Inlove With The Wrong Person - Capitulo 5

Chinen caminaba por el patio de la escuela, había olvidado su almuerzo y moría de hambre. No tenía dinero para comprarse algo de comer así que no le quedaba de otra que esperar hasta la salida de clases. Se acercó a uno de los árboles cargando su espalda en el.

- ¡Yuri! – escuchó que lo llamaban, una voz demasiado familiar.

Veía como su hermano se acercaba cada vez más, estaba en problemas, no quería ni verle la cara menos hablar con él. Por eso esta mañana hizo un esfuerzo por levantarse más temprano y salir mucho antes de la hora habitual de casa. Rogaba para que algo pasara, que llegara un profesor o que le llegara un pelotazo en el rostro y así salir corriendo aprovechando el momento y perderlo de vista, y como si sus plegarias fueran escuchadas una chica se acercó a Ryutaro tomándolo posesivamente del brazo y a rastras se lo llevó.

Conocía a esa chica, era la delegada de la clase de su hermanastro y por lo que había visto una vez al parecer esa chica sentía cosas por Ryutaro.

Ryutaro miraba como se alejaba cada vez más de Yuri divisando una sonrisa en sus labios. Resopló molesto, quería hablar con él para arreglar sus problemas, pero algo le incomodó, un chico alto y de cabellera oscura se había acercado a su hermano tensándolo apenas le habló. Por desgracia no los pudo seguir mirando porque había entrado al edificio de la escuela.


Mientras Chinen disfrutaba como esa chica se llevaba a la fuerza a su querido hermanastro escuchó pasos acercarse.

- Chinen, ¿puedo hablar contigo? – para cuando se percató de la presencia de Inoo ya estaba todo sonrojado.

- Yo no… - no podía olvidar lo sucedido hace días atrás, había herido profundamente sus sentimientos aunque Inoo no sabía nada de lo que sentía por él.

- No te quitaré mucho tiempo, por favor – y cómo decirle que no cuando le hablaba de esa forma y mirarlo a los ojos le daba fuertes punzadas en el pecho, su corazón latía cada vez más rápido.

- Está bien – le dijo mientras se sentaba sobre el césped, levanto la vista y le indicó al mayor con un gesto de mano que se sentara a su lado.

- Lo que pasó el viernes… yo, lo siento – a Chinen le dolía escuchar esas palabras – sé que no debí, fue un impulso, yo… de verdad lo siento – terminó por decir con la vista baja. Chinen seguía en silencio y eso a Inoo le ponía los nervios de punta – me gustaría saber algo, me es vergonzoso preguntarlo, quizás pienses que estoy loco pero necesito saberlo – chinen comenzó a ponerse nervioso, si le preguntaba dónde había estado el sábado, que si acaso fue a la casa de Takaki o el por qué sus zapatillas estaban ahí, no sabría que mentira inventarle – lo que quiero saber es… - de lo nervioso que estaba comenzó a jugar con sus dedos – qué fue… ¿qué fue lo que sentiste?

- ¿Qué sentí? – preguntó sin haber entendido a que se refería.

- Si, que sentiste… cuando te di el beso – ahora si había entendido perfectamente a que se refería, sus mejillas se sonrojaron y escondió sus manos entre sus piernas mirando hacia otro punto.

- No lo sé, ¿tú que sentiste? – cruzaba los dedos esperanzado a que dijese algo bueno, apretando sus labios inconscientemente.

- Yo… fue extraño, no digo que no me haya gustado – dijo escondiendo también el rostro. Yuri sintió algo agradable en su pecho al escuchar eso – solo que fue contigo, somos amigos, nos llevamos bien, nunca debí besarte pero es que el ver a Daiki me hizo reaccionar así, quería ponerlo celoso pero solo se enfadó más conmigo, sé que ahora debe despreciarme más que antes porque – el mayor no dejaba de hablar y sus palabras eran como un puñal que se adentraba cada vez más profundo en su corazón.

- ¡Ya basta! – le gritó Yuri – ¡deja de hablar de él! – estaba celoso, ¿cómo podía Daiki ocupar todo su corazón? ¿No había espacio para él? - hablas mucho – dijo suavizando su voz, cuando Inoo se dio cuenta ya tenía al menor sentado sobre sus piernas y apretando sus labios contra los de él en un beso – lo siento, fue un impulso – se excusó al separarse, Inoo estaba en blanco – en realidad… no fue un impulso, yo, o sea tú… tú me gustas – cargó su frente en el pecho del mayor para esconder su rostro – me gustas de hace mucho – por fin se había declarado, Inoo no sabía que decirle, el menor necesitaba escuchar alguna respuesta, necesitaba que le dijera algo cualquier cosa pero que reaccionara.

- Yuri yo… - se aferró a su cuello y así no tener que verlo a la cara

- Solo una, dame solo una oportunidad… déjame estar a tu lado, haré que olvides a Daiki… déjame intentarlo, por favor – sentía como su cuello se humedecía, de seguro Chinen estaba llorando. Rodeó la cintura del menor con sus brazos, Yuri se sorprendió por la acción, le gustó sentir ese calor que le proporcionaban los brazos del mayor y esa fragancia impregnada en su cuello.

- Esto es de locos, no sé cómo reaccionar, yo no sé qué responderte – se acomodó en el regazo del mayor sentándose de lado y volvió a cargar la cabeza en su pecho.

- ¿Puedo quedarme un momento así? – le preguntó el menor, Inoo eso le pareció demasiado tierno

- Claro – sonrió.

Miraba el rostro tan dulce que tenía el menor al tener los ojos cerrados. El viento mecía su cabello, se veía tan adorable. Deseó tenerlo así por más tiempo.

Los minutos pasaban, no sabía cuánto tiempo llevaban ahí pero estaba seguro que más de diez, era agradable, el menor se removía en su regazo dejando sus labios a escasos centímetros de su cuello, podía escuchar su respiración acompasada y sentir ese aire tibio chocar con su piel. No lo podía creer, ¿acoso se había quedado dormido?
Le habló un par de veces obteniendo como respuesta tiernos quejidos. Se separó un poco para mirar su rostro “demasiado tierno” pensó. Desvió sus ojos a esos labios rosados, era como si pidieran a gritos ser besados, muy lentamente se fue acercando hasta que sus labios se juntaron. El menor entre sueños le respondió y aprovechándose movió sus labios, se estaba volviendo loco con esos tan dulces y suaves besos. Quería profundizarlo, acarició el cuello del durmiente que jadeó por el contacto e introdujo su lengua explorando esa cavidad cálida y húmeda.



Takaki caminaba tranquilamente por el patio de la escuela para llegar al otro edificio que se encontraba en frente, llevaba unos pendones a la sala de profesores junto con otro chico que era parte del equipo de basquetbol. Hablaban sobre los partidos que pronto tendrían con las demás escuelas de la región.

- Ey, ¿ese que no es Inoo? – le preguntó el chico a su lado apuntando con dificultad al tener los pendones entre los brazos. El alto miró en su dirección. Entre abrió los labios dejando los pendones caer al suelo, sus ojos completamente abiertos, sorprendido, enojado, celoso, muchas cosas estaba sintiendo en ese momento y como alma que se lleva el diablo se acercó, con pasos firmes y rápidos.

Sentía tremendas ganas de golpear a alguien, alguien que llevaba el nombre de Inoo Kei, su corazón acelerado, los puños cerrados amenazando con golpear a cualquiera que se atravesara en su camino impidiéndole llegar a su destino.



Escuchó pasos acercarse, pero estaba tan embobado con los labios de Yuri que no los tomó en cuenta. El menor entreabría los ojos sorprendiéndose por lo que estaba frente a él. No quería alejarse pero necesitaba hacerlo, le faltaba el aire. Pero no fue necesario hacerlo ya que un fuerte agarre y jalón en su brazo izquierdo lo separó de aquel cuerpo poniéndolo inmediatamente de pie.

- ¡¿Qué creen que hacen?!

Siguiente