaba estar tranquilo. Boca arriba en la cama, acostado de una manera un tanto cómoda, pero su cabeza se encontraba en la orilla. No era una manera tan correcta para descansar pero él solo se sumergía en sus pensamientos. El tomar un baño había sido lo peor pues no dejaba de pensar si su situación sentimental era extraña. En ocasiones como esta era cuanto más profundamente pensaba en ello.

¿Qué hacer para fortalecer la relación?
No era un experto en el amor. Su primer beso fue con Daiki. Todas sus primeras veces estaban siendo con él y no había manera que quisiera lo contrario.

El pensar en ello le quitó todo ánimo de seguir moviéndose, tirándose a la cama y quedarse ahí mientras miraba la ventana de su habitación, en cómo la cortina se mecía con el poco viento que corría.
Estaba ansioso de que Daiki llegara. Quería abrazarlo y besarle.



En un suspiro que parecía quitarse todo el peso de encima fue lo que resonó en su habitación. Pero no tardó en animarse nuevamente. Pues el ruido de una reja le anunció la llegada de alguien en la casa de su novio.
En un acto torpe intentó bajar rápido de la cama, casi cayendo de lado de esta y su acercamiento a la ventana fue como la de un acosador, pues solo corrió un poco la cortina para poder mirar y el que la habitación de Daiki tuviese las cortina aún abiertas, le dio la facilidad de poder mirarle, sonriendo por ello y pensar en ir pero en cuanto corrió el vidrio el viento fresco le hizo estremecer.

Y lo pensó: Desnudo frente a Daiki.
Era una opción favorable, aunque muchas veces estuvo desnudo frente a él; la gran diferencia es que ahora todo era distinto, eran novios y sus cuerpos reaccionaban a cualquier roce pues la pubertad se había adueñado de él.

Tomó lo primero que encontró, un pantalón corto para rápidamente ponérselo. No se preocupó en buscar una polera que combinara colores, pues decidió solo llevarla en la mano.

No tardó en saltar al balcón contrario e impaciente golpear el vidrio de la ventana, sonriendo a su novio cuando cruzaron miradas.

Tal vez no fue consciente del todo. Que no tomó en cuenta aquel extraño sentimiento de incomodidad en su interior solo porque estaba bastante feliz de poder verle. Pues aprovechó la soledad de ambos y que Daiki había cerrado la cortina después de que entrase, para poder atacarle con un abrazo y un ferviente beso que fue inmediatamente correspondido. Y sintió aquel estremecimiento cuando Daiki tocó su piel. Le vio incómodo y avergonzado.

Lo sabía. Ya no era igual que antes.

Y se aprovechó de ello para inocentemente abrazar mejor su cintura, pretendiendo que no existía intención de introducir sus manos bajo esa camisa. Le acarició suavemente, temiendo un rechazo.

Las palabras que Daiki le quería decir se perdían dentro de esa boca que se negaba a separarse. Sabía que el primer beso de Ryosuke había sido suyo, pero estaba seguro que muchos otros no, pues era completamente extraño que ahora le besara de esa manera tan profesional.

Era igual a Kei.

Ese pensamiento le hizo estremecer, y el estar tan apegado a su novio solo logró transmitirle esa sensación culminante en su cuerpo. Y el saberse solos empeoraba las cosas en su mente. Seguramente Ryosuke no lo sabía, pero no se detendría a preguntar.

-Ryo…suke –Soltó una pequeña risa nerviosa, apretando el agarre en esos hombros con intenciones de alejarle.

No lo quería ver, no quería ser consciente del cambio corporal que su novio estaba experimentando porque no podría negar que desearía tocarlo. Era algo completamente carnal y lo sabía, y el estar caliente no ayudaba a bajar las cosas. Entonces sintió las manos del menor adentrarse bajo su polera, tocando exactamente aquel lugar en que Inoo posó sus labios, pues aún sentía su piel caliente por ello.

Ryosuke sabía que su cuerpo dejaba de ser un niño y era eso lo que necesitaba para que Daiki le mirase. El beso era tan intenso que cortaba sus respiraciones. Y el que Daiki se aferrara a su cuello al corresponder fue suficiente para alejarse poco a poco con besos pausados.
Al mirarse ambos estaban sonrojados, Ryosuke demostrando un profundo deseo por él mientras Daiki parecía más avergonzado por no lograr detenerle y dejarse llevar.

-Vaya recibimiento –y esas palabras fueron las que dieron a un ambiente incómodo, pero el menor no quería que Daiki le ganase. No estaba dispuesto a darse por vencido.

-Podrías acostumbrarte –Se dejó caer al sentarse en la cama, aún sostenía la polera en su mano, mirándola unos segundos, no queriendo usarla, no aún.
Rió nervioso antes de buscar su celular en su bolso. El constante sonido hacía al menor molestarse pues era una gran interrupción que a alguien se le ocurriera llamar. Le siguió con la mirada, notando aquel cambio en su expresión al ver el nombre, pero pronto tiró el celular de vuelta al bolso.

Sabía que algo estaba quebrando más su relación, aun después de sentir a Daiki corresponder a sus insinuaciones aunque fuese lento. Aquello le molestaba, pero sabía que su novio no diría nada y temía el preguntar.

---

Trotó ya cansado a las piletas. La sed le estaba matando y energías ya no le quedaban. Su amigo le siguió y juntos se mojaron lo suficiente, refrescando sus cabezas bajo esos chorros de agua helada.

-¿Cómo van tus clases? –Keito no se molestó en levantarse al preguntar, quedándose con ojos cerrados bajo el caer del agua. A diferencia de Daiki que después de beber la suficiente agua levantó la cabeza para asegurarse el estar solos para responder.

-Bien –Había más para decir pero era vergonzoso.

-¿Sólo bien? –Entonces Keito le miró. Le sonreía con comprensión, haciéndole sonreír de igual manera.

-No aprendo más rápido que en la escuela de música, pero por lo menos es gratis –Se agachó nuevamente para mojar su rostro.

-Sabes que no preguntaba por eso –Ambos rieron y Daiki de manera juguetona le tiró agua.

-Eso es personal –Sus risas llamaron la atención de un atareado estudiante que se quejaba una y otra vez por los libros que cargaba.

-¿Sabes? Una de las chicas de segundo vio a Arioka besarse con un estudiante –Ryosuke miró sorprendido a su compañero, pues pocas veces le hablaba y que ahora lo hiciera para decirle eso era realmente insólito, aunque también parecía advertirle pues varios sabían de su amistad con Daiki- A un hombre me refiero. No sabía que Arioka tuviera esas preferencias –Ryosuke tragó saliva invadido por un miedo. Sí quería que todos supieran de su relación con el mayor, pero el desearlo a sentirlo era algo distinto.

-¿Y saben con quién? –Su compañero le miró negando, deteniéndose cuando la pareja de amigos comenzó acercarse. Le indicó que mirase al frente, entonces Ryosuke se dio cuenta de que su novio y mejor amigo se acercaban, sin darse cuenta de su presencia pues seguían sumergidos en su conversación.

-No, pero se sospecha que es Okamoto –Aquello le molestó. ¿Tenía que ser Keito y no él?

-Oh –Okamoto se detuvo, entonces saludo con la mano antes de seguir de largo. Daiki se detuvo frente a Ryosuke que sonrió un tanto incómodo por el compañero a su lado que no tardó en tomar ventaja y alejarse- Tu compañero me mira un tanto extraño, ¿no crees? –Eso le hizo reír, incomodando a Daiki. Caminó hasta acercarse a la puerta del siguiente edificio y el mayor le siguió con una sonrisa- ¿Hablaban de mí? –Le escuchó suspirar.

-¿Crees que todos hablan de ti? –sonriente apoyó la espalda en la pared.

-No, pero eso me pareció –El mayor miró en la dirección que Okamoto tomó, dejándole ver al menor las gotas que caían de su cabello. Su polera blanca translucía perfectamente sus tetillas al estar mojada.

-Deberías secarte o pescaras un resfriado.

-Eso no pasará –Sacudió su cabeza en un gesto molesto para mojarle.

-¡Hey! –Rió, pero más le preocuparon los libros que cargaba, apartándose un poco. No entendía a Daiki. A veces le trataba frío, otras intentaba apartarlo, pero también estaban estos momentos en que los demás no parecían existir y solo tuviera ojos para él. Aquello le hacía sentirse frustrado, sin darse cuenta en la sonrisa que terminó por forzar.

-Lo siento, no mojaré más tus libros –dijo molestando. Se frotó el cuello en un disimulado movimiento de cabeza para mirar si alguien estaba cerca. Esto era jugar doble, pero le encantaban esos momentos en los que se sentía tan natural al lado de Ryosuke.

-Los libros no importan. En serio deberías secarte –Le vio acomodarse el cabello hacia atrás- Hay rumores de que te han visto besarte con un estudiante –Quiso sonreír al notar su preocupación. Sabía que era su culpa, pues a veces no podía evitar esos impulsos por besarle, aunque la última vez había sido Okamoto quien los encontró en el baño de hombres- Por lo que he decidido no volver hacerlo.

-¿No volver hacerlo? –No quería demostrar que no estaba de acuerdo a no volver a besarle.

-No me hagas decirlo en la escuela –Suspiró para luego mirar los libros, notando esas pequeñas gotas de agua. Ocultaría ese libro entre los que estaban más abajo y nadie podría decir que tuvo la culpa de mojarlo.

-¿Te molesta? –Respondería a ello con una fuerte negación, pero unos húmedos labios se interpusieron entre sus palabras. Daiki apoyaba una de sus manos en la pared mientras la otra sostenía el cuello del menor, moviendo sus labios en un delicado beso. Entonces no pudo no corresponder. Acelerando su corazón al pensar que alguien podría verles.

El beso no perduró mucho debido al lugar en que estaban, pero cuando se separaron ambos mostraban unas sonrojadas mejillas. Ryosuke pronto explotaría de felicidad y se notaba al momento de morderse la sonrisa, pues su novio rara vez iniciaba los besos.

-Ya debo irme. Mi compañero se ha adelantado y seguramente el profesor me castigara y llenará de preguntar por no llegar con él –Daiki asintió después de darle un segundo beso- Y ya vete a secar.

-Sí, sí –Se despidió antes de apartarse a pasos rápidos para alcanzar a su amigo mientras tomaba del borde de su polera para secar las gotas que caían por su rostro.

Ryosuke se quedó mirándole inquieto. Su corazón palpitó doloroso, su felicidad comenzaba a esfumarse al ver un pequeño círculo morado en la espalda baja de su novio. No era común tener un moretón en ese lugar, pero tampoco podía evitar la idea de que entre los bruscos juegos entre amigos dejaban consecuencias como esa. Era lo que prefería creer.

-Aah~ -Se sobresaltó al escuchar esa voz, mirando a su lado- Así que no era Okamoto –Su compañero le miraba tan frío como siempre, mostrando por primera vez una leve sonrisa al descubrirle, sonrisa que contrastaba con su mirada.

1 comentarios:

Satommy dijo...

No se publicó orz ugh
pero lo que quería decir más que nada es:
LO MARCÓ XD LO MARCÓ Y DAIKI IDIOTA NI CUENTA HAHAHAHA
por la fuck, no entiendo a nadie ahí, Yamada un mártir;
Daiki un masoquista pero wn, si es que se ríe así hablando
con Keito es porque disfruta lo de Inoo e Inoo que quiere y quiere
pero lo deja escapar sin ningún problema -lol- No puedo XD
Necesito más :'D gracias por actualizar♥

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