Estaba cabreado, ¿cómo se atrevía a decirle eso?, es que de solo pensar que el corazón de Daiki era de otro se enfurecía, pero que fuera de Ryosuke, de su compañero de equipo lo cabreaba, no tenía nada contra el excepto que ahora Daiki lo amase a él y solo a él. Con todo su autocontrol salió del salón porque si no sería capaz de violar a Daiki hasta que se diera cuenta que solo era de él y no de Ryosuke, que solo debía amarlo a él. Porque aunque nadie lo supiera así era Inoo, impulsivo, solía ser amable para que nadie supiera cómo era en realidad, tenía su propio mundo hecho de rosas, las chicas lo amaban, tenía el respeto de todos. Pero al ver a Ryosuke todo se fue a la mierda.

Ni siquiera lo pensó dos veces para acercarse, le daba lo mismo que luego todos hablaran de él después de todo podía culpar a Ryosuke, todos le creerían y así todo volvería a la normalidad.

Ryosuke y Yuto se encontraban bajo un árbol hablando feliz de la vida, Ryosuke atento a lo que le decía el otro, tanto que no veía que alguien se acercaba a ellos hasta que escuchó que lo llamaban. Miró hacia la dirección de aquella voz pero no tuvo tiempo para reaccionar. Lo habían tomado fuertemente de la camisa arrancándole uno que otro botón.

Divisó el rostro de Inoo antes de sentir el fuerte golpe que el mayor le propinó en su mejilla, haciéndolo caer bruscamente contra la tierra. Tiempo para ponerse de pie no tuvo, Inoo se le había lanzado encima a golpearlo sin piedad alguna. Por más que trataba de defenderse no podía.

La ira de Inoo lo tenía ciego, no se daba cuenta en el estado que dejaba el rostro del menor pero su ataque fue interrumpido por unos fuertes brazos que lo alejaron del otro que ya casi no se movía del dolor que sentía.

Yuto se metió a defender a Ryosuke, ahora el que recibía los golpes era él, pero no se quedaba atrás, un fuerte golpe dio en la mandíbula del mayor rompiéndole el labio que no tardó en comenzar a sangrar. Enfurecido al darse cuenta que sangraba. Tomó a Yuto de una manera en la cual no podía defenderse, dándole fuertes combos en el estomago.

Palabras de por medio no habían, Yuto no entendía por qué había atacado de esa manera a Ryosuke. Pero ver que no podía defenderse no le dio de otra que ayudarlo.

Pero la pelea fue interrumpida por el pequeño Chinen, que al verlos corrió para separarlos. El que se rehusaba a dejar la pelea era Inoo, Yuto, a penas Chinen había llegado agarrando con toda su fuerza a Inoo, fue a ver como se encontraba Ryosuke que aun estaba aturdido por los golpes.

Chinen preocupado preguntó qué había pasado, pero ninguno respondía. Le preguntó a Inoo pero este solo se zafó de su agarre y se fue sin dar explicación.





Estaban en la enfermería curando sus heridas, por suerte no los habían visto ningún profesor y la auxiliar no se encontraba. El silencio era incomodo pero ninguno se atrevía hablar. Yuto curaba las heridas que tenía Ryosuke en su rostro.

Por suerte ese día no había práctica por lo que no tendrían que verse las caras. Con el pasar de los días Ryosuke y Yuto se hacían más amigos, sobre todo después de ayudarlo aunque se sentía avergonzado por no haberse defendido y que otro chico lo hiciera por él.

Yuto lo iba a buscar a su sala cada que terminaban sus clases dejando a un lado a su amigo Keito que no encontraba nada mejor que irse bajo un árbol a escuchar música.

Llegó el viernes y tendrían que volver a verse las caras.

- ¡¿PORQUE LO GOLPEASTE?! ¡¿QUIEN TE CREES QUE ERES?! – los gritos provenientes desde dentro del gimnasio llamaron la atención de Ryosuke. Sigilosamente se acercó a la puerta, cargándose en ella – ¡¿NO ME VAS A RESPONDER?! – era su mejor el amigo el que gritaba y al parecer, al que le gritaba de esa manera era a Inoo.

- Daiki yo… - trató de hablar, pero fue interrumpido por las amargas palabras del pelinegro

- ¡NO ME HABLES! ¡NO QUIERO QUE ME VUELVAS A DIRIGIR LA PALABRA! – al ver la cara de frustración del mayor se formó una sonrisa cargada de cinismo – y no me vengas con que te gusto, ¡ERES UN COMPLETO IMBESIL! – al ver que el menor tenía intenciones de retirarse lo tomó del hombro, pero fue rechazado – ¡DEJAME EN PAZ!

Y se fue a pasos firmes del gimnasio, le dolió que haya golpeado a su mejor amigo por su culpa, por decirle la verdad, Ryosuke no tenía nada de culpa en lo que él sentía. Sabía perfectamente cómo Inoo se sentía, porque el mismo estaba experimentando esos sentimientos de odio hacia alguien pero no por eso se le lanzaría encima a golpearlo.
Al salir por la única puerta que daba al patio de la escuela, pasó con la vista fija en el suelo, ignorando todo lo que lo rodeaba y sin percatarse de que Ryosuke estaba apoyado en la puerta.

Lo dejó irse, pero no le gustaba que lo defendieran de esa manera, pero tampoco entendía por qué le gritó a Inoo y por qué le dijo “no me vengas con que te gusto” ¿ acaso el mayor gustaba de su mejor amigo?. No quiso seguir pensando así que entró al gimnasio con su bolso al hombro, mirando que Inoo se encontraba sentado en el suelo apoyándose en la pared, solo se miraron, no se dirigieron palabras.
Pero las miradas de odio que se dirigieron cada uno podrían formar una nueva pelea pero con la llegada del capitán del equipo desviaron las miradas.

- Ryosuke ¿cómo estás? – se acercó el pelirrojo al menor que dejaba sus cosas en un rincón del gimnasio. Posó una mano en su hombro. Ryosuke lo miró con una sonrisa en los labios

- No me toques por favor – y la quitó sin dejar de mostrar esa sonrisa.

Takaki sabía perfectamente lo que había pasado, entendía a su amigo pero igual estaba un poco molesto porque había golpeado al amor de su vida. La práctica fue como cualquier otra, la presencia de los demás del equipo distrajo a Ryosuke y a Inoo.
Cuando ya hubo acabado Ryosuke fue el primero en salir para irse con Yuto. De su mejor amigo no había rastro. Esperaron un poco antes de irse pero Daiki no llegó por lo que se fueron juntos.

Aun dentro del gimnasio quedaban tres miembros. Chinen guardaba las pelotas junto con Inoo. Mientras Takaki escribía la lista de los que habían asistido a la práctica, alguna buena explicación tendrían que darle los que no asistieron.

- Inoo ¿por qué lo golpeaste? – le preguntó chinen. Desde el día de la pelea que Inoo ignoraba sus preguntas, cambiándole de tema o bien dejándolo solo con las palabras en la boca y la curiosidad.

- Chinen no quiero hablar de eso – fue la respuesta del otro que ni a mirarlo a los ojos se atrevía.

- Mírame – le dijo el menor tomando el rostro del otro entre sus manos. ¿Por qué era que el corazón se le aceleraba cada vez que estaba cerca de él? - si hay algo que te preocupa no dudes en confiar en mí – lo quería cerca, tan cerca como le fuera posible. No pudo evitar mirar sus labios, esos labios rojos que tanto añoraba tocar con los suyos, pero no se le era permitido, solo eran amigos.

Apartó la mirada y soltó su rostro o terminaría besándolo. Cuando se hubo alejado de él e iba a voltear para seguir recogiendo pelotas, sintió como unas fuertes manos sujetaban su rostro y como sus labios se juntaban con los de esa persona.

Sus ojos abiertos de asombro, su corazón acelerado pensando que terminaría saliendo de su pecho, sus mejillas sonrojadas, sin poder reaccionar. Aunque el beso duró poco lo disfrutó, aunque sus labios solo se habían apretado con los de Inoo, fue feliz por un momento, quería sonreír, reír y gritar que estaba feliz, pero primero tenía que saber por qué lo había hecho.
Pero eso no hizo falta cuando volteó al escuchar como alguien chocaba con la puerta.

Daiki los miraba asombrado y fue cuando su corazón dejó de latir por un momento y la tristeza lo inundo por completo notándose en sus ojos.

- Lo siento – dijo el pelinegro saliendo del gimnasio agitado, había corrido lo mas que había podido para alcanzar a Ryosuke, suplicando porque aun se encontrara en el gimnasio pero no fue así, para su suerte vio como Inoo besaba a Chinen. No le gustó para nada. Primero porque él le había dicho que lo quería, y si lo quería no tenía porque andar besándose con otras personas. Sacudió su cabeza para dejar de pensar de esa manera. El no lo quería por lo que no tenía porque pensar en él.

- Te puedes ir yo terminaré – dijo Chinen arrastrando el carrito con pelotas para adentrarse a la bodega. Inoo no sabía que decirle, no tenía qué explicación darle y por la mirada que tenía Chinen en sus ojos dudó un poco, podría ganarse un golpe el cual tendría merecido.

- Chinen yo..

- Está bien, yo seguiré, puedes retirarte – dijo sin mirarlo.

- Inoo no hace falta – dijo Takaki posando una mano en su hombro – no querrá escucharte – había olvidado por completo que no estaban solos, sus mejillas se sonrojaron y la vergüenza lo hizo caminar hasta su bolso, tomarlo y retirarse sin voltear.


Takaki podía escuchar los bajitos sollozos provenientes de la bodega, se acercó al pequeño que le daba la espalda y lo giró.

- ¡¿Qué crees que haces?! - hipó al hablar y lo miró a los ojos llenos de lágrimas.

- Te dije que no te enamoraras de él, no te corresponderá nunca – y esas dolorosas palabras no le ayudaban en nada a dejar de llorar.

- Cállate y no me toques – quiso pasar por su lado para irse pero el pelirrojo lo sujetó de los hombros – que me… - pero sus labios fueron apresados. Por dos segundos no respondió por la sorpresa pero luego se dejó llevar respondiendo a los besos del mayor. Los dos ya estaban acostumbrados a esos besos llenos de deseo, solo deseo. Se consolaban cada vez que podían, cada que había un lugar donde esconderse y dejarse llevar.

Chinen no esperó mucho a que el mayor lo tomara de las piernas para ponerlo a su altura y empotrarlo contra los cajones de salto. Ganándose un quejido de parte del menor.

Movía sus caderas frotando su entrepierna con la del menor que suspiraba entre besos.

- Este no… no es un buen momento – Chinen se sostenía del cuello de Takaki con las piernas alrededor de sus caderas.

- ¿Hmm buen momento?... nunca es un buen momento – volvió a besarlo metiendo sus manos bajo la polera de Chinen, tocándolo lentamente sintiendo su suave piel. Succionó su cuello, dejando una pequeña marca.

- Te he dicho.. hhmm.. que no me marques – ¿por qué era que nunca le hacía caso y terminaba dejando marcas en su cuerpo?

- Chinen es hora de que nos vayamos – escucharon desde afuera de la bodega. Se separaron pero no avergonzados, sabían claramente quién era y que esa persona sabía perfectamente lo que pasaba entre ellos dos.

- Ryutaro adelántate, ya voy – dijo Chinen arreglando su polera y mirando su semi despierta hombría.

El menor se fue sin decir nada mas, solo se escuchaban sus pasos alejarse.

- Si quieres puedo arreglarlo rápido – dijo Takaki con vos seductora encorvándose un poco para volver a atrapar sus labios.

- Solo si lo haces rápido – no podía evitar sonreír, desde que habían comenzado su extraña relación no se había arrepentido para nada, se la pasaba demasiado bien con Takaki.

Se agachó y levantó un poco la polera de Chinen, besándo y jugando con su ombligo mientras bajaba los pantalones, solo un poco, lo suficiente para dejar a la vista su miembro.
Lo tomó con una de sus manos masajeándolo un poco.

- Uhhmm… ya no juegues… debo irme – le dijo el menor que no dejaba de mirarlo. Takaki sonrió y lamió toda su extensión – uhhmm… ya hazlo

Obedeció y lo introdujo todo en su boca apretando un poco con sus labios. Chinen quería luego llegar al orgasmo pero Takaki siempre hacia las cosas lentas pero placenteras. Succionaba fuerte pero sus movimientos lentos y ya se estaba desesperando. Soltó su polera la cual sujetaba antes para no mancharla. Posó sus manos sobre la cabeza de Takaki para marcar el ritmo.

- Más... más rápido… - pidió al borde de la locura. Sacó el miembro de Chinen de su boca y le sonrió.

- Me gusta que supliques – le dijo sin dejar de masturbarlo.

- Maldita sea, ya... solo termina – se dijo mas para sí mismo que para Takaki. Lo masajeó rápido apretando un poco más cada vez que llegaba a la punta. –más… más… - lo introdujo en su boca y succionó un par de veces y el menor se corrió en su boca soltando un gemido que no se negó a callar. Su cuerpo tembló por el orgasmo.

- Listo –dijo después de tragar su esencia. Chinen se arrodilló y lamió alrededor de sus labios quitando lo que se había escurrido para luego besarlo y sentir su salada esencia en la boca del otro.

Terminó de arreglarse y salió para encontrarse con su hermano que no tenía muy buena cara como siempre, pero no tenía ganas de hablar por lo que caminaron juntos hasta salir de la escuela.

- Pensé que ya habías terminado lo que tenías con ese tipo – dijo Ryutaro pero su hermano no parecía tener intenciones de hablar – ¿cuándo dejarás de hacer esas estupideces con él? – Chinen se detuvo un momento pensando pero volvió a retomar el paso.

- Me satisface así que dudo poder alejarme de él – fue su respuesta.

Le molestaba que solo lo hiciera para satisfacerse, porque si fuera así el lo satisfacería todas las veces que quisiera pero el problema era que por el maldito compromiso que tenían sus padres eran hermanos, no de sangre pero aun así eran hermanos. Enamorado de su hermano desde que lo conoció hace dos años. Nunca tuvo intenciones de sentir algo mas allá que un cariño, pero no lo pudo evitar, Chinen era demasiado bueno con él, siempre atento y educado como su madre le había enseñado.

Tal acercamiento solo lo hizo hundirse en su amor y para evitar enamorarse más si es que se podía, comenzó a ser frío con él, lo molestaba todo el tiempo, muchas veces hasta lo dejó en vergüenza frente a sus amigos. Después de que su padre lo metiera a su misma escuela se dio cuenta de la relación que había entre el capitán del equipo de basquetbol y su hermano. Los había visto besándose en uno de los pasillos de la escuela. Lo evitó por unos días pero sus dudas no se aclaraban por lo que decidió preguntárselo personalmente.

Ese día su corazón se partió en dos al escuchar la triste verdad de los labios de su hermano y esa mirada vacía que tenía en sus ojos. “amor no correspondido” fue lo que murmuró, lo había dicho para el mismo, ya que Chinen no correspondía sus sentimientos, pero el mayor había pensado que sabía la verdad, que estaba enamorado de Inoo Kei, quien estaba en el mismo curso de Takaki y era su mejor amigo. Se había sonrojado y miró sorprendido a Ryutaro pero este no lo había mirado y salió de su habitación.

Desde ese día la relación entre ellos dos fue de mal en peor, Ryutaro odiando a Takaki por usar a su hermano solo por placer carnal.

Pero eso no se quedaría así el haría algo para separarlos y por fin estar con su querido hermano, no dejaría que Takaki lo siguiera usando y haría que Chinen se enamorara de él, ya que con él nunca sufriría.

3 comentarios:

Satommy dijo...

Ryutaro enamorado de Chii *muere*
Takaki y Chinen tenian que tener una relacion
de necesidad... ehm... sexual LOL~
INOO ESTA LOCO!! Pegar a Yamada... y a Yuto...
Pero todo por Daiki u_u y a este lo dolio ver
a Kei besando a Yuri x_x
Yuuki D: Tienes que seguir este fic rapido XD
Sino morire XD

Unknown dijo...

"porque si no sería capaz de violar a Daiki hasta que se diera cuenta que solo era de él y no de Ryosuke, que solo debía amarlo a él."

OMGGGG asdasbvdasda...
esque Inoo es tonto por tratarlo asi D: pero lo ama(?)
HAHA, yo igual hubiera golpeado a Yamada LOL!
Chinen D: quien lo viera asda; y pobre Ryutaro u.ú

Total, asdsaa me encanta! D:
continúa pronto, shii? XD

Anónimo dijo...

uwhaaaaaaaaaaaaa
que buena historiaaa
*.*
no se porque pero puedo imaginarme claramente takachii *.* !!!!!!!!!!
siguele onegai m(_ _)m

Publicar un comentario

¿Qué piensas sobre lo que escribí? D:
Comenta, me gusta saber lo que piensas. ♥~

Copyright © 2011 YuukiNii's Fics ♥. Designed by MakeQuick, blogger theme by Blog and Web | Posts RSS | Comments RSS