Título: Sins for Love
Autor: D'8
Pareja: Ahora si XD InooDai para las fans :'D
Género: Slash, Fantasía o se podría llamar Sobrenatural, y eso.
Extensión: Oneshot.
Dedicado: A Paoo Inoue y Satommy :B
Me gustó bastante la historia. Estuve al parecer un mes intentando terminarlo, se me ocurrió después de escuchar esta canción "Your Guardian Angel" la letra es bella :') si quieren la escuchan mientras leen, aunque no pega mucho e_e
-----

Siempre supo que no estaba solo cuando parecía estarlo. Cuando estaba en su habitación haciendo sus tareas escolares no estaba solo, como ahora, ahora que estaba en el mismo escritorio de su habitación, con la lámpara encendida alumbrando ese informe que intentaba terminar, pero la idea de nuevamente no saberse solo le llenaba la cabeza de si algún alma en pena estuvo siempre siguiéndole. Sabía que a su espalda, sentado en su cama se encontraba eso que tanto lo atormentó años atrás y seguía haciéndolo.

Suspiró antes de seguir con su informe, no tenía caso seguir pensando siempre en lo mismo. Su vida continuaría con o sin aquella presencia.

Una vez le vio, estaba seguro de eso. Cuando tenía 15 años, justo el día de su cumpleaños, cuando su casa estaba llena de amigos. Todos le cantaban “cumpleaños feliz” cuando su mirada al pasearse por la multitud se detuvo justo en aquel chico, del cual estaba seguro no conocía ni había invitado, del cual también sabía no tenía parentesco con ninguno de sus amigos porque nadie se lo había presentado. El canto se detuvo y seguía el apagar las velas, siendo obligado a mirar el pastel, pero no lo hizo, siguió con la vista fija en aquel chico que no dejaba de sonreírle, esperando al igual que todos los invitados a que apagase las velas. Y sopló, llenándose el salón con aplausos y felicidades, pero cuando el humo comenzó ascender, dificultándole la vista al ser tan denso, volvió a soplar y alejarlo, pero al mirar en la misma dirección ese chico ya no estaba, dejándole un amargo sentimiento.

“Feliz cumpleaños Kei” Esas palabras fueron pronunciadas suavemente, un susurro en su oído. Miró a su derecha, pero sólo su madre estaba, la cual dio un dulce beso en su mejilla después de felicitarle.



Bostezó al terminar el informe. Después de entrar a la universidad su vida se hacía cada vez más agotadora, ya tiempo de dormir casi no tenía con tantos trabajos que le daban. Miró el reloj, 3:00am. Por lo menos tendría cuatro horas para dormir.
---


Corrió cuesta arriba por las escaleras, se había quedado dormido, y aun sus ojos se sentían pesados por el cansancio. Intentaba ordenar las hojas del informe después de que torpemente las desparramara por su pieza al resbalarse la carpeta de sus manos. Pero tiempo de ordenarlas no había tenido, no podía llegar tarde, el informe debía entregarlo en su primera clase de las 8.

– Ésta va aquí... -hablaba solo mientras seguía subiendo- y esta…

“Cuidado” La voz en susurro volvió a escucharse después de tanto tiempo, pero cuando miró al frente el choque en su cabeza con algo, justo después de que los escalones se terminaran, le hicieron perder el equilibrio.
Se asustó. Su corazón se aceleró y sus ojos se abrieron mucho más.

– ¡Cuidado! -en aquel grito de advertencia pudo escuchar también el de una chica, que no estaba muy lejos mirando. Pero un fuerte agarre, lo suficientemente fuerte para irse cara el piso le salvaron, quedando ahora sobre un chico cual nunca había visto– Eso estuvo cerca –habló en un suspiro cargado de alivio. Asomándose una sonrisa de felicidad y disculpas.

– Lo siento, fue mi culpa –se quitó de encima, ayudándole también a ponerse de pie y le miró, justo cuando la boca de ese chico volvía abrirse– Oh rayos... -pero no permitiéndole hablar al recordar su clase, se fue corriendo en dirección a ésta, dejando al desconocido salvador atrás.

Camino a clases lo pensó bien. ¿Acaso en verdad él le había salvado? La sensación cálida en su espalda no desaparecía. Era como si un abrazo se hubiera quedado en la memoria de su cuerpo, pero tiempo para seguir pensando en ello no tuvo después de entrar al salón.

Las clases no se grabaron en su memoria, ni siquiera aquella fórmula de matemáticas, siendo una de sus clases favoritas.
Recordando esa voz, en la forma tan delicada de hablarle y en cómo se grababa en su cabeza. Era una total locura.

– Kei... -miró a su compañero a la derecha– ¿Tienes pensado con quién hacer el trabajo? – ¿Trabajo? Ni siquiera recordaba que le hayan dado uno, pero era de suponer.

– No... -tomó su cuaderno para guardarlo en el bolso, la última clase del día había acabado.

– ¿Quieres hacerlo conmigo? –

– Está bien... -pero en su cabeza seguía repitiéndose una y otra vez esa preocupada palabra.

– ¿Te parece si comenzamos hoy? En mi casa tengo algo del tema -sólo asintió y le siguió, intentando seguir sus temas de conversación cuando su mente estaba en otra parte.

Hoy estaba más raro de lo habitual y no lo quería demostrar. Estaba ido y no tenía tiempo para eso, debía pensar en su trabajo.


– Kota –el chico a su lado no le miró, pero si le tomaba atención– ¿Crees en los fantasma? –esa risa no se pudo evitar, pero no era de burla.

– Nunca he visto uno, pero tampoco creo en la posibilidad de que no existan, así que podría decir que sí, pero no estoy del todo seguro –no dijo nada. Su vista fija al frente.

¿En verdad existía o estaba loco?

Miró sus pies pero no por algo en especial, su mente seguía pensando en las posibilidades de aquella existencia. Deteniéndose al recordar en el mes que estaba. ¿Acaso dentro de unos días no sería su cumpleaños número 20? ¿Y si volvía a escucharlo? Retomó los pasos para alcanzar a su compañero, cuando un fuerte sonido proveniente de no muy lejos lo sobresaltó.

– ¡Kei corre! –la luz estaba en rojo, el auto debía detenerse, pero al parecer intenciones de eso no tenía, y su cuerpo no era capaz de moverse, no entendía por qué si lo único que quería era llegar al otro lado de la vereda corriendo.

“¡KEI!” Su corazón acelerado dio un fuerte palpitar, causándole un dolor en el pecho. Obligándolo a mirar hacia atrás. Ojos llorosos, labios abiertos gritando otra vez su nombre, cuerpo delgado, piel clara y cabello rubio. Fue lo que vio antes de caer al piso.

Ni siquiera el sonido del auto al pasar ni las sirenas escuchó, era como si el tiempo se hubiese detenido y lo único que escuchaba era su respiración agitada, su corazón acelerado, sintiendo también el palpitar en su cabeza y aquella respiración cálida en su pecho. Fuertes brazos alrededor de su cuello y un peso sobre su cuerpo.

– ¿Kei estás bien? -su amigo a su derecha mirándole desde arriba, de rodillas a su lado– Kei

“¿Estás bien?” Pero no podía dejar de mirarle. Estaba seguro que era él, su misma voz, su rostro pero más maduro, su mismo cabello rubio. Era él y no sabía cómo reaccionar. “Kei respóndeme” Su mejilla fue acariciada, eso era cálido, tan cálido como el abrazo a su espalda cuando estuvo a punto de caer. “Kei... ¡Kei!” Pero tantas emociones en tan poco tiempo causaron un mareo, nublando su vista, no dejándole ver ese rostro preocupado y terminando desmayado en el piso.

Era como un sueño, su rostro era como un sueño, su no existencia lo era. Todo de él lo era.

Abrió los ojos con dificultad. Estaba en su habitación, la cortina cerrada y la luz apagada. ¿Había sido un sueño, el que casi le atropellaran no había sido real? Acercó su mano derecha a su cabeza, despeinando sus cabellos. Su cabeza dolía a mares.

– Por fin despiertas –la voz angustiada de su madre en medio de la oscuridad le asustó– Kota nos llamó, los doctores dijeron que no tenías ningún daño físico, así que te trajimos a casa.

Suspiró. Desde que se desmayó hasta ese momento su mente había estado igual de dormida que él. Era como si en un abrir y cerrar de ojos llegara a su casa y ya fuera de noche.
Escuchaba cada palabra de su madre, pero no podía guardarlas en su memoria. La mujer besó su frente y le acarició el rostro antes de decirle que traería la cena. Si la escuchó, pero fue como si ella hablara en otro idioma porque no era capaz de entender. Esa imagen aún estaba impregnada en su vista, era como si ahora mismo le tuviera en frente, pero al momento de levantar su mano para tocarle, la imagen se esparcía como si fuese humo. Y así como apareció desapareció. Como el humo del cigarrillo después de exhalarlo, se esparce y desaparece a la simple vista de un humano. Kei era tan humano como cualquier persona. No veía fantasmas, no tenía ese “don” como le llaman algunos, o esa “maldición” como le llamaban otros. Simplemente se estaba volviendo loco, eso era lo que se repetía en su mente. Se estaba volviendo loco por una simple ilusión, quizás quería tener a alguien cerca. Eso debía ser.

Pensar en él, imaginarle y desear verle casi le cuestan la vida y en sus ideales futuros no estaba planeado eso. Tenía mucho que vivir y por lo que vivir. Quería tener hijos, una linda familia, cuidaría a esos hijos, fueran hombres o mujeres, los querría y les daría un futuro estables como lo había hecho su familia con él.

Descansaría y continuaría su vida normal, como debía ser.




Una semana sin imaginaciones, sin presentimientos de tener a alguien a su espalda, a alguien que le estuviese mirando. Nadie atormentaba su vida, nadie aceleraba su corazón del miedo y emoción. Los estudios eran forzados. Ya no se daba “ese” tiempo en pensar en cosas que eran imposibles de existir. Estaba feliz, pero decepcionado, y no lo podía evitar. Pero lo olvidaría.


Los universitarios se iban, desocupando poco a poco la biblioteca. Eran las siete de la tarde, había pasado ahí dentro estudiando tres horas seguidas. El estudio le tenía tan ocupado que hambre no le dio. Pero sus ojos estaban cansados, obligándolo a cerrarlos por unos momentos y soltar ese segundo libro que estudiaba y llevaba más de la mitad leída. Revolvió sus cabellos, sacó su celular y miró la hora. No era tan tarde.
Sonrió de medio lado mirando a su compañero que con anteojos puestos seguía leyendo mientras tomaba apuntes. Era increíble como Kota no se veía cansado. Por instinto miró hacia su derecha, al lado en que los ventanales dejaban entrar la luz que aún había fuera por ser verano. No dejándole ver claramente el cuerpo de un chico justo en medio de la ventana, que tomaba un libro hojeándolo como si no buscara algo en él.

– Kota –llamó a su compañero, sin dejar de ver al chico. Quería preguntarle si alguien más estaba con ellos, porque el recordaba que el encargado de la biblioteca le había dejado las llaves a Kota por ser su amigo.

– ¿Uhm? –bastaron unos segundos para parpadear y la imagen desapareciera, corroborándole su locura.

– ¿Lo viste? – y no quería creerlo.

– ¿Ver qué? –esta vez su amigo si apartó la mirada del libro para mirarle.

– El chico que estaba ahí –sabía lo que le respondería pero de igual manera quería saber que NO estaba volviéndose loco.

– Kei, somos los únicos aquí –quizás hubiera rogado a Dios, aunque no estaba seguro de creer en él, que no fuese verdad esa respuesta.

– Pero había alguien ahí –intentó convencerlo y convencerse a sí mismo.

– Creo que deberías descansar, hemos estudiado demasiado, seguiremos mañana, ¿ok? –Sí, lo estudios. Malditos estudios.

No preguntó más y tomó sus cosas para irse a casa.


– Ya llegué –pero no hubo recibimiento. La casa estaba completamente a oscuras y recordó que sus padres se irían a un viaje juntos por una noche. Tiró las cosas al sofá y se dedicó a ver televisión.

Ni cuenta se había dado cuando terminó dormido sobre el sofá en una posición por de más incómoda. Su estómago gruñó y pensó que sería mejor prepararse algo si es que su madre no había dejado la cena lista.
Y otra vez la presencia a su espalda. El hecho de haber visto alucinaciones en el día le tenía cansado, estaba por llegar a la locura y si no terminaba con esto, sabía que terminaría mal.

– Si vas atormentarme toda la vida por lo menos podrías dejarte ver –silencio. Se volteó sintiéndose loco al hablar ‘solo’– ¡ya basta! Sólo... aparece y ya –otra vez silencio.

“Lo siento...” Se sobresaltó y se giró. Ahí estaba. “No debería hacer esto” Le veía claramente. “Kei...” el ‘chico’ si se le podía llamar así, avanzó un paso y Kei retrocedió dos. Volvió a avanzar y el estudiante volvió a retroceder.

– Es una alucinación –se dijo a sí mismo, cerrando los ojos y respirando profundamente.

“¿Para qué quieres verme si después dices que soy una alucinación?” Abrió los ojos, el rostro tranquilo del chico se encontraba a un metro de distancia, mirándole fijamente y con brazos cruzados, demostrando así el disgusto que le causaron sus palabras y no con sus facciones.

– No eres real –si quería verlo, pero hacerlo y hablarle era otra cosa, se imaginó muchas veces esta ocasión, pero no imaginó que su reacción sería completamente opuesta, la que se negaba a creer cualquier cosa no existente.

“Si soy real” Desprevenidamente avanzó, posando una mano en el pecho de Kei, que instantáneamente le sintió cálido. “Aaah~ No debería hacer eso” se reprochaba, pero su tranquilo rostro no se frunció, sonreía o se apenaba. No demostraba absolutamente nada, no como el día en que casi le atropellan.

– ¿Entonces por qué lo haces?

“¿Y preguntas por qué? Tú lo pediste” después de eso movió los labios, pero Kei no escuchó nada salir de ellos, el ‘chico’ parecía reprocharse a sí mismo en silencio.

– ¿Qué eres? ¿Por qué nadie más que yo parece verte? –el chico le volvió a mirar, deteniendo su mudo monologo.

“Eso debes preguntártelo a ti” No era tiempo de hacerse más preguntas.

– ¿No puedes decírmelo tú?, ¿qué eres?, ¿por qué me sigues? –Parecía algo tan irreal.

“No puedo responder si no haces un esfuerzo” Esta vez le vio sonreír, calmando el malestar que se acumulaba en su cabeza.

– ¿Un alma en pena? ¿Quieres poseer mi cuerpo? –El chico parecía a punto de estallar en risa, pero se contuvo, mordiendo su labio inferior, pero sus mejillas aún se veían hinchadas y sus ojos más pequeños.

“¿En todo este tiempo es lo único que se te ocurre? En verdad te creía más inteligente” Se daba el tiempo de bromear con él en una situación extraña, como si para él fuese algo natural, y pensó que quizás sí lo era, pero esa idea estaba completamente descartada, porque si no creía en Dios, era imposible.

El chico levantó sus cejas, abriendo más sus ojos, esperando a que la respuesta saliese de sus labios, pero Kei no se atrevía a decirlo, era ridículo, algo así era mucho más ridículo que la existencia de un alma en pena.

“Anda, dilo” Le animó hacerlo.

– Prefiero creer que eres un fantasma, un alma en pena –sacudió su cabeza en forma de negación. Era imposible. Tan imposible como su existencia inexistente. Algo tan ridículo como esas dos palabras juntas.

“Está bien, entonces me voy” dijo, aunque intenciones de hacerlo no tenía, desaparecer de su vista si, cosas muy distintas pero que Kei no encontraba diferencia.

– Un ángel… guardián –dijo sin más remedio al seguir sintiéndose loco de por vida, aunque ya lo estaba, ¿un ángel guardián? Era incoherente. El chico había volteado antes de su respuesta, dispuesto a ‘irse’ pero cuando le escuchó giró tan rápido con una sonrisa casi victoriosa en los labios que con tal gesto su corazón se aceleró, causándole una felicidad inexplicable, sólo se sentía bien ‘sin’ motivo.

“Si lo dices es porque ya lo aceptaste” sin eliminar la sonrisa de sus labios se acercó a Kei que no podía quitarle la mirada de encima, menos cuando sonreía de esa manera.

– ¿Nombre? –el ángel parpadeó- ¿Cuál es tu nombre? –tragó saliva al darse cuenta que su expresión cambió a una casi ingenua, tomando ahora una apenada que le causó un fuerte escalofrío.

“No lo puedo decir” Apenado mordió su labio. “Pero puedes decirme Daiki” Y el que ahora tuviera como llamarle le aliviaba, reemplazaría todas esas palabras que usaba para referirse a él por un nombre japonés.

El hambre desapareció al tenerlo visiblemente a su lado, preguntando si acaso aquella vez en su cumpleaños había sido él. Pero su ahora ángel nunca habló de sí mismo, cada que le hacía preguntas de ese tipo ingeniosamente cambiaba el tema, ya había roto una regla, no quería rompes más.

Los días pasaban, Daiki le seguía a donde fuera, como siempre lo hacía con la diferencia que ahora Kei si podía verlo, haciendo emocionante el hecho de que solo él era capaz de hacerlo. Y muchas veces rió cuando Daiki se ganaba detrás de algún compañero para hacer caretas, como aquella vez en el comedor cuando comía junto a su amigo y terminó escupiendo la soda cuando Daiki dijo una broma sobre Kota.




– ¿Eres bueno haciendo dormir a las personas? –ya era de noche y estaba acostado en su cama con Daiki a su lado, ambos cubiertos por las sábanas y la cabeza en la misma almohada.

“Claro, pero sólo a ti te he hecho dormir” Aclaró, pues nunca había sido ángel de alguien más, pero esperaba que pronto fuera a serlo, si los años pasaron rápido cuando Kei era un niño, ahora pasaría lo mismo, viéndolo convertirse en un hombre y tener una familia.

– Entonces hazme dormir –pidió. El ángel sonrió con la idea, pero cuando pretendía hablar para hacerlo dormir, sintió su mano siendo tomada.- pero no así, quiero que… -y sacando ambas manos ahora tomadas debajo de las sábanas, depositó la del ángel sobre su cabeza para el también dejar la suya sobre la cabeza del otro- debes hacer esto –y acarició sus cabellos dorados causándole un estremecimiento que el ángel expresó en sus facciones, abriendo enormemente los ojos atónito por la sensación- ¿entiendes? –palabras no pudo decir, por lo que movió sus dedos y acarició esos cabellos oscuros. Era extraño tocarlo a pesar de que siempre estuvo cerca de él, tocarlo de esa forma a tocarlo las veces que le ayudó, era completamente diferente.

Con cuidado siguió acariciándolo hasta que los dedos sobre su cabeza dejaron de moverse y esos ojos se cerraron, cesando con la caricia.
Sabía que no estaba bien, sabía que estaba en contra de las reglas, pero era algo que no pudo evitar, que por primera vez despertaba en su interior.

Esa noche se volvió a repetir en la siguiente, y la siguiente a esa, haciendo lo mismo cada noche, quedándose ambos en un silencio absoluto mientras se miraban directo a los ojos, pero la décima noche tomó un rombo inesperado.

– Daiki, ¿qué piensas de mí? –acariciando sus cabellos rompió el silencio que siempre se hacía en las noches.

“Mmm… que eres una linda persona” Su respuesta le dejó inconforme, maquinando otra que pudiera satisfacerlo.

– ¿Qué sientes por mí? –Sonrió al escuchar la pregunta, pensando bien en lo que respondería. Guardó silencio mientras pensaba haciendo la espera del pelinegro mucho más pesada.

“Pues te a…” un jalón en su cuello, un acercamiento que alguna vez deseó, pero que no quería que sucediera, fueron lo que le quebró por dentro. Eso cálidos labios humanos sobre los suyos calentando su cuerpo por completo, sintiendo como el del humano hacía lo mismo, inevitablemente correspondiéndole cuando esa corriente le recorrió por completo y terminó jalándolo del pijama para acercarlo más. Esa noche fue la primera vez que se sintió tan amado y casi humano por el calor de la piel de Kei, estremeciéndole cada que le abrazaba y le escuchaba suspirar.
Las inminentes sensaciones placenteras ahogaron su raciocinio sobre el ser que era, dejándose llevar por algo que sabía estaba mal.



Acarició su rostro dormido, totalmente relajado. “Kei, sólo quiero que sepas que en verdad te amo y seguiré haciéndolo aunque no esté contigo. Por favor perdóname, en verdad...” Quiso retener esas lágrimas que estaban a punto de caer, pero al besar sus labios no lo pudo evitar. “...te amo...”
Lo podía ver. Podía verle en sus sueños, le estaba mirando y diciendo que le amaba. Le sonreía y caminó, caminó para acercarse, pero al ver lágrimas caer por su rostro se asustó. Un vuelco en su corazón le inquietó, obligándole a correr, pero parecía jamás poder alcanzarle.

– ¡Daiki! -sus alas se extendieron, pero no se detuvo.

“...perdóname, en verdad” las bellas plumas blancas tomaron un color oscuro, siguiéndole un rojo anaranjado.

– ¡Daiki! -sus alas eran consumidas por el fuego y nada podía hacer por él, por más que corría no parecía avanzar.

“...te amo...” una sonrisa junto con los ojos semi cerrados fueron su última expresión.

– ¡No, espera! -pero cuando el ángel dio un paso hacia atrás desapareció en el vacío a su espalda.- ¡DAIKI!-

Agitado sobre la cama despertó, sosteniéndose la cabeza y mirando a su lado, estaba vacío. Palmó y el lugar se sintió frío. Miró su habitación buscándole con la mirada.

– Daiki –le llamó, pero el lugar seguía en silencio. Aun podía sentir el calor del ángel sobre su piel al igual que esos labios sobre los suyos, pero ahora todo era distinto. Salió de la cama tomando el pijama tirado en el piso para salir de la habitación sólo con el pantalón- Daiki –volvió a llamarle. Buscó por cada rincón de la casa, incluso en la habitación de sus padres que aún dormían.- Daiki no es hora de bromas –giraba sobre sí mismo por si el ángel se escondía a sus espaldas como muchas veces lo hizo, pero nada de eso ocurrió.

Le estuvo llamando por horas, incluso hasta que sus padres se despertaron, pasando el desayuno, almuerzo y cena esperando a que Daiki apareciera, deseando que aquel sueño no fuera real, pero él nunca volvió aparecer, como nunca volvió a sentir su presencia a su espalda, las veces que tropezó tampoco fueron evitadas, causándole heridas grabes. Al mes enfermó con una fiebre, incluso bajó de peso después de recuperarse.

Los años pasaban y su carrera la había terminado, obteniendo un gran trabajo después de darse cuenta que el ángel no volvería, pensando en morir antes de aceptarlo, pero… ¿y si aparecía?, ¿y si lo seguía esperando un poco más? Pero todo eso terminó cuando en una conversación con su madre la mujer le decía que tuviera una familia. No era mala idea, pero tampoco era buena, aun así lo intentó, porque desde un principio, antes de conocerlo, era algo que estaba dentro de sus planes, pero con cada mujer que se acostaba terminaba en nada, al igual que toda que se acercó con intenciones de estar con él las rechazó inconscientemente y es que nunca podría sacárselo de la cabeza. Cada que tenía relaciones lo veía a él, cada que besaba a una chica sentía que lo besaba a él.

Nada podía cambiar su forma de pensar.




Golpeaba el espejo sin piedad alguna con su mano, como si tuviese toda la culpa de lo que le había ocurrido, su locura, su no locura, al amor que creció dentro de él después de conocerle, al amor que aún no desaparecía después de tres años, el desamor que estaba sintiendo por sí mismo y odio al no ser capaz de olvidarle. Los vidrios rotos del espejo caían y el seguía viendo como el reflejo de su rostro se caía a pedazos sobre el lavamanos y piso, dejando manchas de sangre, cayendo gotas de sangre. De la furia no sintiendo como pequeños vidrios se incrustaban en su piel cada que daba contra lo que quedaba del espejo. No sentía dolor físico externo, pero uno muy grande en el corazón, capaz de matarle por su débil capacidad al olvido.

El espejo de la repisa terminó completamente roto. Lloró clavando sus manos en su rostro, cubriéndolo para no mirar. Tambaleantemente caminó de vuelta a su habitación, estaba solo, completamente solo. En el departamento sólo se encontraba él, ni siquiera la chica de hace un momento había decidido quedarse. Siempre era lo mismo. Levantó la vista, y otra vez su deplorable reflejo estaba frente a él. Con furia caminó hasta el espejo de cuerpo entero junto al ropero, levantó su puño y cuando su mano estaba a punto de romperlo, su reflejo desapareció, en su lugar uno muy conocido apareció. Y emergiendo del espejo se acercó a él.

“¡YA BASTA!” y con esa impotente voz tomó su muñeca. Impuso fuerza, haciéndole retroceder sus pasos. Su rostro estaba descolocado, y no cambió mucho cuando su cuerpo fue tumbado sobre la cama, aun sintiendo la fuerza ejercida en su muñeca, tan fuerte que hasta le hacía daño, pero no era capaz de decir palabra. “¿ACASO ERES UN IDIOTA?” aun con voz impotente le habló, se veía enojado, se notaba molesto, sus ojos un tanto rojos reflejaban su furia. Pero aun así no podía articular palabra.
Era diferente, su rostro estaba fruncido, cosa que nunca antes expresó. Enojo. Su mirada se veía fría y sin sentimientos cálidos. Sus cabellos ya no eras dorados, tenían un tono negro.

– Daiki... –y sus lágrimas volvieron a salir, corriendo libremente por su rostro hasta perderse en su cabello, y así le siguieron más– Daiki... –volvió a llamarle. No podía creer que le volvía a ver.

“Idiota” y cuando le acarició la mejilla, su rostro cambió, el ceño fruncido y la rabia ya no existían, ahora parecía a punto de llorar, desplomándose en su pecho, sintiendo su peso. Su mano no había sido soltada, pero el agarre ahora era suave. Tenía tantas cosas qué preguntarle y no sabía por cual empezar. Obligándose a sí a abrazarle, abrazarle tan fuerte para sentirle otra vez suyo. Que no desaparecería y le dejaría un mal sentimiento en el pecho. “No tenías que hacer eso. No tenías que hacerte daño. No me gusta que lo hagas”

– ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me abandonaste? –Empuñó la mano que tenía en la espalda del chico, arrugando su camisa negra– pensé que los ángeles guardianes nunca te abandonaban –esa palabra sonaba tan fría e hiriente, pero a la vez necesitada.

“Porque cambié. Porque ya no era tu ángel” Kei se inquietó.

– ¿Por qué ya no me quisiste más?

“No. Porque te amé más. Más de lo que debía amarte. Te incité a pecar. Susurré a tu oído un te amo y pecaste. Acaricié tu mejilla y pecaste”

– Amar no es pecado –justificó su comportamiento.

“Eso es lo que piensas tú, pero no lo que piensa él. Amar algo prohibido es pecado, al igual que susurrar a tu oído lo es. Kei, eso es lo que hacen los demonios” El chico se inquietó. Demonio nunca estuvo en su diccionario ni siquiera después de aceptar su existencia. “He caído bajo la tentación del placer carnal y junto con ello te llevé a ti. Eso me hace un ángel caído” El chico se incorporó, sentándose sobre su cadera para verle mejor “Amarte es mi gran pecado y no quería repetir las cosas, no quería manchar por siempre tu vida.” alzó la mano que aún tenía entre la suya “Quería que fueras feliz” Lamió la gota de sangre que estaba a punto de caer, causando un quejido en el pelinegro al sentir esa, aún, cálida lengua pasar hasta su herida.

– Pero no puedo ser feliz sin ti

“Siempre he estado contigo. Volví por ti, pero no para ser amado” entendía sus palabras, pero prefería no hacerlo. Se quitó de su regazo, saliendo de la cama. Parecía querer irse y no estaba dispuesto a permitirlo por segunda vez.

– No puedo amar a nadie más que a ti –con su misma mano herida, tomó la que antes sujetó su muñeca, y con dolor en sus dedos los movió, entrelazándolos– Eres al único que amo, ¿qué no lo entiendes?

“Te rehúsas a amar a alguien más” sin voltearse a mirarle permaneció con el rostro tranquilo.

– Te lo vuelvo a decir –apretó sus dedos– no puedo amar a nadie más que a ti –vio que tenía intenciones de irse, y jaló de su mano, cayendo bruscamente sobre la cama sentado, abrazándole posesivamente por la espalda.

Así debía ser, sintiendo siempre la calidez de su cuerpo, envolverse en ella y no dejarle ir nunca. Sonaba obsesivo, pero su amor era así. No quería causarle daño, sólo quería darle amor y recibirlo a la vez. Su labio inferior tembló al sentirse amenazado por las lágrimas una vez más, soltando su respiración cálida en su espalda, gimoteando por no querer perderle otra vez.

“Amarme es un pecado” –no hallaba la forma de convencerle.

– Para mí no lo es –

“Iras al infierno por amarme y yo no estoy dispuesto a...”

– Daiki, si me amas déjame a mí decidir lo que quiero hacer. Déjame pecar si lo quiero hacer. Déjame amarte como he querido todo este tiempo –

“No puedo” gimoteó.

– Déjame ir al infierno contigo –lloró ante sus palabras, ante todo lo que pasaba y futuramente pasaría. Su cuerpo fue girado lentamente, quedando frente a frente a esa mirada igual de triste que la suya. Él también tenía corazón, tenía sentimientos y su pecho dolía más o igual que el de Kei. Y cuando le vio acercarse la puntada en su pecho dolió más que las demás, porque estaba seguro que si le tocaba no habría vuelta atrás, y aunque futuramente intentara alejarse sólo se quedaría en eso, un vano intento, porque su amor era hasta más grande que su propio pecado.

“No, no lo hagas” se sentía tan débil como el mismo Kei. “Por favor no...” pero sus labios fueron rozados, y el calor dentro de sus cuerpos se incrementó inhumanamente, haciéndole gemir a ambos.

– Daiki... -gimió su nombre después del roce, tomándole fuertemente para unir por completo sus labios. Estaba excitado con un simple beso pero que estaba lleno de amor.

“Kei… esto no…” su cuerpo fue preso de esos brazos que le abrazaban fuertemente.

– Déjame hacerte el amor, como nuestra primera noche, pero no vuelvas a dejarme, no lo vuelvas hacer. Nunca te perdonaría –sus frentes unidas, lo ojos de Kei cerrados con su entrecejo fruncido de dolor y los ojos de Daiki mirándole soltando las siguientes lágrimas que intentó evitar- nunca te lo perdonaría, ¿entiendes? –y sin esperar respuesta volvió a tomar sus labios, sintiendo el sabor salado de las lágrimas de ambos que se unieron en el beso.


Y como aquella noche se dejó llevar pero esta vez nada le impediría estar con él, y aunque Inoo fuese humano, ahora era capaz de cumplirse cualquier deseo:

Incluso el de la vida eterna.

Fin…

:’D espero que les haya gustado.
PaopaOnee_chan X’D jaja tu nick de twitter, como dije :D te dedico este Oneshot :3 A Satommy también :’D las quiero <3~

Queridas escritoras que leen mis fics, escriban los suyos e_e las personas viven de sus fics, y yo soy perdona ;O; Quiero YabuTaroooos y HikaTooos que son los más escasos ;^; ¿por qué no les gusta el HikaTo? Es bello. Escriban HikaTo ;^;

20 comentarios:

Demi♥ dijo...

Asd, asd, ASDSASD♥ ;O; ¿Por qué lo has tendo que hacer tan, tan lindo a este shot? ♥ ;n;
¡Yuuki! ¡Me ha encantado♥! *___*
Enserio que lo amé, a este Daiki me lo super imaginé como nunca, tan adorable c':
Pero.. No sé que decir xD Me dejaste con esa sensación de cuando terminas de leer un fic que te gustó mucho y sos como *OOO*, y todo es de color de rosas, y te quedas pensando en el fic un buen rato XDD
Y así estoy♥ u.u
¡Yo escribo HikaTo's! ;O; Ellos son amor♥ u.u
Y ya.. Estoy emocionada xDD Me has dejado tonta :33
Yuuki, me alegra que te desaparezcas, porque cuando vuelves, traes algo que nos da a entender que el tiempo de espera valió totalmente la pena *O*

Uebo♥ dijo...

Sabés qué? Lograste algo que no muchas autoras logran en mí. Lograste algo que casi ningún fic logra en mí. Lograste algo que hace mucho no me pasaba leyendo...
Me hiciste llorar. Y aunque parezca tonto, amo que eso pase, sabés por qué? Porque para que algo escrito pueda generarme eso, tiene que ser perfecto. Absolutamente perfecto.
La verdad es que soy bastante exigente con la lectura de fics. No puedo leer cualquier cosa como hace unos años. Porque yo también cambié mi forma de escribir y etc, lo que hizo que también pudiese darme el gusto de "elegir" qué quiero leer y cómo.
No muchas autoras cumplen esos requisitos, y vos sos una de las que más lo cumple.
Amo como escribis, así como demasiado.
De verdad.
Y me conmovió.
Realmente lo hizo, y me siento bien de tener el rastro de mis lágrimas en mi cara ahora.
Gracias.
Gracias por escribir tan bonito.
GRACIAS.

Satommy dijo...

Amarte es mi pecado...
Quiero hacer toda una divagación al respecto pero
estoy como en medio shock y asddassda aww u.u
Al final, si Inoo se vuelve un demonio
la eternidad no sería ningún problema.
Está muy bonito este oneshot Deni :)
Muchas gracias♥

Paoo Inoue dijo...

!!gracias¡¡ de verdad muchas gracias deni por dedicarme tu fic ♥♥

te quiero♥♥

- como dice dora la exploradora ¿que parte te gusto?

-como le habia dicho a denisse : "dejame ir al infierno contigo " esa parte , dios, me mata.
llore, no como siempre pero llore. naa~ si llore mucho ♥♥

TE quietesitooo!!! ♥

Ayaa dijo...

Yuuki *OOO* me has dejado con la boca abierta!! ¡¡Es que de verdad eres la mejor!! *-----* te admiro taaantoooo *OOOO*
me hiciste llorar, reir, sufrir!! LOL asdasdasdasd que más puedo decir, simplemente PERFECTO♥!
Esa onda de que Daiki fuera el angel guardián de Kei~ que se amaran♥ *O* y después de la separación un desgarrador encuentro!! Aceptando así el pecado de amarse sabiendo que esta prohibido, prometiendose amor por el resto de la eternidad!
¡¡Me muero de amor por Kei!! ♥___♥ siempre me ha gustado el Kei que escribes, por ti lo amo más y más *---* a mi lindo pollo!

aqui tienes mi comentario random lleno de amor por este shot mi estimada y amada Yuuki-sama *O*

comprendo muy bien lo de los comentarios -w- pero digamos que yo ya me resigné, lo mio no vale la pena ser comentado como lo son tus grandes escritos!! *O*

Sigue haciendo más fics que has hecho mi hora de hacer tarea de costos más amena ^^

miriacha dijo...

INCREIBLE yuuki!!!... me hiciste sentir cosas sublimes...de verdad!!!...este es un fic el cual no solo contiene una trama sino tambien conlleva a que sientas y expreses desde una sonrisa hasta un cálido llanto....^^

no hay palabras para definir tu fic...me llegó hasta lo mas profundo de mi corazón y se que se quedará ahi por mucho tiempo....

ERES GENIAL...Y UNA DE MIS AUTORAS PREFERIDAS....^^

ARIGATOU POR ESTE BRILLANTE FICS....TOT!!! ^^*!!!

AmiS dijo...

omg omg omg omg omg omg omg omg!!
dios!!! llore.... yuuki!!!
lindo hermoso hermoso!
me encanntoooooooo!!

YuukiNii dijo...

Oh gente :'D Muchas Gracias por los comentarios. asdasdasdasdasdasdasd me siento feliz de que les haya gustado :')

Demi Rainbow♥: Jajaja desaparezco porque me pongo emo x'D este año he estado más emo de lo normal y a veces pienso en cosas raras y me salen los fic's, sobre todo si hay una buena canción de por medio.

Uebo♥: x'D en verdad lloraste? es que me da risa, yo por más que lo leo solo se me salen "aww" y no lágrimas, o sea, sé que da un tipo de emoción, pero por ser la que lo escribió no me da la sensación de llanto. :'D pero el que hayas llorado me hace feliz(?) x'D por lo menos aunque no me doy cuenta puedo hacer llorar a las personas con un fic :'D

Ayaa: Me alegra que te haya gustado D: pensé que ya no leías mis fics. No me alagues tanto que después me sube el ego ._. y no es broma.
Me dio mucha risa cuando dijiste *---* a mi lindo pollo! x'D me reí fuerte, incluso mi madre que dormía a más de 10 metros lejos de mí se despertó x'DDDD Pero estoy en desacuerdo contigo e_é todo lo que uno escribe merece un comentario, ya sea de queja, crítica constructiva o palabras gratificantes por lo escrito. Generalmente uno no suele comentar lo que no le gustó para no lastimar los sentimientos del escritor o porque le vale madre. Yo comento, aunque no me haya gustado porque sé lo que cuesta escribir algo para el gusto de los demás e_é asdasdsad que se chupen un ojo todas esas personas que leen y no comentan. A varios autores le da lo mismo que no les comenten, pero a mí no, porque me gusta saber lo que piensan de mis fics, ya sea malo o bueno.

miriacha: :'D gracias por el comentario, en verdad me subió el ánimo, o sea, no estaba deprimida, sólo pensaba: a alguien le gustará el fic? porque a mí sí, pero no todos pensamos lo mismo x'D Siento que por primera vez escribo algo que en verdad valió la pena jajaja.

AmiS: Gracias Amis :'D aunque por ser InooDai en verdad pensé que no lo leerías x'D intento hacer el YabuTaro pero dudo que me quede mejor que este :'D

Llegar de clases y ver sus comentarios me hizo feliz :'D muchas gracias a todas.

*~*~*Dahlia*~*~* dijo...

Quieres comentarios... y yo siento que no estoy en condiciones de escribir ahora... pero haré le intento, porque tu fic lo vale ^^

Hablaba con Uebo recién... yo no lloré, pero si quedé con esa sensación. Fue hermoso, absolutamente dulce, tristemente perfecto ♥ Te he dicho muchas veces que amo tus fics... pero son en momentos como este cuando realmente me siento muy feliz de conocerte y agradezco que nos permitas ver tu talento de esta forma.

Gracias, Yuuki. Leerte siempre me llena, me motiva, me emociona. No importa el fandom o la pareja, sino lo que puedes transmitir a través de ellos. Y creo que eso se te da de maravilla. Por eso te admiro tanto.

No se me ocurre mucho más que decir. Amo InooDai, así que he leído muchísimos... pero no todos dejan esta sensación, de hecho, muy pocos lo hacen.

Otra vez, gracias.

Anónimo dijo...

Estoy sin palabras me ha dejado
muchos sentimientos encontrados
solo puede decir q ando palmeando
mi pecho para q me calme
aa LO AMOOOOOOOOOOOO AMOOOO EL FIC
soy tan Felizzz!! >////////////////////<
Gracias!! Yuuki
InooDai forever! ♥

DIANA dijo...

waaaaaaaa q mono ame este fic casi lloro
adoro el inoodai

Anónimo dijo...

que hermoso!! esto no es un fic normal es una obra de arte!!! ;O; lo ame quiero un seria de estoo!! awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww ya no se u.u es tan bello y lloro tanto que no pienso con claridad las cosas u.u

Atte: Andii e.e

Carol~ dijo...

al fin lo temriné de leer!! tuve varias interrupciones para poder leerlo u.ú
la temática de ángeles es una de mis preferidas y combinada con el inoodai resulta fabuloso *----*
fics de ángeles con jump no he leído casi
amé todo el desarrollo del fic, hacía rato que no disfrutaba de un buen fic Yuuki, gracias por escribirlo
y bueno te dejo comment que sino se me hace más larga la lista de comments pendientes que tengo.

MinerChan dijo...

Waaaa!! Que triste, pero que tierno a la vez *^*
Es muy bonito!
Me ha dado pena Dai, se condena al infierno pero es por amor. Y Kei va con él.
De verdad que me gusta como escribes.
Espero que actualices pronto los fics qe tienes pendientes (porfa TT^TT).
(^///^)

Hitomy-Chan dijo...

me ha encantado esta tan lindo y a la vez algo triste me encantooooo!!!...amo el inoodai...un excelente Oneshot Yuiki-chan eres asombrosa...me a facinado "muchos aplausos y porras"....=-) ya necesitaba un Inoodai arigatou

atzin dijo...

okkk genial XD me ha gustado mucho... sorry por no pasar a menudo pero no tengo mucho tiempo pero leerte siempre es agradable.

yo solo quiero saber que les paso..*o* se fueron derechito al horno o que T.T.... jajaja gracias por el fic

Unknown dijo...

Aaaahhhhh yuuki carajo escribes de maravilla, por q no puedo es rubor yo asi u.u
Esta mega increíble este fic DEJAME IR AL INFIERNO CONTIGO awwwwww morí en serio morí >.<

Unknown dijo...

Llegué a medio fic y tuve que detenerme. Abrí mi reproductor y le puse una canción de fondo para continuar leyendo. Resultado?.. Lloré ;_; Fue hermoso! ~ El relato, la trama, Los personajes <3...Perfecto..
Me encantó ;A;<3

Unknown dijo...

Es demasiado bonito, lo necesitaba;;♥

Anónimo dijo...

les jurooo que nllore como no tienen idea se me iso hermos uno de los mejores fanfics qe he leido me encanto simplemente hermoso espero sifan escribiendoo a si :´)

Publicar un comentario

¿Qué piensas sobre lo que escribí? D:
Comenta, me gusta saber lo que piensas. ♥~

Copyright © 2011 YuukiNii's Fics ♥. Designed by MakeQuick, blogger theme by Blog and Web | Posts RSS | Comments RSS