“Dicen que los sueños son espejos de nuestros deseos más oscuros” 

La mañana habría sido perfecta, sino fuese por aquel perturbador recuerdo. Era algo que deseaba olvidar, pero parecía que sus compañeras se lo impedirían, aunque fuese inconsciente ya que nadie tenía idea de lo que anoche había sufrido y de lo rápido que debió correr para esconder lo que era normal en la flor de su adolescencia.

Yuto no había logrado tomar atención ya que esa imagen se repetía una y otra vez, y pareciera que con la ausencia de Ryosuke esto era mucho más fuerte. Anoche casi no durmió, hasta se ofreció a dormir en el futon, dejando a total merced la cama al perro, quien feliz comenzó a saltar y claramente no sufrió una caída mientras dormía. Pero las incontables veces que se movió entre sueños, Yuto tuvo que esconder la cabeza bajo la almohada que ocupaba, más cuando le escuchaba quejarse, a veces sonreía y otras murmuraba cosas que en ese momento no estaba dispuesto a tomar atención.



No había manera de que Yuto durmiese tranquilo.

Estaba cansado, quería seguir durmiendo y cada que lo iba a ser en clases el recuerdo de aquella mañana se mezclaba con aquel sueño. Y es que no había sido tan bueno encontrar a Ryosuke con sus miembros desparramados, ocupando toda la cama mientras la única camisa que ocupaba para dormir –que era una de Yuto– descubría parte de su abdomen, dejando a la vista su ombligo y la mitad de uno de sus pezones. Yuto estaba agradecido de que llevara ropa interior, ya que era muy choqueante ver a Ryosuke desnudo, aunque la tela del bóxer que tenía puesta dejaba a la imaginación muy pocas cosas, pero no era necesario esforzarse tanto en imaginar cuando su sueño había sido tan específico. Y fue un arranque de vergüenza que le hizo tirar su almohada a la entrepierna del perro, el cual no despertó pero se quejó, removiéndose y volteando.
Las mejillas del humano parecían verdaderas manzanas cuando sus ojos se fijaron en aquel trasero, que por culpa de la almohada –atrapada bajo ese cuerpo– estaba a un nivel más alto.

No había manera de que Yuto pudiese tener un día tranquilo.

Recordaba perfectamente el día en que sus padres decidieron regalarle un perro, en lo ilusionado que estaba cuando vio una enorme caja en medio del salón, sin pensar de ninguna manera que habría un animal adentro.
Las veces que llegaba de la escuela el perro le miraba fijamente, incluso le seguía, por lo que siempre pensó que solo quería cariño y atención de su parte.
Prefería a los cachorros, y el perro ya era demasiado grande. Si hubiese sido un cachorro claramente le hubiese tenido en su habitación todo el tiempo, dormido con él y hasta hubiesen jugado. Su amor por los animales desaparecía cuando Ryosuke estaba presente.

El suspiro que salió de entre sus labios le quitó un poco de peso. Los días se hacían más y más difíciles.

-¿Qué sucede? No sueles suspirar de esa manera –su compañero de frente volteó solo a mirarle, interesado en su estado actual. Pero no tenía intenciones de tomarle en cuenta, frunciendo el ceño al recordar nuevamente el por qué estaba así.


******

Cuando el silencio se apoderó de la cocina luego de terminar de comer fue un momento realmente incómodo, dejando espacio para muchas preguntas, de lo cual el mayor de los hermanos aprovechó.

-¿Daiki que no era un gato? –el nombrado movió sus orejas al no pensar que sería el tema de conversación, aunque tuviese claro que en algún momento llegaría una pregunta así.

-Lo que sucede es que es mestizo –comentó el conejo mientras tomaba una de sus propias orejas y la acariciaba.

-¿Mestizo? –todos se extrañaron a excepción de los híbridos.

-Sí, un felino de dos tipos –parecían entender menos, aunque Kei comenzaba a hacerse la idea.

-¿Experimento? –Daiki frunció los labios ya que le desagradaba aquel tema.

-No –Yuri balanceó sus cortas piernas mientras se cruzaba de brazos sobre la mesa- Su padre es un Lince y su madre un Gato.

No cabía en la cabeza de ninguno el que sus padres fuesen a ser de aquellas especies y que de la madre saliera Daiki.

-¿Pero cómo puede…? –Kei siquiera tuvo la oportunidad de saber más de él cuando el afectado se alteró, causando un escalofrío por todo su cuerpo al escuchar aquel grito tan fuerte.

-¡Suficiente! ¡No se hablará más del tema! –gritó levantándose.

Kota carraspeó la garganta, con ello Daiki volvió a sentarse y pareció estar un poco más tranquilo, pero lo que quería el mayor de todos era dar inicio a un tema pendiente.

-¿Nos dirán de dónde vienen? –preguntó esperanzado, no queriendo que ocurriera lo mismo que la vez anterior en donde todos evitaron la respuesta, a pesar de ya saber algo por lo que Ryutaro le había dicho. ¿Pero estaban los otros cuatro buscando lo mismo?

Las orejas de los cinco nuevos miembros se movieron levemente, siendo más llamativa la del conejo quien las levantó un poco al estar incómodo, mirando a Daiki ya que era el mayor. Ryutaro tan solo desvió la mirada, comenzando a jugar con los palillos. Ryosuke bajó los hombros, evitando cualquier mirada que se posara en él, totalmente diferente a Keito quien miraba fijamente a Kota.

El exagerado suspiro del mayor de los hermanos los hizo tensarse, pero Kota no dijo más, comenzó a reunir la loza que habían ocupado para luego ponerse de pie para llevarlas a lavar.

-Daiki no crees que… –susurró Yuri.

-¡Cállate Yuri! –le interrumpió Ryosuke, rompiendo el susurro que quería crear al hablar más fuerte y manteniendo su dedo índice de forma vertical sobre sus labios, evitando que dijera algo que no debía, pero tan solo eso bastó para que Kota volteara la mirada a ellos, sin ser capaz de alejarse lo suficiente de la mesa.

Daiki fruncía el entrecejo mientras mantenía los ojos cerrados, intentando pensar qué era lo mejor en ese momento.

-Si no nos dirán de dónde vienen, por lo menos nos dirán en dónde están nuestros padres, ¿verdad? Es obvio que ellos saben de ustedes –Kei miró de reojo a Yuri, quien rápidamente miró en otra dirección nervioso.

-Sus padres están bien –dijo Keito. Se puso de pie pero Hikaru le tomó de la muñeca para detenerlo.

-¿Solo eso? –La desesperada mirada de Hikaru hizo a Keito fruncir el entrecejo, pero no era de molestia, sino por ese sentimiento nostálgico de estar lejos de casa.

Daiki al verlos iba a interrumpir, pero las frías palabras de Keito le dejaron helado, pensando que tenía razón y que desde un principio les dieron la orden de no decir absolutamente nada a menos que fuertes recuerdos lo ameritaran.

-Aún no se acostumbran a nosotros, así que eso es suficiente por ahora. Sus padres están bien y saben de nosotros.

Todos pensaron que el tema quedaría hasta ahí, incluso Keito estaba dispuesto a irse, pero el que su muñeca estuviese rodeada por la cálida mano del otro, le daba una sensación placentera, negándose a alejarse para no romper el contacto, dejando que también sus ojos no dejasen de mirarse.

Nadie notó la llegada de Yuto, a excepción de Ryosuke que solo movió las orejas.

-¿Y qué me puedes decir de la persona a la que buscan? –Kota nuevamente rompió aquel silencio incómodo para todos, pero la pregunta no iba dirigida a Keito, sino a Daiki. Inmediatamente Ryutaro se tensó, encogiéndose un poco de hombros al notar la fría mirada del felino mayor, causándole un fuerte estremecimiento.

-Ryutaro… -las intenciones de Daiki eran alzar la voz por el problema que aquella información podría causarles, pero Keito le sostuvo del brazo tan fuertemente al ver que se acercaría al oso, posiblemente para darle un golpe.

-No lo hagas –le advirtió, mirándole de una manera amenazante, y haciéndole notar a Daiki que si se formaba alguna otra pelea, nuevamente por Ryutaro estaba claro que no le ganaría, incluso habían rasguños que aún no desaparecían a pesar de que sus cuerpos tenían el don de sanar rápidamente. No tuvo de otra que dar un paso hacia atrás, pero sin dejar de estar molesto.

-Eso no es algo de lo que debían enterarse –respondió resignado.

-Entonces sí buscan a alguien –la mirada seria en Kota parecía demostrar que la llegada de ellos a su casa había sido mera coincidencia y se aprovechaban de ello, pero también estaba el caso de la ausencia de sus padres- ¿o cada uno busca a alguien distinto? –la tensión en los hombros de Daiki y en los demás híbridos los hizo guardar silencio por un momento.

-Son diferentes, pero eso no tiene nada que ver con ustedes… -habló Daiki, casi arrepintiéndose de ello y mirando hacia un lado, con una expresión herida. Entonces Kota comenzó a sentirse de la misma manera.

¿A quién buscaba Ryutaro?

-Y si buscan a alguien, ¿por qué siguen aquí? –la repentina pregunta de Yuto hizo que notaran su presencia y que sus hermanos cayera en cuenta de esa duda, pues si buscaban a alguien parecían no querer encontrarlo, pero la expresión de Ryutaro la noche anterior se veía triste y melancólica. ¿Acaso tenía miedo de encontrarse con aquella persona? Pues bien había dicho que se conocieron cuando era un bebé. ¿Esa persona lo recordaría?

Si estaba el hecho de que pudiese recordarlo, no quería que eso sucediera. No quería que Ryutaro se fuese con alguien más. Lo quería a su lado.
No podía evitar mirarle mientras pensaba en todo aquello, y cuando sus miradas se cruzaron Ryutaro parecía confundido, pues no sabía qué cosas pasaban por la mente del humano en ese momento, pero se veía preocupado.
Incluso los hombros de Kei estaban tensos, con una mirada penetrante mientras miraba a Daiki, quien no se percataba de ello.  Si Daiki encontraba a la persona que buscaba entonces regresaría a su hogar y nunca más le volvería a ver. Si ese era el caso, esperaba a que esa persona no apareciera nunca.
Un caso distinto era el de Hikaru, quien al notar por fin que aún sostenía a Keito de su muñeca no le soltó, quería hacer sus propias preguntas, pero más bien prefería hacerlas cuando estaban solos.

-¡Ya llegué! –la inesperada llegada de Yuya hizo al conejo saltar de su asiento y correr para ir a recibirlo con un abrazo, dando un pequeño salto para colgarse de su cuello mientras sonreía.

-¡Bienvenido a casa! –aquello le hizo sacar una sonrisa, posando las manos en la cintura del conejo como si quisiera prevenir que fuese a caer, o más pareció una excusa para también tocarle. Pero cuando llegó a la cocina y vio a todos reunidos ahí, el ambiente parecía tenso, pero quiso ignorar aquello- Mañana iré con unos amigos a un viaje –la exagerada queja del que tenía en brazos no se hizo esperar, dándole una sonrisa resignada.

-¿A dónde irás? –Kota se puso de pie, dejando el tema de lado pues ya luego acosaría a Ryutaro con más preguntas.

-Iremos a la playa –nuevamente Yuri hizo un sonido pero esta vez de asombro y cuando miró sus ojos se veían demasiado brillantes. Estaba ilusionado con aquella palabra.

-¡Yo no conozco el mar! –Yuri parecía emocionado, aunque en los planes del rubio no estaba previsto llevarlo con él, aunque sus amigos ya lo conocían.

-Pues claro, cómo vas a conocer el mar si lo único que hay a tu alrededor son colinas y pequeños bosques –la voz de Ryosuke parecía molesta, pues no quería admitir que también estaba ilusionado con conocer el mar. Pero había algo más detrás de su molestia, sin esperar a que el conejo fuese a responderle.

-¿No quieres admitir que también quieres conocer el mar? Ya que vives rodeado de bosques y montañas, con suerte pasa un río cerca de donde perteneces –por primera vez Yuya vio aquella mirada maliciosa junto a una sonrisa vengativa en el rostro de Yuri.

Por otra parte estaba Daiki, que comenzaba a sentirse cada vez más molesto por toda esa información que estaban dando.
Había una regla que le fue encomendada.

“Nunca apurar las cosas”

Pero los humanos parecían divertidos con esa información, más Yuto cuando comenzó a imaginarse el lugar en donde Ryosuke vivía. Sentía más curiosidad.

-¿Y si mejor vamos todos a la playa? –Kei, quien no dejaba de mirar a Daiki, esperó a que su pregunta y gran idea calmara su mal humor.

-No, esperen. Irán mis amigos, no pueden verlos a ellos –Yuya se mostró nervioso.

-¿Por qué? –Yuri tocó sus propias orejas al igual que Ryutaro, ya pensando en esconderlas.

El rubio sabía que habría más personas aparte de sus amigos, que incluso cuando fueron al parque de diversiones fue difícil ocultar las orejas del conejo. Había sido un día caluroso y la gorra que usaba debió sofocarle aún más. En la playa sería mucho peor y si llevaba una gorra así llamaría la atención.

-Entonces quédate con ellos, nosotros nos divertiremos lejos de ustedes –respondió molesto Kei.

-¡¿Qué?! ¡No! Yo quiero estar con Yuya –el rubio pareció inquietarse.

-No seas molesto –Hablo Daiki. Kei vio como las pupilas del felino se ovalaron un poco. Parecía más molesto.

-Yo no iré, debo estudiar –las inesperadas palabras de Hikaru hicieron a Keito desanimarse.

-Entonces tampoco iré –No tenía ni el más mínimo interés en ir a la playa, menos si él no pensaba ir.

-Estudiarás luego. Iremos todos –sentenció el mayor de los hermanos- Vamos arreglar las cosas que llevaremos.

-¿Qué? No, esperen… –pero Yuya fue ignorado. Ryutaro fue tras de Kota, pues no sabía que llevarían. Kei siguió sus pasos, mirando de reojo a Daiki que se fue al jardín. ¿No llevaría nada?

Mientras Yuto no tardó en correr cuesta arriba, pues mientras dejara de lado los estudios todo era mejor. Nadie inteligente necesitaba estudiar.
Ryosuke no tardó en seguirle el paso, pero por un momento se quedó mirándole desde afuera de su habitación, notando lo feliz que estaba mientras sacaba ropa de sus cajones. Entonces se preguntó en dónde estaba el Yuto que conoció.

..

-¿No irás? –Keito apoyó la cabeza sobre la mesa, en dirección a Hikaru que se veía cabizbajo- Si no quieres ir, por mí bien. Podríamos hacer cosas juntos mientras estamos solos –sus insinuantes palabras hicieron al chico sonrojarse-. La pasaríamos muy bien –sus intenciones eran tocar la mejilla del chico con una de sus manos, pero la rapidez con la que Hikaru se levantó se lo impidió.

-Iré arreglar mis cosas –Con sus mejillas tan rojas como antes, subió corriendo a su habitación.

-Keito, en verdad eres un pervertido –Yuri seguía al lado de Yuya.

-Cállate –en un suspiro desanimado, el tigre se quedó solo en la cocina, mirando la mesa al no levantar la cabeza.

..

Cuando Ryosuke entró al fin a la habitación mostrando aquella sonrisa que hacía molestar al humano, el ambiente se tornó un poco tenso, pues Yuto se sentía molesto de alguna manera.
El perro le ayudó a guardar unas cuantas cosas, echando demasiada ropa en la maleta. Fue cuando Yuto notó algo extraño en una de las orejas del perro, quizás el pelaje nunca le dejó darse cuenta de ello. Era pequeño y de un color llamativo, como si en el interior de aquella cosa de cristal hubiese algo moviéndose. Se acercó sin notarlo y quiso tocarlo pero Ryosuke se apartó rápido, notando sus intenciones pero fingiendo inocencia, preguntando qué hacía.
Fue una respuesta desinteresada de parte del otro, que siguió con su labor pero sin remover su curiosidad de su cabeza.

6 comentarios:

Paoo Inoue dijo...

*OOOO* OH MY FUCKInG GOD! Siiiiiiiiiiiiiii, c: ese si es porque Yuto notó el pendiete, pero awws nos dejas con muchas dudas *^* Por cierto no sierve mi tecla "n" asi que si me como esa letra perdó....n xDD


Maraavilloso capitulo, Siemre me dejas co ganas de mas y mas *-* lo esperaré con ansías, (la continuació c:)

Paoo Inoue dijo...

POR CIERTO; AMIIISS TE GAnÉ! Fui la primera c: afdsagdfgbiwabfwa se me pasó decir que voto para que el Hikato no vaya a la playa y hagan sus csitas :///B además que me alegra que Yuto y Daiki vayan superando sus malas actitudes uwu, que se vuelvan buenos o Santa o les traerá nada :)

dalia801 dijo...

cada vez esta mas enigmático, esos secretos que ocultan
grrr Keito siempre de libidinoso jujuju
espero el siguiente con ansias
PLAYA!!! suena tan divertido *o*

AmiS dijo...

Carajo! ... Ya quiero saber de donde vienen y se hacen los apretados...
Ya te ganare... XS

Anónimo dijo...

Me dio tanta risa que todos ignoraran a Yuya y se apuntaran para ir a la playa, Hikaru siempre si se animo a ir por no quedarse a solas con Keito, yo también quería que se quedaran solos =)

Quiero saber que va a pasar en la playa con todas las parejitas, adoro este fic, gracias por la continuación =3

Yuko "I LOVE JUMP"

Sakura De Ryosuke dijo...

No puedo creerloooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! T^T este capitulo me dejo con muchaa!!! curiosidad mas de la que ya tenia >////////< y ese Keito siempre siendo un pervertido e.e espero continues pronto esta hermoso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y espero qyue pronto haiga mas yamajima no me gusta ver a mi pareja favorita tan distanciada xDDD pero bueno gracias por tan buen capi!! espero con ansias el siguiente en verda que esta historia me tiene mas que atrapada xD

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