Good bye my love

Titulo: Good bye my love
Autor: Yuulove XD
Pareja: Okachii - TakaChii
Género: Slash, con un poquito de angst (mala para escribir cosas tristes)
Extensión: Oneshot
Nota: Esto fue por el cumpleaños de chinen XD mas vale tarde que nunca, no? Jojojo todo por naru. Espero que les guste u_u
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Hoy era un día especial para Chinen, hoy cumplía quince años pero nuevamente lo volvería a pasar solo en casa. Su madre trabajaba pero antes de irse le dejó una nota sobre la mesa deseándole un feliz cumpleaños y con un beso marcado en ella.

No sabía que hacer en un día como este. Tomó su celular para ver si le había llegado algún mensaje de sus amigos por su cumpleaños pero no había nada, solo un mensaje ya leído “lo siento, mañana estaré ocupado con un trabajo te prometo que el próximo fin de semana te compensare” cerró el mensaje y miró detenidamente la imagen que tenia de fondo. Sonrío y pensó en que aquella persona podría estar en casa estudiando, como siempre.


Corrió cuidadosamente la cortina de su habitación para mirar a la otra casa, su novio vivía al lado de la suya, llevaban 10 años siendo vecinos y dos siendo novios. La cortina de la habitación que correspondía a la de su novio se encontraba cerrada. Raro. Keito siempre tenía las ventanas abiertas para que entrara aire fresco y la luz del sol.

Bajó las escaleras y salió de su casa para adentrarse a la de Keito. Golpeó la puerta pero nadie abría. Giró la perilla pensando que seria estúpido que no tuviera el seguro. Pero lo sorprendente era que NO tenía el seguro. “permiso” dijo en un susurro, estaba demasiado oscuro. Jiro, el perrito poodle toy de la familia Okamoto. Lo tomó en brazos, le encantaban los animales y Jiro siempre era juguetón. Se asusto al escuchar un ruido proveniente del segundo piso, bajó al perrito y se acerco a la escalera.

- ¿Keito? - preguntó asustado. El mayor solía asustarlo con cosas sobrenaturales u obligarlo a ver películas de terror. Pisó el primer peldaño de la escalera haciendo un chirrido que solo en las películas escuchó. Siguió subiendo ignorando el sonido de la escalera. Volteó solo para mirar a Jiro que lo miraba desde abajo moviendo la colita de un lado para otro. Sonrío de medio lado y siguió subiendo.

Cada vez que se acercaba a la habitación de su novio escuchaba ruidos más fuertes. Tomó un florero vacío que se encontraba en uno de los muebles. Tomándolo firmemente se acercó a la puerta que se encontraba entreabierta. Su corazón acelerado, las manos y piernas le temblaran, se mordía el labio para no gritar del miedo. Pero todo ese miedo se acumulaba más en su pecho. Los sonidos se hacían mas audibles ahora lágrimas caían por su rostro. Deseaba que lo que pensaba no estuviera sucediendo en esa habitación.

Con miedo abrió lentamente la puerta divisando en la oscuridad dos cuerpos sobre la cama.

- aahhh... uhmmm... mas, mas rápido – otra lágrima mas caía junto con el florero que se quebró en mil pedazos al dar contra el piso. Los dos cuerpos que se encontraban sobre la cama se incorporaron pero no veían muy bien, solo una silueta en el marco de la puerta.

- Yu... - pero el mayor no alcanzo a terminar de hablar

- pe-pensé que estarías... estudiando... no quise interrumpir yo solo... - pero el llanto ya no le permitía hablar seguido.

- Yuri... - pero no se podía mover de donde estaba, el cuerpo jadeante que se encontraba sobre el suyo no se lo permitía – Yuri yo...

- No!... no te acerques... - dio un paso hacia atrás, tomó aire para tranquilizarse un poco, su corazón dolía pero ya hace mucho tenia sospechas de algo como esto pero nunca pensó presenciarlo y el estar tan enamorado (como el pensaba) de Keito no lo dejaba ver la realidad – si no querías estar conmigo solo lo hubieras dicho...

- no, no es eso... - el menor se fue alejando de la habitación sin voltear – Yuri espera... maldición... Yuto quítate! - decía quitándose al chico que estaba sobre el – Yuri espera, espera! - pero el menor ya había salido corriendo, azotando la puerta tras el. Ese era el peor día, lo recordaría su próximo cumpleaños y el que seguía después de ese y así sucesivamente.

…..
Ya ha pasado un año desde que termino no Keito, desde que lo ignora cada vez que lo ve en la calle. Un año ignorando sus palabras de disculpas, disculpas que nunca acepto y tampoco tenía pensado aceptarlas en un futuro.

Salió de casa para dar un paseo por el centro. Caminó tranquilamente por las tiendas buscando algo que llamara su atención. Entró a una tienda de antigüedades, poca gente se encontraba dentro de la tienda, caminó tranquilamente por los pasillos hasta que algo le pareció muy lindo. Al momento de querer tomar aquella caja musical rozo una mano causándole algo extraño recorrer por su cuerpo.

- lo siento – se disculpó la otra persona – puedes tomarla veré otra cosa – no pudo ver el rostro de aquel chico, cuando levanto la vista este ya le había dado la espalda.

- ahmm, no es necesario – dijo con timidez -puedo... - pero el sonido de su celular lo interrumpió. Respondió sin antes ver el numero en la pantalla – ¿aló? - pero se quedo en silencio al escuchar esa voz tan familiar. Sin pensarlo dos veces colgó la llamada – estúpido – el chico alto se volteo a mirarlo. Se le notaba rígido.

Chinen trato de guardar el celular en su bolso mientras salía de la tienda sin percatarse que se le había caído. El chico alto lo siguió hasta que salió, miró el piso y vio el celular tirado. Lo tomó y justo llegó un mensaje “feliz cumpleaños Yuri” Miro el celular, tenía un colgante de gatito. Un autoadhesivo a medio sacar, como si se hubiera arrepentido al momento de querer sacarlo. Había un chico pelinegro junto al dueño del celular.

Yuri caminaba por las calles sin saber a donde ir. Solo quería olvidar esa llamada. Se sentó en una de las bancas del parque y lo pensó detenidamente, iba a decirle que lo dejara tranquilo de una vez por todas, que ya no lo quería y solo le estaba haciendo mas daño al buscarlo. Buscó el celular en su bolso pero no lo encontraba.

- Demonios... debió caerse en la tienda – se puso de pie y a paso veloz volvió a la tienda de antigüedades pero no encontraba su celular por ninguna parte – quizás se me cayó por el camino – salió de la tienda volviendo al parque pero tampoco lo encontró.

Se quedo sentado en la banca pensando en los recuerdos que le traía ese celular. Si tan solo hubiera sido más cuidadoso.

En otra parte, por las calles iba un chico buscando al dueño de aquel celular, no sabia por donde se había ido. Buscó y buscó pero no lo encontró. Se detuvo en el parque para descansar un poco, sus manos se estaban congelando. Tomó el celular para mirar una vez más la foto pero casi se le cae al asustarse cuando éste comenzó a sonar. No estuvo muy seguro de contestar pero aquella persona que llamaba era tan insistente, ya tenía dos llamadas perdidas del mismo número.

Decidido contestó la llama. Pero no hizo falta hablar ya que la otra persona comenzó la conversación sin darle tiempo de responder.

- Chinen por favor perdóname de verdad te amo – escucho un suspiro y se adelanto – no, no cortes por favor solo escúchame – el alto se limitó a no hablar, confundido y mirando a todas partes a ver si veía al dueño del aparato. Esas palabras que escuchaba no eran dirigidas hacia el y se sentía un poco culpable e incomodo de estar escuchando. Keito no paraba de hablar, el alto ya se estaba comenzando a tensar.

- disculpe – por fin habló – no soy la persona con la que quiere hablar yo...

- ¿quién eres tu? – Preguntó rápidamente Keito – ¿en dónde estas? – preguntó antes de que el alto respondiera

- en el parque cerca del mall central pero...

- ¿esta chinen contigo? No, no respondas, voy para allá... - y antes de que el alto dijese algo Keito ya había cortado la llamada

- y ahora que – dijo con las manos en la cabeza

- ¡quiero mi celular! – escuchó gritar a alguien no muy lejos de donde estaba el, un alivio sintió al por fin dar con el chico. Caminó a paso firme.

Chinen miraba las nubes negras que indicaban que pronto comenzaría a llover.

- esto es tuyo – delante de su vista estaba su celular. Sonrío ampliamente pero su cuerpo se tenso al reconocer esa estatura y silueta – se te cayó en la tienda. Cuando salí detrás de ti te perdí de vista.

- ah... gracias – dijo nervioso, ese chico le hacia sentir realmente extraño y no entendía porqué.

- Takaki Yuya – se presentó el alto – y tu Chinen Yuri no? – dijo sonriéndole. El menor se sonrojó, jugando con sus manos mientras miraba el suelo para ver si así el nerviosismo que sentía se iba.

El mayor comenzó a buscar algo en su bolso. Por fin sacó un paquete de el y se lo extendió al menor que aun seguía en la banca.

- feliz cumpleaños – le dijo. Chinen estaba asombrado mirándolo. Tomó el paquete – ábrelo, solo espero que te guste – era un total desconocido, porque le daba un regalo cuando era la segunda vez que lo veía. De seguro aquel regalo era para otra persona y no lo pudo entregar.

- no es para mi verdad? O sea, pensabas dárselo a otra persona – miró la forma extraña que tenia.

- la verdad es que... no, no es así. Solo ábrelo – Chinen no muy convencido se disponía abrirlo aun pensando que aquel regalo no era para el

- Yuri... - miraron en la dirección de aquel que llamaba al menor – acaso tu...

- ¿qué haces aquí? - preguntó poniéndose de pie – que acaso no entiendes, porque... porque no me deja en paz.

- no Yuri no me hagas esto...

- ¿qué no te haga esto? Acaso no recuerdas el daño que me hiciste hace un año cuando... - empuño su mano – cuando tu y... - no podía seguir hablando. Recordar aquello justo el día de su cumpleaños era doloroso.

- Yuri no... - quiso acercarse para abrazarlo pero un cuerpo delante de él se lo impidió

- por favor – el alto protegía al menor que había comenzado a llorar

- ¿tu quién eres? Esto no es asunto tuyo, hazte a un lado, tengo que hablar con él – pero el mayor no se movía de donde estaba

- el es mi novio – los dos se quedaron en silencio al escuchar las palabras del menor – paso mi cumpleaños con mi novio – Takaki volteó a mirarlo pero el menor no lo miraba, su vista estaba fija en el otro – ya olvídate de lo que paso quieres? Acaso no eres feliz con Yuto? - Keito no decía nada – vámonos Yuya – se fueron juntos tomados de la mano, ninguno de los dos volteo a mirar a Keito que aun seguía de pie con la mirada perdida.

- espera... - se detuvo el mayor que aun estaba tomado de la mano con el menor – te parece si vamos a otro parque? Te gustaría tomar un helado y hablar del clima? - el menor río por la torpeza del otro

- no crees que hace un poco de frío para tomar helado? Y el clima... el clima esta frío y creo que pronto lloverá así que no seria buena idea ir a un parque – volteó para mirarlo pero no era capaz de levantar la vista. El mayor tomó su rostro entre sus manos.

- si quieres llorar puedes hacerlo – le dijo regalándole una sonrisa

- no, esta bien así – no quería llorar frente a un desconocido, aunque sabia su nombre seguía siendo un desconocido no?

Comenzó a llover, el mayor sin pensarlo tomó de su mano y salieron corriendo para refugiarse de la lluvia. Ahora bajo un techo de una tienda cerrada descansaban esperando a que la lluvia cesara. El menor recordó el regalo que le había dado el otro. Aun lo tenía en una de sus manos. Se miraron y el mayor asintió diciéndole que lo abriera. Chinen lentamente fue retirando el papel medio mojado. Sus ojos brillaron al darse cuenta de que era la caja musical que antes había querido comprar.

- feliz cumpleaños – le volvió a decir el mayor – espero que te guste – le dijo sonrojado.

- gracias – lo abrazo sintiendo una vez mas esa sensación recorrer por su cuerpo. El mayor sentía lo mismo. Se separaron un poco solo para mirarse. Los dos sentían los acelerados latidos de sus corazones. Sus mejillas sonrojadas. El mayor se acercaba lentamente a sus labios sin dejar de mirarlo a los ojos. El menor no pudo más y termino de acortar la distancia entre ellos. Se besaban como si nunca volvieran a verse. No querían separarse del otro.

- hhmm – el mejor jadeo al sentir la lengua del otro adentrarse en su boca. Por la falta de aire se separaron – yo... - no sabia que decir

- quieres ser mi novio? - Chinen abría la boca para responder – no respondas – le dijo antes de volver a capturar sus labios sintiendo como el menor le respondía al instante

- si... si... - decía entre besos, sacándole una sonrisa al otro – pero... - pero? - no te conozco

- claro que me conoces, te dije mi nombre y ahora eres mi novio, con eso basta, no?

- si pero,

- pero nada – volvió a callarlo besándolo, el menor solo se dejó llevar. Por muy raro que se hayan dado las cosas entre ellos, ahora pensaba que su cumpleaños no podía ser mejor. Un cumpleaños raramente especial que no podría olvidar nunca. Cuando su corazón volvía a romperse por el recuerdo pasado pero que luego se volvían a unir las piezas para volver a palpitar, volver a la vida para latir por otra persona, por otra persona que pronto llegaría amar y que se quedaría con el para siempre.

Fin

Naru XD espero ansiosamente todo tu odio jajajaja!!