Juego de dados capitulo 1

Hace media hora había comenzado a llover y muy poca gente transitaba por las calles, una que otra corriendo para resguardarse de la lluvia, pero alguien sin importarle lo mojado que ahora se encontraba, sentado en una banca de un parque todo empapado por la lluvia. Sus lágrimas fundiéndose con las gotas en su rostro pero por muy triste que se encontrara en esos momentos su rostro mostraba rencor, rencor por su novia que hace unos momentos la había encontrado en un café besándose con otro chico. Él pensaba que ella era la indicada para casarse ya que sus padres le buscaban una prometida, pero no, por lo visto a ella solo le importaba su dinero, no lo quiso admitir antes pero era así. Desde ese momento Nakajima Yuto dejó de confiar en las mujeres.

Nakajima Yuto hijo de un gran abogado y heredero de una gran fortuna ya que era hijo único y su abuelo, dueño de una gran empresa se lo daría todo.

Al día siguiente terminó con su novia, la había querido mucho pero un engaño sólo llevaba a otro. Ella le rogó y rogó que no la dejara y que lo amaba, pero aun así terminaron, la dejó llorando en aquel café en el que la había visto el día anterior besándose con otro. Aun así ella seguía visitándolo y llamándolo a su celular para que volvieran. Sin más opción cambió de número y les dijo a los empleados que si ella volvía que la sacaran a la fuerza si llegase a ser necesario.

Una semana y el acoso de aquella chica terminó, ahora se encontraba frente al espejo arreglándose el corbatín ya que hoy habría una fiesta en celebración por un caso que había ganado su padre y como era de esperarse habría muchos invitados conocidos de su familia.

Bajó las escaleras. El salón estaba repleto de gente. Mirando por la multitud vio a su padre y este le hizo un gesto con la mano para que se acercara. Le presentó a su mejor amigo con el que había compartido malos y buenos momentos desde pequeños. Detrás del señor apareció un chico más bajo que él, que lo miraba en silencio, su padre los presentó y les dijo que sería bueno que salieran al jardín para que conversaran tranquilamente ya que ahí había mucho ruido. Salieron al jardín y se sentaron en las escaleras de la entrada mirando la gran fuente que se encontraba un poco más allá. A Yuto no le molestaba la presencia del más bajo pero si su silencio así que decidió hablar.

- Soy Nakajima Yuto –fue lo único que se le ocurrió en el momento-
- Ya lo sé –respondió mirando el vaso que sostenía con sus manos-

- Tú eras –había olvidado su nombre-

- Yamada Ryosuke- su tono de voz fue de molestia, el chico que ahora se encontraba sentado a su lado había olvidado su nombre siendo que hace poco se lo había dicho-

- Sabes creo que… –el más bajo lo interrumpió-

- Estoy aburrido –dijo mirándolo a los ojos dejando el vaso a un lado-

- Y qué quieres que haga yo

- Hagamos algo divertido

- ¿Qué cosa? –la verdad es que tenía un mal presentimiento, no quería ni imaginarse que tipo de cosas se le podían pasar por la cabeza a ese chico-

- Mmm pero aquí no te lo diré –se puso de pie y comenzó a mirar los alrededores- ¿qué tal si vamos allá? –dijo apuntando con el dedo un gran invernadero-

Yuto se puso de pie y caminaron en silencio, el invernadero quedaba un poco lejos de la casa cosa que le extrañó que el chico quisiera ir tan lejos. Habían llegado y Yuto encendió las luces, la verdad es que nunca había entrado ahí ya que no le llamaba la atención un montón de plantas.

- ¿Y qué es lo que quieres hacer? –dijo mirando al más bajo-

- Si pierdes deberás hacer todo lo que yo te diga –dijo sacando dos dados de su bolsillo, uno negro y otro blanco –debes de adivinar en que mano se encuentra el blanco –lo miró desafiante a los ojos con una sonrisa en sus labios- ¿quieres jugar?

- ¿Y si gano? –

- Haré todo lo que quieras –a Yuto eso le gustó mucho- pero está prohibido arrepentirse

- Hecho –estaba tan confiado de ganar, además si llegaba a perder de seguro el chico le pediría cosas insignificantes-

El juego comenzó y Ryosuke puso sus manos al frente para que Yuto adivinara. Lo pensó un momento y respondió

- En la izquierda

En los labios de Ryosuke se dibujaba una gran sonrisa y abriendo las manos le mostró a Yuto que había perdido dándole la victoria.

- Bien, ya que perdiste harás todo lo que yo diga y lo que quiero que hagas es que te quites la ropa

- ¡¿QUE... ESTAS LOCO?!

- Dijimos que sin arrepentimientos así que obedece y quítate la ropa

Yuto sin ninguna otra opción comenzó a desvestirse quitándose la camisa, desabotonándola lentamente para ganar tiempo, no sabía para qué, pero era muy vergonzoso que el chico le pidiera tal cosa. Ya retirada la camisa comenzó a desabrocharse el pantalón, Ryosuke no dejaba de mirarlo, ver su pecho descubierto le daban incontrolables ganas de tocarlo y lamerlo, inconscientemente se lamió los labios, cosa que el más alto no se dio cuenta.
Ya se había quitado todo solo le quedaba el bóxer.

- Está bien, ahora siéntate es esa banca – dijo apuntándola, Yuto obedeció, estaba tan avergonzado que no era capaz de levantar la mirada, no sabía ni por qué le seguía el juego si muy bien podía salir corriendo de ahí.

Ya sentado iba a mirarlo cuando Ryosuke se le acercó y se sentó sobre él con las piernas una a cada lado quedando frente a frente. Yuto estaba mudo, ya no sabía si quedarse ahí o salir corriendo por ayuda, ya que un loco al parecer quería abusar de él.
En ningún momento apartó la mirada de los ojos de Ryosuke.

El más bajo se acercaba cada vez más a su rostro hasta que cada uno comenzó a sentir la respiración del otro… rozando sus labios como queriéndolo tentar... pasando ahora su lengua. Yuto no lo pensó dos veces comenzando a besarlo tomándolo de la cintura para acercarlo más a su cuerpo. Eran besos llenos de lujuria... la temperatura de sus cuerpos comenzó aumentar sacando pequeños jadeos de la boca de Ryosuke que con sus manos palpaba la piel en el torso del más alto, sintiendo ricos escalofríos de excitación corriendo por sus cuerpos.
Las manos de Yuto recorrían su espalda debajo de la camisa para luego despojarla del cuerpo de Ryosuke dejando al descubierto su blanca piel.

Yuto no sabía si se estaba volviendo loco o no, pero quería sentir aún más el cuerpo de Ryosuke así que comenzó a desabrochar su pantalón, e introdujo su mano mientras que con la otra tomaba la nuca de Ryosuke para profundizar aún más el beso, introduciendo sus lenguas en la cavidad del otro, frotándolas entre ellas. Sacó el miembro de Ryosuke de su ropa interior frotándolo lentamente... apretándolo cada vez que llegaba a la punta.

El cuerpo de Ryosuke comenzó a sudar, había tratado de no gemir mordiendo su labio inferior pero ya no podía más. Todo iba bien hasta que Yuto detuvo sus caricias al escuchar que alguien llamaba a Ryosuke desde la puerta.

- No... te detengas –dijo entre besos y moviendo las caderas para que Yuto siguiera acariciando su miembro-

- Pero –no podía resistirse pero de sólo pensar que podrían verlos en tal acto lo asustaba-

Desde la puerta..- Señorito Yamada ¿se encuentra ahí?- un empleado de los Nakajima lo andaba buscando ya que el Sr. Yamada se lo pidió-

- Pero así no saldré –tomando su miembro comenzó a masturbarse mordiéndose nuevamente el labio para no gemir ya que el empleado lo podía escuchar. Yuto ya estaba muy excitado de sólo ver como Ryosuke se atendía. Moviendo su mano cada vez más rápido llegando al orgasmo, mordiéndose aún más el labio para no gemir haciendo que se hiciera una pequeña herida.

Ya regulada un poco su respiración se puso de pie y comenzó arreglarse poniéndose su camisa.

- Lo siento –dijo mirando el torso de Yuto manchado con su esencia-

- Está bien, no importa.

Ryosuke dio media vuelta para retirarse cuando Yuto lo tomó del brazo deteniéndolo.

- Espera… ¿nos volveremos a ver? – Esas palabras hicieron que en los labios de Ryosuke se formara una sonrisa-

- Quizás –esa fue la única respuesta que le dio y se fue dejando a un Yuto muy confundido y con deseos de volver a verlo-

Siguiente