Juego de dados Capitulo 11

Chan chan! sé que me demoré en publicar capítulo pero. y qué?! xD que soy xora. No sé me ocurria como continuarlo hasta que me puse a corregir el fic, y aun no termine de corregirlo todo.

Querido hermano te dedico el capítulo e_e aunque no sé si te guste... pero te quiero xD y te extraño ;O; cómo se te ocurre hablarme cuando no estoy metía en msn! no ves que después pienso en el -por qué no me conecté antes?-

Ya, me dejo de tanta chachara. Espero que les guste el capítulo.


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El silencio de la noche para Ryosuke era perturbador, no podía controlar su llanto. Pero no el típico llanto. Lloraba en silencio sin emitir ningún ruido. Sus ojos no dejaban de soltar lágrimas y sus labios ya hinchados de tanto morderlos estaban de un color ya muy rojo.

Se abrazaba a la almohada estrangulándola con sus brazos, escondiendo su rostro en ella. Quería gritar, quería estallar pero no lo haría. Se controlaría y haría como si nada hubiese pasado.

***

Por qué haces esto? – si rostro perturbado complacía al mayor.

- Porque es divertido – Inoo no dejaba de mirarlo y pensar que así de asustado se veía igual de lindo. – ¿No crees lo mismo? – acercó su mano derecha hasta acariciar la mejilla del menor que dio un paso hacia atrás al sentir el contacto.

Ryosuke solo se le quedó mirando. En ningún momento Kei dejó de sonreír pareciéndole todo aquello muy divertido. Ryosuke podía estar a sus pies si así quisiera, y era eso lo que quería. Cada momento sí que lo disfrutaría. Ahora por fin tendría a ese chico lindo solo para él y su querido primo Yuto ya no sería gran problema entre los dos.

- Ya no hace falta esto, ¿verdad? – dijo enseñándole los dados para devolvérselos. – Mmm. Ahora. Primera regla: No te acercarás a mi primo por ningún motivo. – Ryosuke frunció en entrecejo reflejando su disconformidad, cosa que el mayor poco le importó. – Segunda regla: Serás cariñoso conmigo, eso incluye que estarás a mi lado la mayor parte del día. Tercera regla: Mmm… no tengo más. Pero si no obedeces le diré todo a Yuto y en eso viene incluido, la trampa, tu relación con Yuya, que por lo que tengo entendido y sé, aún siguen juntos.

- No estamos juntos – susurró el menor.

- ¿No? Yuya no piensa lo mismo. – su respiración se cortó. ¿Por qué tenía que estar justo ahí, cuando las ventanas estaban cerradas y poco ayudaba el aire que había a entrar a sus pulmones. – incluso dijo que en unos días volvería a Japón. Tiene muchas ganas de verte.

Los pasos hacia atrás se escuchaban repetidamente hasta que sus piernas toparon con la cama y en segundos ya estaba sobre ella boca arriba respirando agitadamente por lo que pretendía hacerle el mayor. Quiso salir de ahí pero Kei volvió a empujarlo apoyando sus manos en los hombros de Ryosuke. Los labios de ambos estaban a escasos centímetros. Ryosuke mordió los suyos cerrando fuertemente los ojos mientras trataba de apartar su rostro.

Inesperadamente la puerta se abrió.
- ¿Ryosuke? – el corazón del nombrado se aceleró y ambos miraron hacia la puerta. La cara de desconcierto del menor que acababa de entrar era tan evidente que su única reacción fue cerrar la puerta inmediatamente. – lo siento – y fue lo último que se escucho.

- ¡Ryutaro espera! – empujó a Kei y cuando creyó estar libre puso el primer pie en el piso.

- ¡Espera! – Kei lo sujetó del brazo – ¿qué vas a decirle? –

- Obviamente que no confunda las cosas.

- ¿Qué cosas? El no a confundido nada, lo que debe estar pensando es exactamente lo que vio. Tú y yo apunto de besarnos.

- ¡Yah! ¿Qué quieres conseguir con esto? Nunca vas a gustarme, no me interesas.

- No tengo por qué decirlo. Además es divertido. Me gustas y si tengo que hacer trampa pues lo haré. Si tú lo hiciste ¿por qué no yo?

Y diciendo eso se acercó a la puerta para dejarlo pensar mejor las cosas. Si de verdad Ryosuke quería tanto a Yuto como se veía, sabría qué era lo mejor para él.

***

Yuto salía de su habitación y al ver que la casa estaba en completo silencio, quería decir que los demás aun no se levantaban. Fue hasta la habitación de Ryosuke y antes de entrar la puerta se abrió revelando los hinchados ojos del mayor. Asombrado Yuto lo miró fijamente antes de preguntar.

- ¿Estuviste llorando? – el mayor apartó inmediatamente la mirada cerrando la puerta a sus espalda, quedando así más cerca de Yuto que de pie frente él, esperaba a que le respondiese.
- No. Bueno... sí
- ¿Por qué? – y las cálidas manos del más alto fueron hasta su rostro acariciando sus mejillas.
No podía decirle el por qué. No lo haría.
Levantó su mano hasta dejarla sobre la de Yuto y cerró los ojos.

- Porque, veras… - abrió a penas los ojos para mirarlo, mordiendo sus labios por no saber que inventar.

- Ryosuke – Kei apareció por un lado del pasillo. Ambos chicos se alejaron el uno del otro a penas lo vieron – ¿puedes venir un momento?

Yuto enarcó una ceja cuando vio al mayor alejarse de él para ir junto a su primo. Mirándolo solo la espalda de ambos mientras se alejaban. Ryosuke quiso mirar hacia atrás pero por no lo hizo. Por ahora estaba casi aliviado por no tener que responder la pregunta de Yuto.

***

- Bésame – le ordenó. Ryosuke hizo una mueca – si no lo haces ya sabes lo que haré-

- Besarte no estaba en lo que dijiste.

- Claro que lo estaba. Ser cariñoso. Y aunque así no lo sea deberías obedecer. Eres como mmm… ¿perro? Hacer caso a tu amo es parte de la vida, si no lo haces eres castigado.

Ryosuke lo pensó detenidamente. ¿Por qué le asustaba tanto decirle a Yuto la verdad? Si lo hiciera no tendría por qué pasar por todo esto. No era raro que fuera a besar a un chico por el cual no sintiese nada, pero ahora que solo podía pensar en una persona y tenía posibilidades de estar con ella, no se atrevía hacerlo. No quería. Sería como una traición a sus sentimientos pero que otra opción tenía. Si lo pensaba bien. Hiciera esto o no perdería a Yuto de todas formas. Pero ahora, por lo menos por un tiempo más podría seguir viéndolo. Si Yuto se enteraba hoy mismo de su pasado hasta lo echaría o simplemente se iría dejándolo.

Tan malo era amar. Nunca más quiso abrir su corazón porque solo le traían problemas emocionales.

Miró los labios de Kei y luego sus ojos. Los alrededores también, asegurándose que estaban solos. Y poco a poco se fue acercando. Kei se inclinó un poco y lo sostuvo de la cintura. No quería hacerlo. Por su mente pasaban tantas cosas hasta que solo se concentro en alguien. En Kei cuando terminó de acortar la distancia, dando el primer beso. Luego otro. Al sentir que la mordedura en su labio inferior entendió que tenía que hacer algo e hizo el primer movimiento de labios.

- Abrázame del cuello – el menor obedeció antes de volver a sentir los labios de Kei sobre los suyos.

***

No se quedaría con la curiosidad. Pero por un momento dudó el seguirlos. Si Ryosuke le respondió anteriormente aquella caricia, claramente entre él y Kei no pasaba nada. Y tampoco era extraño en Ryosuke seguir hablándole al mayor. Dio media vuelta y se fue al comedor a ver si estaba el desayuno servido.

Prefirió ir a la cocina y ver que había en la nevera, esperaría a Ryosuke para tomar el desayuno juntos. Así terminaría de hablar con él y saber que era lo que le había pasado.

Al abrir la nevera vio unos deliciosos pasteles. Sacó uno y pensó en Ryosuke.

***

No otra vez. No podía pasar de nuevo por esto. Incluso, lo que miraba era peor que todo lo que había pasado. Ryosuke no dejaba de besarse con Kei y abrazarlo del cuello, impidiendo que se alejara. Ni siquiera Kei lo alejaba, lo abrazaba de la cintura atrayéndolo más y más a su cuerpo.

Sigueinte

D: aunque la Mymi aun no termina de escribir su fic tan genialoso publico un capítulo. El otro cuando sí lo termine. XD
Chanchan.