Hola gente... tanto tiempo. Sí! mucho tiempo... Y no, no he escrito naaaada nuevo, bueno sí, pero está en la carpeta de fics no terminados jajaja... mal chiste. Esta entrada es del asco total, sólo son fics que en algún momento comencé y NUNCA terminé :B *se aplaude* la cosa es queeee, como no los quiero eliminar, los dejaré aquí por si a alguien le interesa, pero no tienen continuación, son tan pero tan viejos que ya ni ganas me dan de continuarlos.

Este primero es un ChiiTaro, del 2010... del 10 de Marzo del 2010 para ser exactos e_e esa fecha tenía el archivo XD Bueno, este fic es un asco de los ascos~ No sé escribir angst, ya saben, en vez de hacer llorar parece que hago reír de tan malos que son....

Uuuunaaa cooosaaa~ que si ven puntos suspensivos "..." es porque la escena aún no esta completa, por si se les revuelven las escenas. Sí ._. yo escribo escenas saltadas y luego las uno... mala costumbre que tengo :V bueno, aquí dejo el ChiiTaro:


Sonó la campana anunciando el término de clases y en segundos centenares de estudiantes salían de sus salones. Terminando con aquel silencio que se formaba cada que estaban en clases y tomaban apuntes sobre esta o copiaban lo que el profesor escribía en la pizarra.

- ¡Yuri! - un chico alto se asomó por la puerta del salón asombrándose que no hubiera nadie más que ese chico sentado en su pupitre - las clases ya terminaron, vámonos - pero el chico parecía no escucharlo - ¿estás bien? - le preguntó moviendo la mano frente a él.

- hmm - solo ese corto sonido emitió para luego verlo ponerse de pie y tomar sus cosas - Ryutaro... - el nombrado lo miraba atento - ¿puedo quedarme esta noche en tu casa?

Tras aquella pregunta se hizo un breve silencio acompañado con el sonido de un celular, pero Yuri no se dignó a contestar, formándose una expresión molestar porque el celular no dejaba de sonar. Lo sacó de su bolsillo y lo apagó. Ryutaro no comprendía que le sucedía, pues ayer estaba feliz de la vida y hoy ya estaba otra vez molesto, y lo complicado era que nunca sabía el por qué de su mal humor, Yuri nunca se lo decía.

- Yuri - se acercó para abrazarlo de la cintura y acercarlo a su cuerpo - ¿sucede algo? - miraba sus ojos mientras sus frentes estaban unidas.

Otra vez el silencio reinó entre ellos. No quería dar respuesta, no ahora que lo tenía tan cerca.

- no me dejaras ¿ver–dad? - Yuri falló al decir la última palabra, el pecho se le oprimía, debía de ser fuerte, pero cuando se encontraba en sus brazos le resultaba muy difícil.

- claro que no, ¿por qué me preguntas eso? - le sonrió para ver si esa preocupación en su rostro desaparecía, nunca le había preguntado algo parecido y su tono de voz lo intrigaba cada vez mas.

- ¿estarás conmigo hasta que la muerte nos separe? - el más alto lo miró atónito y con una sincera sonrisa lo besó.

- no sabía que te lo tomaras tan enserio como para querer que nos casemos, aun somos menores de edad - le dijo molestándolo, sin separarse mucho de sus labios.

- tienes razón - lo abrazó fuertemente por unos minutos y se fueron juntos a la casa del menor.

Era extraño para Ryutaro, desde hace pocos días el silencio entre ellos ya comenzaba a hacerse común y camino a casa no fue la excepción, al igual que en la cena que pocas veces fue interrumpida por las preguntas de los señores Morimoto. Ryutaro desde hace mucho sabía que algo le ocurría, pero Yuri no parecía tener intención alguna de decírselo, su vista parecía perdida en la comida con la que solo jugó sin dar bocado alguno.

- ¿prefieres dormir en la cama o en el futón? - preguntó el menor mientras estiraba el futón al lado de la cama.

- ¿puedo dormir contigo? - cruzaron miradas. Sus palabras fueron tan tímidas y dulces para él que atinó a besarlo igual de dulce, acariciando su mejilla. Su relación fue tan unida desde que comenzaron a salir y desde ese día aun no podía creer que fuera su novio, le había costado tanto acercarse para confesarle sus sentimientos.

Flash Back

Ryutaro tomaba su jugo de naranja en cajita, mientas disimuladamente seguía con la mirada a un chico dos años mayor que él, que caminaba por el pasillo de los salones camino a la biblioteca. Siempre después del término de la primera clase iba a la biblioteca con un libro en mano. Cada que lo miraba lo veía pasar solo, pocas veces lo veía acompañado por compañeros o chicas con las que poco hablaba, al igual que nunca lo veía sonreír.

Desde un principio le causaba cierta curiosidad verlo tan serio y antisocial hasta que sin darse cuenta mirarlo ya se le hacía una costumbre, costumbre que lo llevó a tener sentimientos no tan comunes, no para un chico de su edad.

Los días continuaban, planeaba cómo hablarle, solo saludarlo y cuando pretendía hacerlo caminaba decidido en su dirección para cruzarse con él en el camino, pero cuando las palabras pretendían salir de sus labios sus pies lo traicionaban y seguían de largo, como ahora. Incluso había perdido la cuenta, no sabía cuántos intentos llevaba ya.

Sus pasos no se detuvieron mientras iba haciendo muecas y gestos por su error al no lograr lo que quería. Cuando Yuri volteó tan solo unos segundos para observarlo se formó una linda sonrisa en sus labios y volvió a retomar su camino, como si nada hubiese pasado.

Comenzaba otra semana y Ryutaro ya estaba harto de sus fracasos. La presidenta de su salón lo había casi obligado a que le ayudase con los preparativos de una obra, por suerte el no participaría en dicha obra y eso lo aliviaba porque nunca podía quitar esa sonrisa estúpida por el nerviosismo cuando la gente tenía su atención en su persona.

- ¿Crees que Matsumoto lo haga bien? - preguntó la chica a su lado mientras revisaba las hojas, eran los diálogos de la obra. Ryutaro no le tomaba atención a la chica, estaba más sumido en sus pensamientos, en una nueva forma de acercarse a Yuri - ¡Morimoto tómame atención! - y después de dos intentos para que el chico le prestara atención estalló en un grito asustándolo.

Dos pasos hacia atrás, un choque... dos cuerpos tendidos en el piso y dos quejidos.

Había caído en algo blandito pero no su trasero.

- ¡Ryutaro! - la chica sintiéndose culpable solo lo miró, pero por un lado deseaba reírse de él.

- auch - otro quejido a sus espaldas y giró su rostro encontrándose a la persona con la que menos esperaba tropezar - ¿no piensas levantarte? – y el sonrojo que se formó en sus mejillas fue tan evidente, pero el chico poca importancia le dio o eso le hizo pensar.

- lo–lo siento - quiso levantarse pero de nueva cuenta cayó su cabeza al pecho del chico. Su compañera le ayudó a incorporarse quedando solo el chico en el piso - ah! - y dándose un golpe mental extendió su mano para ayudarlo a levantarse - lo siento - volvió a disculparse.

-no hay problema - sacudió su pantalón y se inclinó para tomar su libro, todo bajo la atenta mirada de Ryutaro.




Fin Flash Black

Ya los dos en la cama, Yuri se le apegó abrazándolo por la espalda.

- por qué no me dices lo que te pasa? - trató de voltearse pero el mayor se lo impidió abrazándolo con mas fuerza - Yuri no me quiero enojar contigo, pero si no me dices...

- puedes hacerme el amor? – y esas palabras le quitaron el aliento, el corazón de ambos se aceleró y podrían jurar que se podía escuchar aun estando separados.



**

Al no sentir mas presión alrededor de su cuerpo se fue girando poco a poco, tan lento que no podían evitar ambos ponerse más nervioso de lo que ya estaban. Por muy oscuro que se encontrara todo, sabía a qué altura estaba Yuri a su lado. Su respiración golpeando su mandíbula decía claramente que estaba muy cerca de sus labios.

Yuri dio un respingo al sentir como la mano del menor se posó lentamente en su cadera. Quería acercarlo más a su cuerpo. Quizás sería lo mas tonto en ese momento pero necesitaba preguntarle si acaso estaba seguro, después de todo sus padres se encontraban en casa y sería la primera vez que lo harían. Ni siquiera tenía muy en claro como hacerlo y hacer ruido los metería en un gran problema.

El mayor mordió sus labios, se acercaba con miedo a los labios del menor. No era la primera vez que se besarían pero lo parecía. Hace mucho no se sentía tan nervioso como ahora. Y el roce que sintió en sus labios dio un revuelco en su estomago. Ryutaro abría y cerraba la boca tratando de articular la pregunta pero al sentir que Yuri lo besó en la comisura de sus labios decía claramente que estaba seguro de lo que le había pedido.

Con algo de miedo tomó sus labios dándole un casto beso, dejando sus labios rosarse luego de que Yuri se acercara más a su cuerpo, abrazándolo un poco más. Otro beso que pretendían cortar una vez más pero ambos se impulsaron a hacerlo mas largo. Yuri siendo el primero en querer introducir su lengua en la boca del menor.

Yuri frunció un poco el entrecejo por su estremecimiento al sentir la mano que antes se posaba en su cintura, introducirse bajo su camisa de pijama. Rozando la piel tibia de su espalda baja. Sin poder evitar dejar su pierna sobre las del menor. Quedando de espaldas a la cama cuando Ryutaro comenzó a quedar poco a poco sobre él.

Con manos temblorosas ambos trataron de quitar las prendas ajenas. Yuri fue el primero en quitarle la camisa después de todo estar bajo el cuerpo del menor le facilitó la tarea. Después de que Yuri levantase un poco su torso para quitar completamente su camisa volvió a sentir el peso del menor sobre su pecho, pero la diferencia ahora era que estaban piel con piel, y nunca antes había sentido algo como eso. Los ligeros temblores de Ryutaro cuando lo besaba acariciando los costados de su cuerpo, y sus vientres igual de juntos sintiendo una fricción un poco mas abajo.







-pero... Yuri... que dices porque?
- por que si
-DAME UNA EXPLICACION CHINEN YURI NO PUEDES HACERME ESTO! TE LO HE DADO TODO! TODO!!!
- pues no es suficiente!
-porque?! Desde cuando no es suficiente?!!
-desde que me di cuenta del error que fue iniciar algo contigo, un mocoso que no ha madurado para nada, y que nunca será capaz de comprenderme, eres un simple niño con el que me cansé de jugar.
- entonces... si eso quieres, me alejare de ti, te olvidaré y serás el primero de muchos que desearían estar en tu lugar, porque podré ser un mocoso Chinen Yuri, pero este mocoso te hizo gemir y pedir mas anoche.
-...
- desde hoy no me importas, por mi... puedes morirte

(Esta parte estuvo sin editar x’D me da pajita~ y ese es el fin sin fin~ Este fic se llamaba "I lost You" pero ahí quedó)
Para ser sincera, leer mis cosas viejas me aburre e_e me da mucho sueño... incluso ya me dio, pero ya qué~ seguiré, algunos tienen imagen, pero como al final nunca los terminé pos no se las pongo.

Este es un InooDai... que más bien tenía que ser DaiKei, pero ya fue~
... ooook~ estaba leyendo para así corregir pero me aburrió, es fome y viejo e_e así que mejor lo pego así nomas, si no entienden porque está demasiado mal escrito ._. que Dios las ampare y les dé la sabiduría de entender mis porquerías(?)

Arioka Daiki, 18 años de edad. Cursa el último año de preparatoria y es conocido por ser un chico de lindas facciones, cabello negro, ojos penetrantes, piel blanca y hermosa voz, pero dejando eso a un lado tiene el peor carácter, prepotente, es una persona que no piensa dos veces antes de golpear a quien le moleste y eso era lo que siempre le traía problemas.

Inoo Kei, 19 años de edad. Después de terminar la preparatoria decidió tomarse un año para buscar un trabajo part time. Las mañanas se las pasa en la escuela ayudando a los profesores de matemáticas e historia. Es como un profesor más entre los mayores. Con un atractivo inigualable, amable, respetuoso, a veces tímido sobre todo cuando sufre de acosos por parte de las chicas y un poco temeroso cuando algunos chicos lo molestan porque en realidad, lo tienen catalogado como un NERD. No todos saben el verdadero significado de esa palabra por lo que toman a un NERD como un tonto cuando no es así.

Estos dos chicos son muy diferentes por lo que sus personalidades chocan y cada vez que se ven Daiki no puede evitar jugarle malas bromas a Kei, que la mayoría de las veces se queda en silencio y lo ignora. Desde que Daiki había ingresado a la misma preparatoria habían tenido su primer encuentro discutieron en mitad del pasillo.

Pero aunque nadie se diera cuenta ellos tenían algo muy en común, pero ninguno estaba dispuesto a demostrarlo.

Daiki salía de la clase de historia, en la que tuvo que soportar la presencia de aquel NERD, que no dejó de reír en el grupo de las chicas que el profesor le había asignado para el trabajo en grupo. Esas muchas veces que una de ellas se le acercó mas de lo debido tratando de quitarle los anteojos y admirar mejor sus ojos.
Para su suerte era la penúltima clase del día, pero, por otro lado eso no era muy bueno, la clase que continuaba era la de matemáticas en la que nuevamente lo volvería a ver y soportar su voz.

Lo odiaba tanto. El sentimiento era mutuo, los dos se odiaban y fruncían el seño cada vez que se veían en los pasillos o en el salón.

Con pesadez caminó hasta su casillero, no tenía ninguna intención de quedarse a la última clase. Acercó sus manos a su cuello haciendo movimientos circulares para así relajarse un poco. Al abrir el casillero su vista se topó con un papel arrugado, sonrió de una manera que asustaría a cualquiera. Lo tomó y extendió para leerlo.

Después de leerlo no pudo evitar reírse escandalosamente asustando a los demás, cuando Daiki reía de esa manera no era bueno. Su risa y sonrisa eran tan perversas que muchos se preguntaba si acaso ese chico era humano.

Cerró bruscamente el casillero haciendo un ruido seco que exaltó a los demás. No le tomó atención a nadie y caminó por el pasillo abriéndose paso entre los alumnos que por miedo se hacían a un lado. Por muy bajito que fuera para muchos Daiki era una gran amenaza cuando se trataba de patear traseros, por la misma razón habían chicos que no soportaban su altanería.
Al llegar al patio trasero se encontró con tres tipos esperándolo.

- que sea rápido que tengo prisa - con voz ruda habló al chico que supuso que era tal 'Okamaru' un momento... ese no era. Hizo memoria pero no podía recordar el nombre.

- eres una escoria - dijo uno de ellos escupiendo al suelo luego de ponerse de pie.

- vaya, vaya. Seis contra uno - todos sonrieron al escucharlo decir el número de personas al ver los otros que salían de su escondite - lo veo justo aunque pensé que serían más.

- ¿¡te crees muy listo!? - gritó uno queriendo acercarse para golpearlo, pero fue detenido por su amigo que le susurró algo al oído.

Todos sonrieron cómplices y rodearon al pequeño Daiki, porque si, todos eran altos.
Por sus mentes pasaban varias imágenes de como lo dejarían, de como sacarían todas sus frustraciones golpeando su cuerpo.
El primero que se tiró a golpearlo fue el que le gritó, el chico de ojos claros y cabello alborotado. Serio, concentrado, enfadado, con los puños apretados y rojos por los golpes que le daba pensaba en Kei, en lo relajante que sería practicar tal 'deporte' con él.

Demonios, se suponía que había ido a golpear a esos idiota, no a pensar en el NERD para fastidiarse aun mas el día.

Recibió un fuerte puñetazo entre la comisura de los labios y la mejilla, causándole un corte que no tardó en sangrar, sintiendo ese sabor extraño de su sangre. Se lamió el labio y maldijo mentalmente. Esa se la pagarían, odiaba sangrar, sobre todo del labio. Por cada golpe que recibía devolvía dos. Ya no tenía idea de cuanto llevaba ahí, podría deducirlo al ver a dos chicos tirados sobre la tierra y un tercero a punto de recibir un fuerte golpe en el rostro cuando se tiró sobre el después de tirarlo al piso. Sostenía el cuello de su camisa con una mano mientras que con la otra lo golpeaba dejando su cuerpo lleno de magulladuras.

Al de terminar con el fue por otro dejándolo casi sin aire por los fuertes golpes que recibió en su estomago con la rodilla de Daiki, que lo empujó resbalando y dándose una fuerte costalada.

- no se preocupen que aun tengo energías - vociferó incentivando a los otros dos que quedaban mirándolo sorprendidos.

Ahora que el líder del grupo estaba tirado en el piso escupiendo un poco de sangre y quejándose por el dolor que le recorría todo el cuerpo, el par de chicos que quedaban ya ni ganas tenían de meterse con Daiki. Es que en toda su vida nunca lo habían podido golpear de esa manera y ahora lo veían asustados, no querían quedar igual que él.

- aun... aun no termino contigo - el líder con esfuerzo trató de ponerse de pie. La mirada de Daiki se tornó fría y profunda. Se le acercó a paso lento mirándolo con desprecio y sin esperar mas le dio una patada en el estomago. Estaba harto de la gente como él. Suspiró con molestia y volteó a mirar a los otros dos que ni un paso hacia adelante se atrevieron a dar.

- pensé que me darían una paliza - se quedó a un lado del líder que arrodillado cubría su estomago con ambas manos y su cabeza tocando la tierra - ¿¡no decía eso la carta!?

Cansado ya de todo pateó sus costillas quedando completamente tendido en el piso. Se veía tan deplorable que no se aguantó la risa. Mientras el gozaba de su victoria los otros dos ayudaron a sus amigos y se fueron dejándolo solo con su locura.

Después de ver que se encontraba completamente solo se acercó a la pared y apoyó su espalda en ella, se deslizó hasta quedar sentado en el piso y esperó lo que restaban de minutos para que las clases terminaran e ir por su bolso. Estaba cansado, solo quería llegar a casa y tirarse en su cama a dormir, sentir la suavidad de la almohada tocar su rostro.
Levantó la vista y admiró las nubes con tranquilidad moverse y sonrió, una sonrisa que nunca a nadie le ha mostrado.

Esperó unos minutos y se puso de pie. Tenía que ir por sus cosas y salir del infierno en el que estaba. Sacudió sus pantalones y caminó hasta su salón. Aun quedaban alumnos en los pasillos, algunos se le quedaron mirando curiosos pensando con quien se había peleado esta vez.

Se sentía sucio, sus manos con heridas en los nudillos y con tierra. Pasó a los baños, miró su reflejo en el espejo y una sonrisa se formó en sus labios. Cómo le gustaba sentir ese choque que se producía cuando sus nudillos daban contra el cuerpo de otra persona. Patearlos hasta el cansancio, para desprender su mal humor. Negó con la cabeza aun sonriendo y lavó sus manos y rostro.

Listo, secó sus manos con un pañuelo que sacó de uno de sus bolsillos. Bien, ahora si que quedaba menos gente en los pasillos. Al llegar a su salón y abrir la puerta se topó con alguien, volviendo a generarse ese malestar en su pecho. Su respiración hizo falta por dos segundos al cruzarse con aquellos ojos oscuros y penetrantes. Desvió la mirada tan rápido cómo pudo y se acercó a sus cosas.

- otra vez peleando? es que acaso no te importan tus estudios? faltas a clases para agarrarte a golpes, que ganas con eso? - el mayor comenzó a formular una lista de preguntan tan calmadamente que acababan poco a poco con la paciencia de Daiki, pues tampoco habían hablado tanto, menos cuando había un tercero presente.

- cállate quieres? no estoy de ánimos para escuchar tus estupideces.

- no me callo porque si no te lo digo yo nadie lo hora, nadie se te acerca por ser como eres. Acaso no quieres cambiar? - fastidiado de escucharlo tomó su bolso y lo lanzó a un destino no previsto.

- CALLATE! NO ERES NADIE PARA DECIRME QUE HACER O NO! - si las miradas mataran Inoo Kei estaría seis metros bajo tierra.

- CALLAME SI TAN VALIENTE TE CREES – no esperaba eso de él, pero ya quería terminar con eso y que se callara de una buena vez. Se le acercó a pasos rápidos y le dio un puñetazo en el rostro, tan fuerte que Inoo perdió el equilibrio cayendo al piso.

- ESO QUERIAS!? AHI LO TIENES! - lo miró tocarse el labio y sonreír

- siempre arreglas las cosas a golpes cuando...

Por un momento temió por lo que le fuese a suceder. Daiki se había sentado sobre sui vientre bajo y levantando el puño lo amenazó con volverlo a golpear, sujetando el cuello de su camisa con la otra mano.

- que vas a...

- CALLATE!

Sus miradas estaban fijas en el otro. Inoo arrepintiéndose de haberlo provocado, aunque no lo podía negar, le preocupaban sus estudios. Su corazón dio un sobresalto al darse cuenta de lo cerca que tenía a Daiki, nunca se había fijado en sus ojos, pestañas largas y ondeadas hacia arriba. Ojos tan hermosos como los propios; labios rosados. Su cabello mojado y uno que otro mechón de su flequillo adherido a su frente

(Este fic es del 6 de Marzo del 2010 y se llamaba "Just Shut Up")

Habían dos más que tengo guardados en el blog pero como no los escribí sola, no los pondré, necesitaría el permiso de esa persona y me da flojera pedirselo ademas de que no está -_-
Ahora un TakaChii que mmm, mientras lo leía pensaba en seguirlo pero tengo una maldición(?) ya no recuerdo cómo escribir un lemon ._. ¡suena estúpido! Pero así es. No puedo escribir una escena de lemon porque... no tengo idea, pero ya iré a mejorarme de esta rara enfermedad(?)

Un hombre, con una cámara entre sus manos con el incesante sonido del flash al tomar la foto. Un cuerpo en frente cambiando las poses que le regalaba a la cámara para captar su hermoso rostro angelical con un toque de pasión y sensualidad.

Siempre era lo mismo, su atractivo atraía muchas miradas e inquietaba corazones como al ayudante del fotógrafo que no era capaz de dejar de mirarlo. Siempre se posicionaba atrás del fotógrafo alejado de él para que no se diera cuenta de la forma en que lo miraba, pero era su idea o el chico se percataba de eso regalándole una radiante sonrisa que derretía corazones y lo hacían suspirar inconscientemente.

Desde que lo había conocido siempre tuvo ciertas sospechas y preguntas sin respuestas pasaban por su cabeza. ¿Le estaba coqueteando a él? No, solo esta posando para la cámara, ¿pero tenía que hacerlo de esa manera?

Se acercó un poco mas y pudo jurar que la mirada del chico se posó sobre él unos segundos.

-Takaki ayúdame con esto – escuchó al fotógrafo y se acercó más para ayudarle en lo que quería.

Levantó la vista y una vez mas lo estaba mirando pero esta vez no apartó la mirada.

Sensual.

Pensó.

- Una mas y terminamos – interrumpió la voz del fotógrafo a esas profundas miradas que se habían regalado.

La sesión de fotos terminó y le ayudó al fotógrafo a guardar todo.

- Ah, Takaki – lo llamó una de las estilista – tu bolso lo dejé en los vestidores y tengo prisa no te molesta ¿verdad? – el alto negó con la cabeza. Ajusto sus anteojos bajo ese largo flequillo de tonos castaños y rubios.

Ni siquiera se molestó en golpear antes de entrar ya eran pasadas de las 10 y a esa hora todos ya se habían marchado. Se acercó a una de las sillas donde estaba su bolso y lo tomó, pero al voltear vio un chico conocido al lado de la puerta.

-Hola – le dijo el más bajo mientras cerraba la puerta con el seguro. El mayor trago saliva y se acomodó el bolso.

-Hola – se acercó a la puerta con intenciones de salir pero el chico no se hizo a un lado – podrías…

- ¿Por qué escondes tus ojos bajo el flequillo? – lo interrumpió acercando la mano a su rostro la cual sujetó para apartarla – son lindos.

- Debo irme – le dijo nervioso pero con la miraba seria. No le gustaba mostrarle a nadie sus reacciones.

En modelo le sonrió pero no se apartó de la puerta, al contrario, se acercó a su cuerpo pasando sus brazos por el cuello del alto. Con un movimiento un poco brusco lo acercó a su cuerpo obligando a que Yuya encorvar su espalda. Aun mudo no se atrevía a soltar palabra alguna.

‘Tócame’

Escuchó salir de los rosados labios sintiendo ese aire tibio en su cuello. Nunca había escuchado su voz en ese tono tan sensual. Y como si su cuerpo lo controlara soltó el bolso que sostenía en una de sus manos y las posicionó sobre las caderas del chico recorriendo un camino ascendente por su espalda, ganándose un suspiro por la acción. Pero quería escucharlo una vez más.

Descendió por el mismo camino pero esta vez metió las manos bajo la ropa sintiendo la tersa piel que se estremecía por su contacto.

Se alejó un poco solo para mirar sus ojos y esas mejillas sonrojadas, ¿estaba avergonzado?
Un roce en sus labios lo hizo percatarse de lo cerca que tenía el rostro del chico.

‘Yuri’

Pronunció antes de que tomaran sus labios sin ninguna paciencia al devorarlos y morderlos, siendo encaminado con pasos torpes hasta el sofá que se encontraba a su espalda. El bajito le quitó los anteojos dejándolos a un lado y con sus dedos apartó el molesto flequillo que le impedía mirar sus ojos semi cerrados. Empujándolo para que se sentara se acomodó sobre sus piernas sin dejar de besarlo.

‘Te deseo’

Yuya dejó que esos labios besaran su cuello echando la cabeza hacia atrás mientras esas blancas manos desabrochaban su camisa dejándose hacer. Un largo suspiro salió de entre sus labios al sentir esa húmeda lengua jugar con uno de sus pezones. Lo estaba disfrutando y quería más, no se conformaría con tan poco como eso, menos después de escuchar sus palabras.

Acarició ambos muslos con sus manos hasta llegar a sus glúteos y apretarlo contra su cuerpo.

-hhmmg – gimió y volvió a besar los tan exquisitos labios de Yuya para moverse sobre sus caderas con falsas penetraciones que lo único que les hacia era subirles mas la temperatura.

‘Mi cuerpo arde’
Aquí les va otro, YabuTaro -¬- mi pareja favorita. Cuando terminen de leerlo (si es que lo leen) se darán cuenta que se parece a esos malditos fic Dabbles e_e en donde tienen un final tan maldito que les dan ganas de golpear al autor porque quieren continuación... bueno, eso me pasó cuando terminé de corregirlo ._. pero no me golpearé a mí misma... sería estúpido.

No sabe en qué momento de la fiesta terminó en la banca del jardín de la casa, con Ryutaro a su lado, tomándolo de la camisa, demasiado cerca para su asombro y con una botella de no sabe qué alcohol entre ellos, pero que el menor andaba trayendo.

-Ryutaro tú…

-¿Si? –no podría dejar de mirar esos ojos que despedían un brillo el cual no tenía explicación para él en ese momento, porque lo único que podía pensar era en que Ryutaro le propinaría un golpe en cuanto las palabras saliesen de su boca.

-Tú… -miró esos labios ligeramente abiertos- me gustas –inmediatamente el rostro del menor se congeló, pestañó un par de veces para luego bajar la mirada y comenzar a reír. Yabu no entendía, ¿acaso no lo golpearía o esperaba el momento indicado? Además de estar burlándose de él.

-¿En serio? ¿No mientes? –pero en cuanto esas palabras salieron esos ojos se volvieron a profundizar en los suyos- Yabu –el agarre de su camisa se hizo más fuerte y sus rostros estaban cada vez más cerca.

-S—si… -había un gran alboroto dentro de su pecho. Era una emoción tan grande que sentía que no tenía como explicarla, pero sentía que su pecho estallaría con el fuerte palpitar de su corazón. Inesperadamente Ryutaro sonrió.

-Eso me hace tan feliz –y volver a ver esa sonrisa le sacó una que no duró mucho, no cuando el menor disminuyó la distancia uniendo sus labios, sintiéndolos calientes, sintiendo el sabor a licor. Esas mejillas estaban más que rojas, y aunque de sus ojos aun no desaparecía ese brillo, se veían avergonzados, ahora mirando en otra dirección- Tú también me gustas Kota.

Si ya era feliz con haber sentido los labios del menor ahora quería gritar lo feliz que estaba. Era correspondido. Ese chico frío y serio ahora se mostraba completamente vulnerable mirándole avergonzado mientras también se confesaba, todo gracias al alcohol.

-Ryutaro… -acarició su mejilla para acercarlo a su cuerpo, Ryutaro cerró los ojos por lo cálido que era el ser abrazado por la persona que le gustaba- Soy tan feliz, no puedo creer que me correspondas, o sea, eres frío, me evitabas y ahora te muestras ante mí de esta forma. Ryutaro, realmente te a… ¿Ryutaro? –pero cuando el peso de ese cuerpo se hizo más intenso lo alejó de los hombros para lamentablemente darse cuenta que se había dormido- ¿Por lo menos recordaras esto mañana?

(Verdad que fue un final maldito? Hasta pensaba realmente dejarlo como drabble, pero naa, a mi parecer merecía continuación pero ando emo(?) así que no hay continuación e_e)
Este es el último, es un HikaTo que publiqué hace unos días en mi Twitter Dx no lo terminé y nunca lo haré! Porque es leeemooon~ Y ya les hablé de mi problema con el Lemon ._.

Se quedó de pie fuera del baño esperando a que nadie mas que Keito pasara por ahí, llevaba la semana entera queriendo tocarlo pero no sabía que en su casa a pesar de poder pasar el día solos por completo, la sirvienta de la casa, la cual era casi un lujo, estaría todo el día fastidiándole los planes. A penas le vio acercarse distraído le tomó la mano.

–Ah, Hika… –pero no le dejó terminar de hablar porque estaba ya tan excitado con su propio plan que le besó ferozmente tomándolo de la cintura e introduciéndolo al baño, poniendo el seguro cuando empotró su cuerpo contra la puerta. Tampoco le dio tiempo de quejarse ni preguntar cosas innecesarias, desvistiéndolo rápido, desvistiéndose rápido, dejando al menor atónito y sonrojado por lo que repentinamente hacía.

–Espero y no se le ocurra querer entrar –murmuró el mayor atacando su cuello y acariciando su espalda baja para excitarlo–

–Hikaru... detente

Lo abrazó de la cintura, sosteniéndole de los glúteos los cuales se deleitó en apretujar con sus manos, acercándolo a su cuerpo para que la cercanía de sus pelvis permitiera rozar sus miembros uno contra el otro, sacándole jadeos entre besos al menor, que devoraba de igual manera su boca. Y lo empujó contra la lavadora que repentinamente comenzó a sonar escuchándose un pitido el cual ambos ignoraron. Poniendo ambas manos en las piernas del menor, bajo sus glúteos, y lo levantó sentándolo en la lavadora, abriéndole enseguida las piernas.

–Aaaah Hikaru –Keito acarició sus cabellos cuando el mayor mordisqueo sus cuello hasta llegar a sus tetillas mientras lo masturbaba.



–Aaah... Uhmmm... -se mordía los labios disfrutando de esas penetraciones. Se sujetaba de ambas esquinas traseras de la lavadora, sus piernas completamente abiertas y elevadas por las manos del mayor que las sujetaba por detrás de la rodilla, mirando cuando su miembro entraba por ese orificio que hace tiempo deseó profanar otra vez, levantando la mirada para encontrarse con una excitante escena de Keito con la cabeza ligeramente hacia atrás, ojos cerrados con entrecejo fruncido de placer mientras mordía su labio, ante esa imagen no pudo evitar desear penetrarle fuertemente, logrando que abriera la boca, junto con ello una excitante vibración que no vio venir– Hi-Hikaru! –se sostuvo de un brazo llevando el otro al hombro del mayor– bájame –gimió aquella palabra cuando sentía su cuerpo entero vibrar, sobre todo su trasero que era el que estaba apegado a la lavadora–

Y por último, aquí les dejo el link de un proyecto que tengo con Uebo. Aún hay que arreglarlo y esas cosas (me refiero al blog) ni siquiera he arreglado la entrada de bienvenida xD dice "asdadasd" pero bueno, más adelante les explico qué onda con ese proyecto, pero tenemos ya algo publicado, espero les guste, el proyecto se llama "Jumping to my College" sí, hagan clic en el nombre.

Bueno :D saludos~ ahora haré un truco de mágia(?) para volver a desaparecer por días, meses y tal vez años. e_e Adiós!~

3 comentarios:

yuumhi dijo...

Yuuukiiiii~
Se te extraña -w-
No desaparezcas asi~
-w-
-w-
-w-
InooDai ÓwÓ HERMOsisisisissisisiMOOOOO
yO me qede en la ultima parte, y por gloria de Dios lo entendi perfectamente que desee más. Pero como no hay contiii, llorare *empieza a golpearse*

AmiS dijo...

CARAJOOOOOOOOOOOOOOO!!! si qe los tenias bien pero bien ocultos no!??!...como es posible....
*O*... increible.... y como siempre me dejas con ganas de mas y mas y mas y mas....

Paoo Inoue dijo...

Todo el mundo lo sabe~~

LA ASISTENTE PAOLA SE COMPLACE EN PRESENTAR ESTE ACTO LLAMDADO:

Yuuki cristal (?)

nada por aqui, nada por allá

eso es todo -3-
gracias por su visita

Publicar un comentario

¿Qué piensas sobre lo que escribí? D:
Comenta, me gusta saber lo que piensas. ♥~

Copyright © 2011 YuukiNii's Fics ♥. Designed by MakeQuick, blogger theme by Blog and Web | Posts RSS | Comments RSS