Se encontraba un chico cargándose en la pared, de brazos cruzados mirando a Yuto silenciosamente, tenía algo que le atraía pero aún no sabía qué era. Decidió hablar cuando este se dio cuenta de su presentía

- Y bien, ¿ya hiciste lo que te dije? –Preguntó sin moverse de donde estaba con los brazos aún cruzados mirándolo directamente a través del espejo-

- No sé de qué hablas –se hizo el desentendido, secó su rostro y se dirigió donde se encontraba el mayor. Se acercó lo suficiente y apoyó su mano derecha en la pared inclinándose hacia delante, haciendo mínima de la distancia que lo separaba de sus deliciosos labios. Mirándolo muy fríamente.

- Mm... Así que aún no terminas con ella, entonces tendré que tomar medidas drásticas –dijo llevando uno de sus pulgares a sus labios mientras pensaba qué hacer-

- ¿Qué tipo de medidas? –se había sorprendido al escuchar eso pero lo siguió mirando indiferente como si no le asustara lo que fuera hacer-

- Lo sabrás si no terminas con ella, tengo muchas cartas bajo la manga y no dudaré en usarlas si es necesario –dijo mirándolo muy desafiante a los ojos- ya te lo dije, el juego no ha terminado y no terminará hasta que esté satisfecho- dijo estas últimas palabras muy cerca de su oído provocando que el cuerpo del más alto se estremeciera.

Salió del baño no sin antes darle una fugaz mirada a su amigo con una lasciva sonrisa en sus labios. Yuto se quedó pensando unos momentos, no le haría las cosas tan fáciles a Ryosuke. Su curiosidad lo carcomía por dentro así que decidió no hacer caso a sus palabras. Quería saber de lo sería capaz Ryosuke con tal de satisfacer sus deseos como había dicho antes. Salió del baño para ir en busca de su novia “nuevos planes para una cita”.

Se paseaba con su novia por toda la escuela tomados de la mano, todos al pasar se les quedaban mirando. Se sentaron en el césped al lado de un árbol que los resguardaba del sol. Se quedaron hablando un buen rato. La chica tenía una gran sonrisa, le hablaba a Yuto de las cosas que hizo en su tiempo libre en casa, que para él eran completamente aburridas y sólo una pérdida de tiempo.

Muy aburrido miró a los alrededores para ver si se encontraba por ahí aquella persona, al ver a un chico pasar corriendo delante de ellos con un bolsito en su mano. Al darse cuenta de quien se trataba lo siguió con la mirada hasta que halló su objetivo. Ryutaro y Ryosuke hablaban muy animadamente, aunque se vieran en casa para ellos no era suficiente “amor de hermanos” el pequeño lo tomaba de la mano mientras caminaban buscando dónde sentarse, aproximándose donde se encontraba Yuto con su novia.

Al cruzarse sus miradas Yuto se acercó a Hana posando una de sus manos sobre la de ella que estaba sobre sus piernas y apoyando la otra en el césped acercándose lo suficiente como para darle un pequeño beso en los labios, cosa que la hizo sonrojar, Yuto no solía ser tan cariñoso en la escuela porque decía que le podría traer problemas, de la emoción por aquel beso Hana lo abrazó del cuello para besarlo.

Ryosuke ahí parado no lo dejó de mirar en ningún momento, un poco molesto se les acercó, Hana al darse cuenta se separó un poco de su novio

- Hana, después de tus clases ve a la sala del consejo, necesito hablar contigo –Hana asintió. Los miró detenidamente a los dos y la mano que Yuto aun sostenía, para luego junto con su hermano alejarse de ellos.

Ya en clases Yuto se moría de las ganas de saber qué era lo que Ryosuke quería con su novia, ¿acaso le diría lo que hay entre ellos?.. “lo que hay? Pero si no tenemos nada”. No pudo concentrarse en toda la clase, lo único que quería era que se terminara pronto.
Al salir Hana se dirigió rápidamente a aquel salón donde la esperaba Ryosuke. Al llegar golpeó la puerta “adelante” de escuchó desde el otro lado, entró al salón y vio a Ryosuke cargado en aquel amplio mesón que usaba el presidente del consejo.

La chica se le acercó muy nerviosa por lo que quisiera hablarle aquel presidente que cada vez que la miraba la hacía sonrojarse a más no poder. Ryosuke dejó a un lado aquel libro que leía mientras la esperaba y acortó la distancia que había entre ellos tomándola de la mano y acercándola a su cuerpo, posando sus manos en la cintura de la chica.

- Pensé que era yo el que te gustaba –dijo tomando una mano de ella dirigiéndola a sus labios para depositar un beso-

Hana no sabía que decirle, la verdad es que antes de que él se marchase a estados unidos ella le había dicho que le gustaba y que si era necesario lo esperaría hasta que volviese y le diera una respuesta. No había cumplido lo que ella misma había dicho y no saber que decirle la ponía aún más nerviosa, ni siquiera era capaz de mirarlo a los ojos.

- Ya no te gusto, ¿verdad? –dijo en un tono triste soltando su mano mientras miraba en otra dirección-

- ¡No!.. No es eso... nunca dejarías de gustarme, es solo que… también me gusta Yuto –dijo muy descaradamente para Ryosuke que se molestó aún más al escuchar tales palabras pero su rostro aún seguía con esa mirada triste.

- ¿Entonces él te gusta más que yo? –Preguntó tomándola del mentón para que la chica lo mirara a los ojos, esta se sonrojó-

- No... no... tú me gustas más... no siento nada por Yuto… solo estoy con él para no estar sola.. yo... yo te amo –Ryosuke la apegó más a su cuerpo, posó su mano que antes era libre en su mejilla y la besó dirigiendo su mirada a la puerta que estaba entreabierta, mirando triunfante a Yuto que se encontraba fuera del salón mirándolos.

Muy molesto entró y llamó a la chica, esta reaccionó separándose rápidamente de Ryosuke y mirando asustada a su novio que la miraba muy molesto.

- Querida Hana no deberías de jugar así con nuestros sentimientos –dijo caminando en dirección a Yuto mirándolo seductoramente mientras posaba sus manos y cabeza en su pecho mirando a la chica que aún no sabía que decir- Amor ¿no le dirás nada a tu novia? –dijo en un tono meloso, la chica los miraba confundida- ¿eh? ¿Qué no te lo dijo? –posó su miraba en Yuto que lo miraba asustado por lo que venía- ¿no le dijiste lo nuestro? –mirándolo tiernamente mientras hacía un puchero.

- Ustedes son… –dijo más para sí mirándolo aun confundida recibiendo la mirada de los otros dos-

- Si, nosotros estamos juntos desde mucho antes que comenzaras a salir con mi amado Yuto –volvió a mirar a Yuto- ¿no es así amor?-

Yuto no sabía que decir, estaba en blanco, hasta cuando Ryosuke seguiría con su juego y con ese tono tan meloso que le hacía erizar la piel al sentir como frotaba las manos en su pecho acariciándolo y dándole lujuriosas miradas que sólo lo hacían desear besarlo olvidando que ahí aún se encontraba la chica

- ¡¿Yuto eso es cierto?! –preguntó exaltada haciendo que este reaccionara y la volvieres a mirar-

- No tienes derecho a enojarte, quisiste jugar con nosotros, lástima que no te resultó –se acercó peligrosamente a los labios de Yuto y los lamió, este no se resistió más y lo abrazó pegándolo más a su cuerpo y besándolo como si de su vida dependiese aquel beso, queriendo más tomándolo de la nuca para no separarse de él.

La chica sorprendida vio como estos se besaban descaradamente frente de ella sin importarles su presencia, no soportó más y salió de aquel salón llorando y gritando que los odiaba a los dos. Cuando la chica ya se había manchado Ryosuke rompió aquel beso con la respiración un tanto agitada, no sabía que Yuto fuera tan apasionado para besar. Lo miró victorioso mientras se relamía los labios como saboreando aquel beso.

- Te lo dije –dijo con su respiración un tanto calmada- no puedes estar con nadie a menos que yo te lo permita, eres mío y de nadie más- ahora estaba molesto, no quería lastimar a la chica pero tuvo que hacerlo para que le dejara el camino libre-

- No te comprendo, te desapareces por siete meses y cuando llegas haces como si nada, ni siquiera me dijiste que te irías con tu familia fuera del país –exaltado se le acercó tomándolo bruscamente de la camisa- ¡acaso crees que soy un juguete el cual puedes usar cuando se te dé la gana!

- Tu decidiste jugar, no vengas ahora con esas entupidas palabras –se soltó se su agarre y lo miró furioso- esto no termina hasta que esté satisfecho, cuando eso ocurra serás libre y podrás hacer lo que quieras- pasó por su lado para retirarse pero Yuto lo detuvo tomándolo de los hombros y empujándolo contra la pared.

- ¡¿Satisfacerte?! ¡¿Qué es lo que realmente quieres, volverme loco?! Si tanto deseas hacerlo no hay para que esperar –lo besó bruscamente adentrando sus manos bajo su camisa, Ryosuke forcejeaba para poder soltarse mientras Yuto trataba de adentrarse más en su boca, rozó su mano en el entre pierna de Ryosuke sacándole un suspiro y así pudo encontrarse con su lengua, cuando ya les faltaba el aire se separó de él. Al hacerlo recibió un fuerte golpe en la mejilla.

- ¡No vuelvas hacer eso! –levantó la mirada sorprendiéndose por las lágrimas que salían de los ojos de Ryosuke- ¡no me vuelvas a tocar de esa manera!- salió corriendo de aquel lugar dejando a Yuto realmente arrepentido por haber hecho aquello, pasó sus dedos por su labio fijándose que había comenzado a sangrar, ese golpe le había dolido, nunca antes lo habían golpeado.

Salió del salón para ir en busca de Ryosuke, corrió por todos los pasillos pero no lo encontró, casi no quedaban alumnos en el colegio, eso ayudaba un poco pero no lo suficiente. A todos los que le peguntaba por si lo habían visto les respondían que no o que ya se había marchado. Dejó de buscarlo y se marchó a casa pensando que quizás se había ido sin saber que este se encontraba en la azotea llorando a mares, no podía olvidar como se sintió aquel momento que Yuto lo besó a la fuerza trayéndole malos recuerdos, asustándolo aún más. Sintió una mano posarse sobre su hombro, asustado alzó la mirada encontrándose con la de su hermano, sin pensarlo lo abrazó y lloró con más fuerza mientras Ryutaro le acariciaba el cabello y le decía que se tranquilizara.

Nuevo día de clases, hoy por sí le pediría disculpas a Ryosuke por lo que había hecho, no había estado bien tomarlo a la fuerza, no pensó que se lo tomaría tan mal hasta que lo vio llorar. Ya al recreo salió a buscarlo, pero no lo encontraba en ninguna parte ni en su salón ni en el consejo. Caminando por unos pasillos escuchó llorar a alguien, se acercó silenciosamente aquel salón encontrándose con Ryutaro, ¡bingo! Le preguntaría a él en dónde podría estar Ryosuke pero primero debía preguntarle por qué lloraba.

Se le acercó y le acarició el cabello preguntándole que le había sucedido, por qué lloraba de esa manera. Ryutaro al verlo lo abrazó sin dejar de llorar.

- ¿Qué te sucede?, ¿alguien te hizo daño? –preguntó recibiendo un no por respuesta- mm... ¿Algún profesor te regañó? –volvió a recibir un no por respuesta- entonces ¿por qué lloras?- Ryutaro dejó de llorar y un poco más calmado lo miró-

- Ryo... Ryo se fue –volvió a llorar al recordarlo, Yuto angustiado lo tomó del rostro para que lo mirase-

- ¿Có…cómo que se fue, adónde?

- A.. a estado… unidos.. le pidió a papá… que lo volviese a inscribir en otra escuela- volvió abrazar a Yuto- se fue.. y no se despidió de mí y tampoco dijo por qué se iba- Yuto lo abrazó, se sentía mal.. Ryosuke se había vuelto a ir y quizás cuando regresaría

Los días pasaban y aún no tenía noticias de Ryosuke, ¿acaso esta vez no regresaría?


1 comentarios:

Soany dijo...

QUEEEEEEEEEE??? yamada se fueeeee O_O NOOO!!! T-T

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