Gracias Amis por interesarte en este raro fic :c  y disculpa por tardar -_-
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-Alto ahí –pero una inesperada mano cubrió su boca, evitando el contacto con los labios de la chica- ¿No es esto un delito? Shiozaki Airu.

El nombrado se asustó al escuchar esa profunda y grave voz, aun sabiendo de quién se trataba, pero eso a la vez le relajaba, apartando de un manotazo la mano que cubrió su boca.

-Demonios Keito, pudiste avisar que estabas aquí –se quejó con un acelerado corazón, pues lo peor que podía pasar era que la madre de Ryuka llegara a casa.

-La puerta estaba abierta –miró a un desmayado Ryutaro- Sabía que serías un idiota –suspiró. No podría alejar sus sospechas si Ryuka no estaba consciente- Apártate ya, se ha desmayado –dijo lo evidente, pero para Airu aquella era una oportunidad, aunque con su amigo presente ya no.




Airu hojeaba las revistas de la chica con notable aburrimiento mientras el de felinos ojos cuidaba de ella, cambiaba los paños húmedos de su frente al no encontrar el botiquín con los parches. Ryuka sudaba bastante y era necesario el cambiar su ropa, pero no estaba dispuesto a desnudarle, aunque sabía que su amigo sí. Solo le quedaba esperar la llegada de la madre de esta, quien no estaría muy feliz de ver a uno de ellos ahí.

Los ojos del menor se fueron abriendo de a poco. Keito se acomodó en su lugar para mirarle expectante.

-¿Keito? –dijo sorprendido y con una débil voz, pero bien sabía Okamoto que su estado estaba mejorando, pues había despertado.

Airu al escuchar su voz se movió rápidamente para llegar a su lado, con intenciones de apartar a Keito de aquel lugar para tomarlo y coger entre sus masculinas manos una delicada de la chica, pero aquello no pudo ser, Okamoto puso una mano sobre su rostro para apartarlo y no dejarle acercarse más.

-Te desmayaste –el menor entonces fue consciente de la gravedad de la situación. Palpó su ropa asustado de ser descubierto- No te preocupes, no dejé que te tocara –Airu ante aquellas palabras se quejó. No había peor cosa que ser interrumpido en tan caliente escena en la cual aliviaría la fiebre de su “novia” con una buena sesión erótica.

Pero Ryutaro no se veía seguro. A pesar de las cosas que Hana le habló de cada uno, con informe incluido de sus vidas no podía confiar. La situación de Airu y Ryuka era extraña, y está demás decir que el informe de Keito era el más delgado, por lo que la relación con su hermana tendría que averiguarla él mismo.

-Ryu… -una madura y afeminada voz se hizo presente.

La madre de Ryuka.

Su voz se escuchó preocupada, pero en el momento que sus profundos ojos se cruzaron con los de Shiozaki el ambiente se tensó. Aquello parecía una fuerte batalla de miradas. Al ver a su hijo tendido en la cama con poca movilidad al notar su presencia se debía a que algo estaba mal con su cuerpo. El que Okamoto se encontrara ahí le tranquilizaba, pero seguía molestándole el otro.

Lo bueno de encontrarse con sus ojos antes de terminar hablar, fue que se detuvo al momento que nombraría a su hijo, pues en casa no había motivo para llamarle como su desaparecida y rebelde hija.

-Buenas tardes Nozomi–Keito saludó gustoso de verla.

Ryutaro no tenía cabeza para preguntarse el por qué Okamoto llamaba a su madre por su nombre, y poco fue consciente de los siguientes sucesos. Su madre y salvador ya no se encontraban en la habitación, solo un cabizbajo Airu. Le escuchó hablar y le miró pareciendo atento a sus palabras, pero no todo podía procesarlo, solo una dramática historia en que su hermana había descubierto a Shiozaki besándose con otra chica. Y mientras Airu intentaba hacerle creer que había sido obligado a corresponder tal beso Ryutaro parecía comenzar a dormirse nuevamente, pero con el miedo a que el otro se aprovechara de eso.

-Lo entiendo –dijo su débil voz. El mayor sonrió de una manera tan radiante que causó escalofríos en el enfermo, más cuando se acercó a besarle, usando sus manos como escudo- No más besos –aquello solo quería decir que Ryuka seguía molesta, por lo que tristemente dijo que se rendiría, pero al hecho de besarla en ese momento.

Ya después de hacer las pases no supo lo que sucedió sino hasta la mañana siguiente, en la que debió bañarse rápido y salir corriendo a la escuela. Incluso vio a Inoo salir de la casa de al lado, pero lo menos que quería hoy era tener momentos incómodos. Haría lo posible por evitar a todos.

Compró su almuerzo y lo disfrutó aisladamente a escondidas tras uno de los edificios de la escuela, a sabiendas que los amigos de Ryuka le buscarían. Había sido difícil escapar de Taiga, pero era tan despistado que en un saludo a otro grupo de amigos fue suficiente para desaparecer de su vista.

Hasta llegar el fin de la jornada.

Tenía pensado irse directo a casa, evitar a todo aquel que se le acercara y descansar siendo él mismo. Cerraría la casa completamente para evitar intromisiones y cerraría toda cortina para quitarse esa vendita peluca. Terminando su día con un informe completo de los sucesos cuando Hana llegara a su casa.




Se despidió de Taiga tan rápido que este no tuvo tiempo de detenerle.

Bajó escaleras casi saltando, bajo la mirada de muchos pues su falda se levantaba un poco, llamando la atención de los estudiantes que se sonrojaban al ver sus muslos. Pero a Ryutaro eso no le importaba, claro, solo mientras su ropa interior no revelara la verdad.

Al llegar a los límites del recinto no pensó encontrarse con Keito, Kento y Airu esperándole, apoyados los dos primeros contra la pared, mientras el tercero estaba agachado con aquella pose tan característica de un delincuente que hizo a Ryutaro paralizarse.

-¡Ryuka! –Kento levantó la mano para llamar su atención como si con sus presencias no lo hubiesen hecho- Iremos a los vídeo juegos.

-¿Y Taiga? –preguntó Keito.

-Lo siento, debo llegar pronto a casa –intentó pasar de ellos, pero Airu le tomó de la muñeca.

-¿No estarás aún molesta, verdad? –su mirada de cachorro abandonado le causaba escalofríos.

-No… no lo estoy, pero debo regresar a casa. Debo estudiar –aquella excusa fue tan rara para los tres que lo demostraron en sus rostro.

-Lo siento, Ryu-chan ya… -La llegada de Taiga no evitó que Kento comenzara a reír- Creí que ya te habías ido –dijo mirando a su amiga.

-Taiga, ¿puedes creerlo? –Kento le abrazó del cuello, cargándose un poco en él- Ryuka dijo que debe irse a casa a estudiar –Se notaba que Keito se divertía, pues tenía una ligera sonrisa en sus labios, mientras Airu se veía preocupado.

-Es más gracioso porque es la mejor de la clase –Taiga comenzó a reír suavemente tras esa revelación, haciendo reír fuertemente a los otros tres, pues aquello era una burla.

-No tienes que ser tan duro con ella –Kento golpeó su espalda, pues la ironía de su amigo le hacía bastante gracia, pero Ryutaro parecía poco divertirse.

-No estoy bromeando, es la verdad –Keito fue quien le tomó más atención aunque sonreía- Hoy hubo un examen sorpresa y Ryu-chan tuvo el mejor puntaje –las risas se congelaron, escuchándose solo la ligera risa de Taiga- Ryu-chan, muéstrales el examen.

-Taiga, no tenías que contarles –dijo aparentemente tímida.

¿Kyomoto tenía que ser tan lengua suelta? Tal vez sí era raro que Ryuka tuviera una buena calificación, o la mejor de la clase. Fue tanta la duda que Kento no dudó en acercarse rápido a su amiga y arrebatarle el bolso.

-¡Ey! –se quejó, pero para cuando intentó detenerle el chico ya tenía entre sus manos el bendito examen. Todos se acercaron a verlo.

-En verdad estás estudiando –Airu y Kento eran los que más reflejaban su asombro, Keito solo se notaba serio.

-Claro que sí –Se acercó y arrebató el papel junto a su bolso, acomodando todo como antes estaba.

-¿Tutorías? Nunca quisiste que te enseñara –Airu miró el cielo recordando aquellos días- Pero cuando lo intentabas terminábamos… -se calló y sonrió como un tonto al recordar cómo terminaba aquello, incluso pensaba que la excusa de estudiar era para llegar a los besos.

-De todos modos –Keito ignoró la torpe sonrisa de su amigo- Vamos a los vídeo juegos, solo será un día que no estudies –él quería saber algo.

-Ya dije que no puedo –intentó irse, pero el chico insistió. Le tomó del brazo pero no le hizo voltear, solo le apegó a su cuerpo hasta acercar sus labios lo suficiente a su oreja al susurrar.

- ¿Qué te sucede? Nunca dices no a los vídeo juegos –Keito sonrió cuando Ryutaro volteó. Entrecerró sus ojos para mirarle con una notoria duda- Te ves diferente –entonces le intimidó. ¿No había una manera de escapar de él? Pues se sentía totalmente vulnerable.

-Iré… -dijo sin mucho ánimo, mirando un tanto molesto a Keito antes de pasar por su lado para quitar esa mirada sobre su cuerpo, pues sufría de constantes escalofríos.

Kento se acercó a ella para abrazarle del cuello.

El camino fue tortuoso. El tema del examen comenzaba a desesperarle pues no dejaban de hablar de ello, ni mucho menos de burlarse. ¿Su hermana era realmente una vaga?

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Ryutaro se mordía el labio, sus dedos se movían rápido intentando ganar aquella batalla, hasta que se escuchó un grito de victoria.

-¡Sí! ¡Cinco veces consecutivas! –Taiga celebraba mientras los otros tres se acercaban sorprendidos.

-No puedo creer que perdieras tantas veces, y con Taiga –Airu que estaba a su lado intentó tocarle, pero lo evitó poniéndose de pie.

-El estudio estropeó tu cerebro –dijo Kento como si aquello fuese posible.

-¿Qué tan malo es? Probemos en otro –se alejó derrotado. Caminó por los pasillos buscando algo a su gusto y en lo que realmente era bueno- ¡Aquí! –les llamó y tan pronto ellos se acercaron ya se veían sorprendidos.

-No puedo creerlo… –susurró Kento- ¡Es mi turno!

Keito no dejaba de mirarle, pero al estar a su lado Ryutaro no era capaz de notarlo, extrañándole aquella mirada melancólica.

-Has sentenciado tu muerte –se burló Nakajima,

Todos ya sabían el resultado de aquello, incluso no tenían que mirar para saber que Ryuka perdería de una manera tan ridícula que ni los haría reír, pues era cosa de siempre. Pero en cuanto Ryutaro dio un grito de victoria todos se asustaron, donde las palabras Kento y Perdedor iban de la mano.

Ryuka había ganado, aquella chica que era pésima en ese juego hasta con ayuda. No cabía en la sorpresa de sus amigos, menos en la de Keito que no dudó en tomar a la chica de su muñeca para llevársela, mientras los otros se distraían con Kento y su humillación, pues bien creían que le había dejado ganar después de perder tantas veces en el juego favorito de la chica.

Algo pasaba. Ryuka detestaba ese juego, no había manera que pudiera ganarlo y Okamoto sabía que Kento nunca la dejaría ganar ni por compasión.

A pasos rápidos se metieron dentro de una Purikura. Keito intentaba mantenerse tranquilo y fingir que nada pasaba pero el nerviosismo de su amiga no se lo demostraba.

-No tenías que tomarme así –Ryutaro se frotó la muñeca, aquello realmente había dolido.

-Solo quería que nos tomáramos una foto. Ya sabes, Airu no te quita los ojos de encima –aquello le hizo sonrojar pues los recuerdos del día anterior regresaban.

Observó atentó al mayor que concentraba su mirada en la máquina, dudando si era eso realmente. No supo cómo acomodarse en la foto, por lo que mantuvo la distancia, pero Keito no se lo permitió, tomándole de la cintura para acercarle y con ello asquearse. En una rápida reacción había alejado al mayor de los hombros, asustado de lo que pudiera hacer y eso bastó para que Keito confirmara sus sospechas, mirándole con una notable duda antes de tomar su mentón y acortar las distancias.

-Ryuka, te noto extraña. ¿Sucede algo? –sentía cómo sus ojos se dilataban por el miedo a ser descubierto, sintiendo la sequedad en ellos al no ser capaz de pestañar. Era un momento asfixiante, pues sentía el tibio aliento del mayor chocar contra sus labios, reteniendo el propio por la pesada situación. Siquiera era posible tomar atención a la máquina.

Apartó la mirada, con unas notorias mejillas sonrojadas y no especialmente por la vergüenza de la cercanía, sino por el calor que comenzaba a sentir debido al miedo. Su propio cuerpo temblaba de nerviosismo y Okamoto era capaz de percibirlo.

-No eres Ryuka... –escuchó el susurro cerca de su oreja, abriendo enormemente los ojos antes de empujarle y separar por completo sus cuerpos.

-Esto no es gracioso –su temblorosa voz le hizo sonreír- No tienes que acusarme de algo tan absurdo –bufó queriendo aparentar gracia en sus palabras- No ser yo. Eso es algo… -no tenía cómo describirlo, pues realmente él no era su hermana.

-¿Absurdo? Me sorprendí que llamaras a Airu por su nombre –Ryutaro sintió sudor frío correr por la línea de su espalda- Al principio pensé que estabas molesta, pero con esa expresión era difícil de creerlo. Pero no solo a Airu, sino que a Taiga también. Es torpe, por lo que no debió tomarle importancia.

Si no fuera por Keito no se hubiese dado cuenta. En las fichas que Hana le dio estaba escrito claramente cómo Ryuka le llamaba a cada uno.

-¿Y bien? –esperaba palabras de su parte pero solo recibió silencio- Bien. Creo que será mejor que los demás lo sepan –y sin darle oportunidad de protestar o defenderse salió de la cabina para ir con los demás. Ryutaro iría tras él, pero al ver las fotos tomadas solo frunció el ceño, terminando por salir y botar las fotos a un basurero que estaba de camino, sin notar que alguien les había visto.

Shiozaki se acercó al bote de basura, sacando aquella tira de pequeñas fotos un tanto arrugadas. No hubiera sido un mal impacto si en las fotos no saliera un atrevido Keito tomando del mentón de Ryuka, la cual sonrojada luego apartaba la mirada sin alejarle como lo hacía con él.

-¡Keito espera! –los pasos del mayor eran tan rápido que no lograba darle alcance, comenzando a correr- ¡Ke—¡ -un fuerte choque le hizo retroceder, casi al punto de caer- Lo siento –dijo apenado, sobándose el pecho por el fuerte golpe.

-Descuida –pero en cuanto los ojos del desconocido se toparon con los castaños de Ryutaro su agradable rostro cambió por completo, mostrándose frío, intimidando a la “chica”.

-¿Tú estás bien? -preguntó Ryuka un tanto agitada. Acomodó un lado de su cabello tras su oreja en un gesto avergonzado- En verdad lo siento –repitió al ver esa tensa y desagradable expresión.

El chico se preguntaba qué sucedía con ella. La altanera chica no parecía ser la misma. Tal vez se estaba confundiendo de persona, hasta se veía más linda con esa inocente mirada. Claro que aquel pensamiento fue interrumpido por una segunda presencia familiar.

-¡Ryuka! –Airu intentó alcanzarla por una explicación, más al ver a quien tenía en frente frunció más el ceño.

Ryutaro miró hacia atrás.

-¡Ahora no Ire! –dijo antes de salir corriendo, pues Keito había desaparecido de su vista, inquietándole.

Ambos la vieron irse.

-No la vuelvas a tocar –susurró Shiozaki al pasar por su lado, y aunque la estatura del otro era menor no dejaba de mirarle con fastidio.

-Como si quisiera hacerlo –Sacudió sus ropas como si al chocar Ryuka haya dejado suciedad en ella.

La suerte de Ryutaro fue que Airu no salió tras él, solo porque terminó en una pelea con aquel de cabello rubio y alborotado.

Fue imposible encontrar a Okamoto, incluso vio al otro par de amigos de su hermana y estos no tenían idea del mayor. Hasta desconocían el paradero de Airu pues desapareció repentinamente, y de seguro había sido al notar que Ryuka y Keito no estaban a la vista.

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La tensión en la habitación se aumentaba cada que Hana arrugaba más el entrecejo mientras sus ojos bajaban por aquellos números escritos en el papel. Ryutaro esperaba una felicitación aunque el ambiente estaba pesado. Sus pies a cada lado de la silla giratoria le movían de lado a lado.

Hana miraba el resultado del examen como si quisiera romper la hoja en muchos pedazos, pero solo arrugó el papel antes de estamparlo contra la mesa, sobresaltando al menor.

-¡No tenías que ser tan perfecto! ¡Esto claramente levanta sospechas! ¿Crees que tu hermana es lista? Con suerte era la penúltima con la peor calificación –se veía alterada, pero más preocupada- ¿Qué sucedería si alguien lo ve? De seguro el profesor debe estar dudando –pero Ryutaro no analizó las palabras al hablar.

-Los amigos de Ryuka ya lo vieron –la chica se le acercó tanto que Ryutaro temió que sus frentes chocasen, alejándose hasta que su espalda fue detenida con el respaldo de la silla, pero aun así Hana se acercó más.

-Estás sentenciando tu muerte demasiado pronto –su voz se escuchó baja, y Ryutaro se preguntó en dónde había escuchado eso antes- ¿Crees que un cerebro como el de Ryuka puede tener tanto conocimiento de la noche a la mañana? –Iba a responder a su pregunta pero la chica fue más rápida, poniendo un dedo entre sus rostro para detenerle.

Se alejó cansada.

Tal vez era mejor no contar nada del incidente con Keito. Hana daba bastante miedo.

-En el próximo examen no seas tan perfecto y en clases si te hacen preguntas equivócate –en Ryutaro no estaba aquella opción, pues siempre atendía bien sus clases y se empeñaba en llegar a la respuesta correcta.

-No es tan fácil –frunció los labios como un niño.

Hana no dijo nada a ello, ya que se sorprendía de la diferencia entre ambos hermanos. Incluso las tutorías no serían necesarias.

-Ryutaro –su madre irrumpió su habitación- Mañana llega tu primo de Fukuoka –No sabía que tuviera un primo, pues ni siquiera conocía a sus tíos. Hana comenzó a tomar sus libros de estudio para marcharse.

-¿Se quedará aquí? –aquello podía llegar a ser incómodo.

-Sí, y deberás ir por él al aeropuerto. Podría perderse otra vez.

-¿Y no puede tomar un taxi? –su madre al parecer no entendía lo pesado que era fingir ser su hermana, más al crecer siendo criado como un hombre.

-Quiere salir a una cita con su prima –Ryutaro frunció el ceño.

-Sabes que no soy Ryuka, ¿por qué insistes en que lleve una vida como la de ella? –la mujer no respondió, simplemente le dejó claro que después de clases debía ir por él. Por lo menos no tendría que vestir con otras ropas vergonzosas, pero sí lidiar con un primo al cual nunca ha visto y más fue su preocupación cuando Hana le confirmó que no lo conocía, por lo que detalle de su personalidad y relación con Ryuka no podía darle.


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Y eso es todo ._.

  A) Cine
  B) Parque de atracciones
  C) Acuario

2 comentarios:

Natarashi dijo...

apenas ayer lo empece a leer desde el primer capitulo y solo puedo decir DONDE ESTA RYUKA?, pobre Ryutaro en que problema se metió pobre, Keito se dio cuenta que ara ahora?, ahhh quien sera su primo? contiii este fic es muy interesante
yo voto por B) Parque de atracciones

AmiS dijo...

keito!!!! *O*.. es bien puta la niña.... pobre Ryutaro

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