No dejaba de estremecerse sobre él, dejando salir aquellos gemidos de placer. Ni siquiera podía hablar cuando su amo insistía en que lamiera sus dedos. Y es que el estar sentado sobre él era tan vergonzoso, sobre todo si la otra mano no dejaba de moverse por la extensión de su miembro, su camisa totalmente abierta dejando relucir su desnudo torso cuando su espalda no dejaba de apegarse al que estaba detrás.

-Amo… -era lo único que podía articular entre los jadeos que se le escapaban.

-¿Qué sucede Ryutaro? –su mano se apretó más sobre aquel miembro ya húmedo, tensando al sirviente sobre él, pero este no dijo nada, no cuando un sonido provino de la puerta de aquel despacho.

-Adelante –dijo antes de lamer ese apetitoso lóbulo a su vista.

-Amo, ya está… -pero el shock que se llevó uno de los tantos sirvientes al ver aquella escena le impidió seguir hablando. No podía apartar la mirada de aquel compañero de trabajo, quien evitó la mirada fuertemente sonrojado, pero seguramente aquello era por la excitación y fuertes emociones en su interior, y es que su amo tampoco había dejado de masturbarle, notando lo que hacía aunque el escritorio no le dejara ver más abajo del ombligo del sirviente.



-¿La cena? –preguntó dudoso, sintiéndose emocionado al notar la expresión del otro sirviente, el cual no hizo más que asentir cuando bajó la cabeza en un gesto de servicio, con sus cejas fruncidas y puños apretados.

-La cena está servida –dijo al fin y se inclinó con intenciones de marcharse, pero las palabras de su amo le detuvieron justo cuando estaba ya por salir, sin poder evitar voltear el rostro.

-Vamos Ryutaro, es hora de terminar –le masturbó de una manera más brusca, haciéndole gemir tan fuerte y como un quejido cuando también bajó la otra mano con dedos mojados para pellizcar uno de sus pezones. El segundo sirviente vio al otro arquearse sobre su amo, al momento que se corría en su mano sintiendo su propio cuerpo reaccionar en aquel lugar con un cosquilleo. Pero fue escalofriante cuando al subir la mirada se cruzó con la de su amo, terminando de cerrar la puerta para marcharse, recordando claramente que sonrió antes de saborearse los labios.

Nunca se había dado cuenta de la relación entre ellos, sí que Ryutaro iba con frecuencia al lugar en donde el amo estaba, pero solo por petición de él. ¿Si sus padres supieran de esto qué harían? Comenzó a preguntarse antes de llegar al comedor. Y su comportamiento fue incómodo y sospechoso cuando el señor de la casa le vio llegar sin su hijo, preguntando por él.

“No tardará” Fue lo único que pudo decir.

Cuando el único hijo heredero al fin llegó a la cena su semblante era uno totalmente radiante. Ryutaro, el sirviente, no estaba y hasta volteó para ver si venía más atrás, pero lo único que consiguió fue que el heredero notara esa actitud.

-Se pueden retirar –dijo el señor para comenzar la cena.

Lo primero que el sirviente hizo fue ir en busca de Ryutaro, haciendo eco sus pasos por el pasillo. No le encontró en el despacho, tampoco en la habitación del amo. Su sorpresa fue grande cuando le encontró amarrado de muñecas sobre su propia cama, completamente desnudo y frotando las piernas.

-¡Vete! ¡No entres aquí! –su vergüenza se reflejaba en su rostro.

-Pero estás… -lo que le preocupaba en ese momento era aquella fuerte amarra en sus muñecas.

-¡Déjalo, solo vete! –el menor intentó levantarse, pero sus piernas flaquearon, cayendo de rodillas al piso.

-Rayos… -se acercó con prisa para ayudarle a levantarse, notando que sus rodillas aún se mantenían un tanto flexionadas.

-¿Qué te sucede? –se agachó para ver si se había hecho daño, pero lo único que encontró colgando de entre sus piernas fue un hilo, comenzando a imaginar lo que ya se encontraba en su interior. Se sentía bastante enojado por no darse cuenta de esto antes- Lo quitaré –susurró, pero el impedimento que recibió le hizo caer sentado, el chico desnudo frente a él se las arregló para con su pie empujarle en el pecho, consecuencia que le hizo caer sentado, quejándose por ello.

-Vete, no debes estar aquí

-No puedo dejarte así

-¡Solo vete Inoo! –la repentina llegada del amor acalló al sirviente menor quién fue el primero en notar su presencia.

-¿Qué sucede? –la siniestra mirada del amo hizo a ambos tensarse. Uno sólo reaccionó con un ceño fruncido cargado de odio y el otro asustado, preocupándose de lo que pudiera pasar.

-Yabu-sama, esto no está…

-¿Qué? –Reforzó su tono- Siendo un sirviente, sabiendo tu posición ¿intentas decirme que lo que hago no está bien? –su tono serio y demandante hizo al sirviente mayor callar.

El heredero entró por completo a la habitación y cerró la puerta antes de acercarse al sirviente menor.

-Mírame bien –dijo al menor antes de tomarle del mentón e inclinarse para comenzar a besarle, tomando luego su nuca para no apartarle e introducir la lengua en él, mientras su propia espalda solo estaba encorvada para alcanzar sus labios, dejando al sirviente completamente expuesto. Ryutaro solo podía cerrar fuertemente los ojos e intentar corresponder, aunque sus besos fueran totalmente torpes y sin experiencia, sintiendo pronto la falta de aire. Jadeó fuerte cuando el amo se alejó- Delicioso –dijo antes de saborearse los labios mientras se miraban directamente a los ojos y de tan cerca. Inoo solo se sintió fuera de lugar, pero su mirada no podía apartarse de ellos- Si lo entiendes es mejor que salgas de esta habitación –su amo le miró y un escalofrío recorrió su cuerpo- Ya que también es mía, así que hora no tienes permitido entrar aquí.

Sin decir nada más se levantó derrotado, haciendo una venia antes de retirarse, evitando el mirar hacia atrás, pero el sirviente menor no dejó de mirar su espalda hasta que la puerta se cerró.

Sabía lo que sucedería ahí y lo único que pudo hacer fue retirarse, lo suficientemente lejos para no escuchar e intentar apartar aquellas escenas de un Ryutaro completamente excitado y avergonzado. Ahora comenzaba a entender por qué el menor nunca hablaba del amo, aunque entre los sirvientes muchas veces fue motivo de conversación, Ryutaro siempre se mantenía callado y cuando le hacían una pregunta el solo sonreía de una manera forzosa, excusándose el no haber tomado atención a lo que decían.

Siempre pensó que Ryutaro era un tanto extraño, llegando a pensar que era el único que comprendía al amo y solo por ello pasaba más tiempo con él, obedeciendo cuando otro sirviente llegaba con un aviso, diciendo que el amo quería que Morimoto y solo él le fuese a dejar comida u otra cosa a su despacho.

Parecía que nadie sabía la verdad tras aquellas ordenes, entonces no comprendió el por qué el amo le permitió entrar cuando tenía al sirviente sobre sus piernas y totalmente excitado. Era imposible que supiera que era él, ¿además con qué motivo le exhibiría tal escena?

Pero entonces comprendió… El único que podía golpear su puerta, si no era Ryutaro, era él. Los únicos con el derecho a interrumpirle para dar cualquier aviso.

¿Acaso el heredero tenía intenciones de causarle un mal rato?


-Kota-sama… -sentados sobre la cama, el sirviente se encontraba entre las piernas del mayor, el aparato que antes estaba en su interior ahora yacía sobre la cama, totalmente olvidado.

-¿Qué sucede? –sus labios no dejaban de repartir besos por toda la piel que tenía cerca, subiendo por su hombro hasta su cuello, mientras sus manos no dejaban de acariciar ese cuerpo denudo, estrechándole más hacia sí.

-No se moleste con Inoo –pidió antes de suspirar, sin darse cuenta que el heredero se detuvo solo para analizar sus palabras.

-¿Te agrada? –Y tal vez la excitación le ensordeció un poco, porque a pesar de tenerle tan cerca no fue capaz de notar ese tono molesto que parecía denotar celos.

-Sí… -respondió, pero sus palabras fueron mal interpretadas o tal vez no. La amistad entre ambos sirviente siempre se notó en aquella casa, Ryutaro solo le sonreía a los amos y a ese sirviente. En molestia le mordió el cuello, lo suficiente como para dejar una marca, haciendo que el chico se quejara casi en un gemido cuando sus manos pellizcaron ambos pezones.

Ahora quería destruir esa amistad.

4 comentarios:

AmiS dijo...

Madrecita santa!!!
Eso fue tan.... Increíblemente wow!
\*_*/ espero con ansias la otra parte!!

dalia801 dijo...

*O* ¡Magnifico! Yabu celoso, me encanta asdasdsd ya quiero leer la continuación >///<

Paoo Inoue dijo...

Oh My God! Fue tan...pervertido! Siento lástima por Kei(?) Al tener que ver.a Ryutaro con otra persona ;) pero todos saben que Ryu quiere con Yabuchi☆ espero la continuación dek fic~

Dark May dijo...

Iiiiiiiiiihhh! ! Yabutaro es mi predilección, fue tan excitante leer este fic! Gracias! Espero por la continuación! ♥♥♥♥

Publicar un comentario

¿Qué piensas sobre lo que escribí? D:
Comenta, me gusta saber lo que piensas. ♥~

Copyright © 2011 YuukiNii's Fics ♥. Designed by MakeQuick, blogger theme by Blog and Web | Posts RSS | Comments RSS