Ningún alma corría por el patio, no había absolutamente nadie. La escuela se veía completamente desierta pero no era que lo estuviera, sino que todos los alumnos se encontraban en sus respectivas clases.

- esto es aburrido – se escuchó, rompiendo el silencio en la sala. Todos voltearon a ver al dueño de aquellas palabras

- si le aburre mi clase señor Inoo puede salir al patio – dijo el profesor molesto. Siempre lo mismo, Inoo diciendo malos comentarios de su clase, pero no era al único, si no que se lo decía a todos los profesores, pero no podían decirle nada, ya que era muy aplicado y sus notas estaban sobre 6.

Inoo Kei hermano medio de la familia Inoo, pero sus dos hermanos no tenían su mismo apellido ya que ellos decidieron llevar el de sus respectivas difuntas madres, cosa que su padre no le molestó en lo absoluto. Estaba más que claro que Inoo era el consentido.

Luego de que el profesor le dijese eso no se molestó en ponerse de pie y salir a paso firme del salón topándose con un chico que estaba de pie fuera, pero no le prestó mucha atención y caminó hasta salir del edificio.

~*~*~


Todos esperaban a que el profesor comenzara la clase. La puerta del salón se abrió dejando ver a dos chicos con miradas asustadas.

- desde hoy ellos serán sus nuevos compañeros – los dos chicos se encaminaron hasta el frente

- mucho gusto, Nakajima Yuto – dijo haciendo una reverencia.

-un gusto en conocerlos, Chinen Yuri, espero que nos llevemos bien – y un incomodo silencio se formó en el salón, los miraron unos segundos más y volvieron a lo que hacían. Unos miraban por la ventana, otros escribían garabatos en sus cuadernos y uno que otro esperaba a que la clase comenzara.

- pueden ir a sus asientos, esos dos que están vacios al fondo – les indicó el profesor.

Se encaminaron hasta sus asientos sin antes Nakajima intercambiar miradas con un chico que cargaba su cabeza en una de sus manos apoyadas en la mesa. Solo fueron unos segundos pero en tan poco tiempo pudo sentir un revoltijo en el estomago.

Cuando ya se ubicaron en sus asientos la clase comenzó.

~*~*~


- esto es aburrido – dijo Inoo en uno de los asientos de la cafetería con un libro en la mano, el que acababa de cerrar luego de terminar de leer.

- para ti todo es aburrido

- Ryosuke - Yamada Ryosuke hermano menor de Kei- guarda silencio –dijo Inoo, estaba harto de que siempre le dijese lo mismo.

- Ryo-Chan, deberías de hacer algo, que tal si sales con Yabu después de clases?

- ¿Yuya estás loco? - Takaki Yuya hermano mayor de Kei – salir con Yabu es para alguien necesitado, lo único que sabe hacer es ir de cita en cita con chicas diferentes – dijo con un poco de asco - ¡¡adivinen!! – gritó Ryosuke, cosa que asustó a los otros dos – tengo dos compañeros nuevos – dijo con felicidad pero en su voz se notaba algo extraño sobre todo en su mirada

- solo no te metas en problemas – dijo el mayor

- ¿podrías dejar ese maldito habito de cambiar los temas de conversación tan drásticamente?

- es mejor que estar hablando de tu aburrida vida – y es que era cosa de todos los días. No se llevaban muy bien pero tampoco se golpeaban, solo se decían unas cuantas palabras.

Inoo se había molestado, estaba a punto de responderle pero Takaki lo interrumpió.

- hermano ¿otra vez saliste de clases? – le preguntó pero no esperó a que el otro le respondiera – muy bien sabes que los profesores pueden dejarte como ausente en sus clases y tus buenas calificaciones no te ayudarán en eso, deberías de tomar las clases como corresponde.

- mejor metete en tus asuntos – odiaba que le dijesen lo que tenía que hacer, se puso de pie molesto y se marchó.

- y bien, ¿como son tus nuevos compañeros? – preguntó el mayor. Se miraron y sonrieron malévolamente pensando en futuras travesuras que podrían jugarle a los dos transferidos.

~*~*~


Estaba tan molesto por lo que no asistió a sus siguientes clases y solo se quedó en el salón de música. No pudo evitar querer tocar el piano. Una triste melodía era lo que había comenzado a tocar. Su mirada fija en las teclas.

El sonido de la puerta lo desconcentró y dejó de tocar para mirar a la persona que lo había interrumpido.

- lo siento, no quise interrumpir – una temblorosa voz se escuchó.

- pero lo hiciste – dijo sin dejar de mirar al chico.

- ¡Daiki ya vámonos! –el nombrado se giró y antes de salir y cerrar la puerta tras de sí volvió a disculparse.

No se le hacía conocido. Se sabía de memoria todos los rostros de la escuela. Pero recordó haberlo visto.

- era él – susurró sin mucha importancia, recordando que era el mismo que estaba de pie fuera de su salón en la mañana. Comenzó nuevamente a tocar al piano olvidando lo que había pasado.

~*~*~


- es triste – dijo mirando el sándwich que tenía en las manos.

- ¿de qué hablas? – preguntó el chico que se encontraba sentado frente a él.

- nada Yuri – respondió y le dio una mordida al sándwich.

- ¡aquí sale un trabajo! – interrumpió uno de ellos y los otros dos tomaron atención para escuchar a Yuto leer dicho anuncio de trabajo.

No eran hermanos pero si criados por la misma persona. Vivieron toda su vida en un orfanato y de su vida antes de eso no recordaban nada. Se habían convertido en grandes amigos, le agradecían a la persona que los cuidó y crió con tanto amor. Lo último que les dejó aquella anciana antes de morir fue la matricula pagada de una muy buena escuela. Si, la mujer murió hace unos días dejándolos en aquel orfanato al cuidado de las otras empleadas.

Pero decidieron que ya era hora de independizarse y encontrar un trabajo para así dejar aquel orfanato y seguir con sus vidas para dejar todo eso en el pasado.

Y como hermanos, siempre estuvieron juntos.

~*~*~


Después de la escuela una limusina pasó por los Inoo. Pero Kei no quiso irse junto con sus hermanos. El chofer no tuvo de otra que obedecer y se llevó a los otros dos.

Necesitaba pensar, algo le hacía falta pero no sabía lo que era. Era un amargado y antisocial, Ryosuke se lo decía siempre y aunque él le encontraba razón no le gustaba que se lo dijeran muy a menudo. No congeniaba con nadie. Solo tenía un amigo, el cual era un mujeriego “de seguro debe estar con alguna chica” pensó.

- ¡es por acá! – vio a tres chicos pasar a su lado. Pero no les tomó mucha importancia.

Nunca lo hacía, era un egoísta, solo le importaba él y nadie más que él. Nunca recibió el amor que quería de su padre. Aunque fuera el favorito no quería decir que le dieran cariño. Solo dinero, siempre era dinero. En ese momento pensó que lo mejor hubiera sido nacer en una familia pobre y así aprender a apreciar lo que tenía.

~*~*~


- ¡¿será idiota?! Teniendo una limusina prefiere caminar – dijo molesto Ryosuke. Aunque fuera el menor y todos pensaran que tenía una personalidad adorable, era todo lo contrario, tenía muy mal carácter. No tenía pelos en la lengua para decir lo que le molestaba y decirle la verdad a la gente y eso era lo que siempre traía problemas, porque Kei de igual manera le respondía.

- ya no te enfades, ¿por qué mejor no aprovechamos que no está? – Yuya lo abrazó por la espalda y fue desatando la corbata del menor tirándola al piso.

- Yuya no estoy de humor – dijo Ryosuke dejándose hacer, mirando como los delgados dedos de su hermano desabotonaban lentamente su camisa, rosando los dedos en su piel mientras descendían.

- nunca estás de humor – le dijo al oído – soy yo el que te pone de buen humor – terminó con voz sensual sin poder evitar sonreír y mordió su lóbulo.

El menor suspiró al sentir manos ajenas en su pecho desnudo, ya había desabotonado su camisa y acariciaba de arriba abajo su pecho lentamente. Giró en sí para mirarlo a los ojos posando sus manos en el pecho del otro.

- esto no está bien – dijo tristemente. En verdad lo hacía de teatro porque muy poco le importaba que fueran hermanos.

- siempre dices lo mismo – ferozmente capturó sus labios que al instante le correspondieron. Beso que no era para nada inocente, les fue subiendo la temperatura cuando sintieron sus lenguas entrelazarse.

El mayor descendió lentamente sus manos por la espalda de su hermano hasta llegar a su trasero y apretarlo contra su cuerpo. Un gemido se escapó de la boca del más bajo.

Se escuchó que llamaban a la puerta y sin mucho afán de separarse solo dejaron de besarse.

- ¿quién? – dijo Ryosuke aun en brazos del mayor

- señor su baño ya está listo – se escuchó a la empleada

- ya voy – le respondió. Se alejó de su hermano para dirigirse a la puerta

-podríamos tomar un baño juntos – le dijo Yuya tomándolo de la mano para que volteara. Cosa que el otro hizo y le sonrió lascivamente.

- podría, pero quiero relajarme –dijo sin más y salió para dirigirse a los baños termales que se encontraban en otra habitación

Todos los cuartos tenían un baño con tina, pero el menor gustaba de las termas, su madre le creo esa manía. Cada vez que se metía al agua recuerdos de su difunta madre venían a su mente por lo que no le gustaría profanar esos lindos recuerdos con una escena de sexo con su hermano mayor.

~*~*~


Después de que Ryosuke lo dejase se fue a su habitación. No tenía nada que hacer. Su tarea la haría luego ya que ganas no tenía.
Aburrido se fue al despacho de su padre para pasar el rato charlando con él, aunque sabía que no lo tomaría mucho en cuenta.
Al llegar entró como si nada, como siempre solía hacerlo. Su padre lo miró a través de los cristales de sus anteojos y desvió la mirada a los papeles que tenía en sus manos

- ¿qué se te ofrece? – le preguntó sin mirarlo

- nada, solo vine a verte – se acercó al escritorio y se sentó en la silla que estaba en frente.

- ¿y Kei? – preguntó el señor. Siempre era Kei, nunca le preguntaba cómo estaba o que hizo en la escuela. Kei siempre era los temas de conversación

- no lo sé, quizás aun no llega – dijo desganado

- ¿aun no llega? ¿No se vino contigo? – preguntó con tono de preocupación

- no, no quiso irse en la limusina, dijo que caminaría – aunque no lo quisiera admitir envidiaba a su hermano, tenía toda la atención de su padre sobre él y no sabía apreciarla.

¿Y por qué era el preferido? Porque su padre en verdad amó a la madre de Kei, el cual se parecía mucho a ella. Su madre y la de Ryosuke habían sido como una simple aventura. Por esa razón despreciaba a su padre, por eso no le gustaba su apellido y usaba el de su madre. Aunque todos aun lo llamaran Inoo.

~*~*~


- ¡¿serás idiota?! ¡Ya nos perdimos! – dijo el mayor de los tres

- ya, no te descontroles, preguntémosle a alguien – dijo el menor pero no se veía ni un alma deambular por las calles, todo era muy silencioso

- estamos perdidos – suspiró Yuto con frustración

Siguieron caminando pero lo único que veían era un gran parque tras unas rejas. Hasta que llegaron a un portón

- miren – dijo el menor estupefacto, apuntando con el dedo. Los otros dos miraron en la dirección que apuntaba

- ¡¿ES AQUÍ?! – gritaron los dos mayores

Los tres estaban boquiabiertos. Por fin habían encontrado la dirección y se dieron cuenta de que el tal parque no era más que el jardín de aquella lujosa mansión que tenían en frente, de la cual los separaba una gran reja blanca.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

*.*
muy buen comienzo Yuuki
awwwww
soy tan feliz XDDD
cuando leo tus fics me pones de buenas :)
gracias~

Satommy dijo...

Uh~ Este fic me causa curiosidad~
Demasiada, diria yo XD
Uhm, ¿porque el papa de Kei lo quiere mas a el
que a los otros?
Por mas que lo intento no me imagino a Inoo como
alguien amargado y aburrido LOL
Me lo imagino un ratito asi y luego estar riendose XD
Uh~ Quiero saber que pasara en esa mansion~

Unknown dijo...

eres mala u.ú ya no tengo uñas por tu culpa!!! XDDD ya ps...

ERA EL..a sdabsdas me emociono esa parte :DDD ok ya .___.
quiero saber mas *----*

Anónimo dijo...

Ohhh~ se ve bastante interesante~ ^^
Gracias por el fic!!!
Adoro el incesto! >///<

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