Daiki abrazaba las caderas del mayor, rodeándolas con sus piernas. La fricción de sus entrepiernas y el movimiento de Kei sobre él le hacía sentir un cosquilleo en el estómago. Suspirando… jadeando inconscientemente bajo los labios del pelinegro que se dedicaba a observar como sus ojos semi cerrados lo miraban. Acarició su rostro, alejando esos mechones que cubrían parte de la frente de Daiki. Besó sus labios, beso su mentón y su cuello. Succionando la piel y lamiéndola al compás de sus movimientos. Le abrió lentamente la camisa, besando la piel que se exponía a sus labios.

Su erección presa entre su pantalón ya comenzaba a ser dolorosa, y supuso que para Daiki también lo era, aunque no lo dijese sus jadeos iban ascendiendo con los segundos. Las caricias de Daiki sobre su torso desnudo no hacían mas que aumentarle el deseo de tenerlo completamente desnudo, piel con piel, para sentir la humedad que salía por sus poros...





Kei movió con delicadeza su mano, acostumbrándose y asimilando lo que sucedía. Vaya momento. Se giró quedando de espaldas en la cama. Si que ansiaba tocar a Daiki, tanto como para tener un sueño de ese tipo con él. Elevó su mano mirando la palma y dedos, preguntándose si la piel de Daiki seguía siendo tan suave. Pero eso lo descubría más tarde, ahora debía de ordenar porque hoy esperaba a una agradable visita.



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Lavaba sus dientes como si odiara hacerlo, o más bien como si hubiese comido algo asqueroso y quería quitarse el mal sabor de boca, aunque no estaba lejos de ser así, aun así había sido una situación distinta. Bueno, lo que pasó es que...

- Mno guefo cgreerfo –“no puedo creerlo” dijo con el cepillo en la boca y llena de espuma blanca- ¡¡¡M-AAAH!!! -golpeó el mueble con ambas manos, mirándose con furia a través del espejo, y es que no podía creerlo. Escupió la espuma y enjuagó su boca.

Era un gran, pero gran error soñar con Inoo, y más aún si era uno en que el pelinegro lo tocaba tanto y besaba... “besaba”. Sus mejillas se sonrojaron, avergonzándolo porque hasta sus sueños lo traicionaban de esa manera. De solo recordar como es que estaba pegado a su cuerpo, ese que hasta en sueños parecía ser tan real, lo enfermaba. Aunque se rehusaba admitir que así quería estar, bien adherido a su cuerpo, besando esos labios, tocar esa piel y un sin fin de cosas más.


Para dejar el sueño en el olvido se dedicó a vestirse rápido, se iría al departamento del mayor después del almuerzo y ya eran más de las 12 de la tarde, complicando las cosas porque ahora no tenía ánimos de pararse frente a su puerta. Y con ello como si un rayo cayese sobre él, cayó en cuenta en el día, era sábado. Se supone que solo sería en la semana, pero Inoo dijo que lo estaría esperando. Buscó su celular para llamarlo, pero antes de encontrarlo pensó que por ser Sábado, tendría más clases, así aprendería más por tener el piano a su completa disposición por más de una hora, pero cuando también se percato de que si eran más horas, el pago por las clases aumentaría, eso le daba una leve idea de lo que tal vez haría, o mejor dicho, le harían hacer. Pero la idea de saberse en una situación de ese tipo o qué cosa querría Inoo, le causaba curiosidad. Sólo curiosidad.

Tan complicado le era poder controlarse, porque aunque su mente no lo quisiera su cuerpo reaccionaba así de fácil, como en su sueño. ¿Acaso se había vuelto un chico fácil? Imposible, la relación con Ryosuke lo decía todo, aun no se atrevía a tocarlo más de lo normal. Cada que tocaba su piel o lo besaba se sentía culpable por no corresponderle debidamente, y por eso se creaba caos dentro de su mente, si en verdad debía terminar con él o esperar un poco más, esperando a que llegara el momento en donde sentía lo mismo por él. Pero de por sí le gustaba besarlo, quizás ese era uno de los indicios para llegar a gustarle en verdad.


Se acercó al velador para tomar su reloj pulsera cuando se dio cuenta de que uno de los colgantes estaba al lado. Ni siquiera se había dado cuenta en el momento en que Ryosuke lo dejó anoche. Con cariño lo tomó, mirando fijamente la Luna. Sonrió de igual modo, desabrochándolo para ponerlo alrededor de su cuello, así pensaría en Ryosuke todo el día y sus sentimientos por él aumentarían, además de controlar lo casi incontrolable.


Y como si fuera un amuleto de buena suerte.



***

Ryosuke se quedó aburrido en su balcón, mirando el de su novio en donde lo único que había era una ventana y cortina cerrada, pero sabía que no estaba, lo había visto salir después de almuerzo, justo cuando pensaba en ir a pasar su día sábado con él, abrazado a él, besándose a escondidas de la madre de Daiki que era como una tía o hasta su segunda madre. Ansiaba mucho sentir a Daiki tocando su cuerpo, lo ansiaba tanto que sabía llegaba a incomodar al mayor. Se sonrojó de sólo pensarlo, ¿en qué momento su mente se había vuelto pervertida?, pensar que antes sólo añoraba tomar su mano, que lo abrazara, que le sonriera. Que fuera la persona más importante en su vida. De por sí ahora había logrado algo de eso.

Sonrió de felicidad de solo pensarlo “ser la persona importante de Daiki”


Comenzó a recordar el año en que aún no le decía sobre sus sentimientos, mientras no dejaba de mirar aquella ventana cerrada. Daiki seguía siendo el chico alegre, amable y cariñoso. Tomándole atención como si fuera su hermano. Pero sus pensamientos se vieron olvidados cuando recordó al chico del día anterior, aquel que Daiki había dicho que no le agradaba. Sabía que lo había visto en alguna parte, pero no lograba recordar dónde. Revolvió sus cabellos intentando recordar, como si con ello lo fuera a lograr.


No dándole de otra dejó sus recuerdos de lado, después de todo sabía que en algún momento recordaría en dónde lo había visto, sólo era cosa de tiempo. Y dando una última mirada a la habitación de Daiki, entró a la suya para bajar por algo de comer.

***





Cinco pasos más y pasaría por aquellos cristales para al fin entrar al edificio en donde vivía la persona que en esos momentos odiaba, en esos, porque cuando sus pensamientos se iban hacia el pasado podía sentir ese calor que se acumulaba en su pecho, aunque no era consciente de eso, sólo de que el nerviosismo de tenerlo cerca y los sonrojos que a veces tenía eran cosas que no podía evitar cuando Inoo Kei le miraba, le hablaba o le tocaba de esa manera tan coqueta. O el sentimiento que causó aquel día en su interior el tener nuevamente esos cálidos y suaves labios sobre los suyos.

Se negaba a todo lo que tuviera que ver con Inoo Kei. Lo maldecía por lo que le hizo, pero con el pago que debía darle por las clases de piano, podría sacar un gran provecho de ello o hundirse al mismo tiempo.


Suspiró calmadamente dándose ánimos. Definitivamente hoy haría algo realmente estupendo. Y con la mirada seria terminó de dar los pasos que faltaban para entrar al edificio.

El ascensor no tardó en abrir sus puertas, como tampoco tardó en llegar al piso que le causaba temblores en todo el cuerpo.


“Vamos Daiki, tranquilízate” empuñó sus manos “no es la primera vez que vienes” pero ahí estaba otra vez, aquel chico nervioso que no le dejaba de latir el corazón de forma irregular, sintiendo también el fuerte palpitar por todo su cuerpo. De sólo recordar la primera vez que estuvo ahí, justamente dos días antes, le imposibilitaba calmarse. “Beso, Kei, beso, Kei, beso… besar a Kei…”

Ya era su último esfuerzo y parte de su tortura emocional terminaría.

-¿Si? –no lo podía creer, simplemente no lo podía creer. Era un total error el haber ido un día sábado.

Si la existencia de Inoo Kei fuera un error en el mundo de Daiki, el que su novia estuviera frente a él lo era aún más.

-Ah… Disculpa, me equivoque. Lo siento mucho –y como un robot, dando media vuelta caminó en dirección al ascensor.

Pero no se lo esperaba, simplemente no se lo esperaba.

-Ah, tú eres… -pero sus palabras no pudieron continuar, la identidad de aquel chico no la conocía. Kei no había dicho nada sobre él el día anterior.

-Daiki… -pero ahí estaba él. Detrás de su novia, abrazándola de la cintura y cargando la barbilla en uno de los hombros de la chica. Daiki detuvo sus movimientos al escuchar lo fácil que le era pronunciar su nombre.

En verdad Inoo Kei le era una persona despreciable.


-Oh, Inoo –pero la sonrisa forzada en su rostro no podía ser más evidente para el pelinegro que le miraba sonriendo como si le provocara por la presencia de su novia, buscando en aquella mirada algún indicio de que Daiki estuviera celoso, pero más que eso encontró una expresión casi asqueada. Dejando eso de lado le agradó que por fin llegara, desde luego que lo estaba esperando. Era obvio que no olvidaría el mensaje de Daiki diciéndole que lo dejaran para el siguiente día. Y también esperaba la llegada de su novia, que como todo día sábado llegaba justo a las 11 de la mañana, para comer juntos o salir.



Pero lástima que no podría hacerlo o mejor dicho era una suerte, con Daiki podría divertirse de la manera en que le gustaba.


-¿No vas a entrar? –la chica aun mirándolo seguía preguntándose quién era.

-No, recordé que tengo algo que hacer –la excusa era más que obvia, no entraría ahí si esa chica le estaría mirando todo el tiempo, hasta su conciencia le decía que el haber ido había sido mala idea, ella no tenía la culpa y si bien había formado una relación con el idiota que lo hirió, no tenía por qué entrometerse entre ellos.


Frente al ascensor esperando a que volviera a subir escuchó esos pasos acompañados de un suspiro y lo que siguió fueron sus silenciosos pasos mientras era halado del brazo sin poder quejarse ni pedir que le soltara, menos cuando pasó al lado de la chica que terminó por cerrar la puerta.



-Él es Daiki –inmediatamente el menor se inclinó saludando cohibido- llevo unos días enseñándole piano –la chica de solo escucharlo sonrió emocionada.

-Es asombroso que te intereses en el piano. Y con un profesor como Kei aprenderás rápido –de eso dudaba un poco, con sus incesantes toqueteos simplemente le parecía imposible- es sorprendente, Kei no tiene tanta paciencia para enseñar, incluso yo le pedí que me enseñara pero se rehusó hacerlo. –Daiki sonrió nervioso, ¿eso era cierto? Podría sentirse afortunado si no fuera por el tipo de pago que tenía que dar a cambio de las clases.- Debes ser muy bueno.

-En realidad…

-Ni que lo digas, aprende rápido –su cuerpo tembló al sentir como esa mano se deslizó de su hombro a su espalda baja, lenta e insinuantemente causándole un sonrojo.

Con la chica ahí no podía ser el mismo, se reprimía de golpear a Kei o gritarle por haber hecho eso.

-Comencemos –sugirió el pelinegro, terminando aquella presentación apretando en su mano uno de los glúteos de Daiki que sin evitarlo sus mejillas se sonrojaron, y eso la chica lo había notado, pero por su mente pasó la idea de que Daiki estuviese tan nervioso y avergonzado, que le pareció lindo.



Comenzó mirando la partitura, parecía más compleja que la anterior. Volteó para pedirle al pelinegro que tocara para guiarse mejor, pero lo que encontró desfiguró su expresión volteando al instante. ¿Cómo podía ser tan desgraciado y besarse con ella frente a él, o más bien a sus espaldas?, pero el hecho es que él estaba ahí. Ahora faltaba que se encerraran en la habitación y comenzaran a hacer otras cosas, no era como si dudara en que Inoo haría algo como eso.

-Daiki ¿por qué no estás tocando? –abrió la boca para hablar pero sabía que tartamudearía si lo hacía, por lo que tocó una tecla que incluso no aparecía en la partitura, solo para dejar de llamar la atención por su silencio.- no estás leyendo la partitura –

-Lo siento… tengo un poco de sed –y sin decir más, se puso de pie y caminó nervioso y torpe hasta la cocina.

Tomó el vaso con agua, el líquido era tan refrescante que relajaba su mente dejando de pensar en esos besos que ya no escuchaba. Presenciar todo eso era completamente incómodo y sentimientos desconocidos crecían en su interior, hubiese pensado mejor en qué tipo de sentimientos eran si esa caricia en su cadera rodeando su cintura no hubiera aparecido.

-¿En qué piensas? –y en lo que tardó en voltear ya tenía los labios del mayor comiéndose los suyos ferozmente, intentando quitárselo de encima, pero las cosas se dificultaban al abrir la boca y sentir esa habilosa lengua dentro de su boca, sacándole un ahogado gemido cuando uno de sus glúteos fue apretado con una de las palmas del pelinegro. Empujó con más fuerza.

-Kei creo que… -pero las palabras se detuvieron nuevamente, y hacía todo el esfuerzo por no corresponderlo, pero por más que se negaba física y mentalmente, terminó rendido, moviendo los labios y apoyando las manos en su pecho, concentrándose en esos suaves y dulces labios que apresaban los suyos con tanta pasión y esas manos en su cadera atrayéndolo al cuerpo del mayor, estaba completamente preso. Su cuerpo compartiendo caricias con el otro, olvidándose de todo lo demás… o casi todo lo demás, porque la voz cercana de aquella chica, novia del chico que ahora besaba, se escuchaba demasiado cerca tan cerca que apostaría que estaba a pasos de la entrada de la cocina… demasiado cerca. La mano que se introdujo bajo su polera le distrajo tanto que soltó un jadeo entre el beso, concentrándose ahora en ella que acariciaba suave su abdomen, y la otra que no demoró en introducirse por su espalda.


-¿Kei?


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D: esta fic es un asco! Asdasdsad lo tenía escrito hace rato ya xD pero no quería publicarlo :3 bueno, ahora que lo hice, espero que les siga gustando. Saludos~

6 comentarios:

mabelucome dijo...

No puedes decir que es un asco!!!!!! Es maravillosamente genial */////*
Jeje, los 2 soñando con poseer al otro *Q* Asi debe ser, que se posean asdasdasd
Me da lástima Ryosuke, él quiere demasiado a Daiki para que no le corresponda ;____;
ASDASDASDADDAASDASD Voy a moir!!!!!!! pero... pero.... asdasdasd Inoo es un gran hijo de... Cómo se atreve a hacer eso delante de su novia!? Y después en la cocina... asdaddasdd los descubre o no???? Quiero saber ya!!!!
Síguelo cuando puedas *-*

Paoo Inoue dijo...

¿como, que ahhgdcalopsmcñsp,mbvfb? ¿QUEEE?
dios! >w< ansío con todo mi ser que la chica los miré, :Q___

No se si es mi imaginación o Kei es un caliente? Dios como amo el Inoodai

Dios, como te amo Yuu~

Gracias por colgar tan nteresante continuación, por salir de tu hiatus (?)

por muchas cosas mas >w<

Uebo♥ dijo...

¡FORRO! ¡MALDITO! ¡DESGRACIADO! Hacerle eso a Daiki e.e
Lo mataría uwu Y a la chica esa también, aunque la pobre no tenga la culpa de nada xD Es sólo que es fácil no quererla D:
¡Que los vea! Así sale del medio e-e
Aunque... quién sabe si la perra esa (?) le haga daño a Dai~chan luego. Y ahí si realmente la odiaré...
Seguilo seguilo~
Te amo Deni ♥

AmiS dijo...

oh fuck!!!... ya era hora qe lo coninuaras... kiero mas!!!!

Soany dijo...

sfadfagafa Inoo!!!!!!!!!!!! debes es quemarte en tu propio juego!!!!!!!!! e.e
si bueno igual me encanta el juego -w- pero pobre daiki le tienes mal, confundido ;u;
va a sufrir mucho.... y ryosuke perdido en su enamoramiento solitario u__u

Akari Yamada dijo...

No puedes dejarmelo ahí T___T
ashhh me encanta este fic, sin dudas es uno de los mejores InooDai's que lei *.*
no quiero odiar a la novia de kei, pero ella sola se hace odiar (?) hahahahaha
y siento penita por Ryo-chan D:

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