Holaaaaa~ -0- puse tooooooodo mi esfuerzo por escribir este capitulo porque ganas de hacerlo no tenia, pero la Mymi estaba no sé que por leer algo mio. Saludos a todos y espero que les guste X'D.
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Los dos se miraban sorprendidos. Cuando por fin creían haberse olvidado el uno del otro el destino los vuelve a juntar de esta manera. Daiki sentía tremendas ganas de lanzarse sobre él y golpearlo para que supiera cuánto daño le habían hecho sus acciones y palabras.
Los dos sin darse cuenta eran arrastrados por el tío del mayor a otro salón donde en había un piano y tendrían mas privacidad.

- Bueno, los dejo. Inoo instruye bien a chico y ten paciencia – dijo su tío antes de salir del salón para volver con la chica.

Daiki no quiso darle más vueltas al asunto, dio un paso al frente, el mayor pensó que se le acercaría con el fin de darle un golpeo pero no fue así. Pasó por su lado dirigiéndose al piano que se encontraba a escasos pasos de ellos tomando asiento.

- ¿No piensa comenzar con la clase? - Kei lo miraba expectante por sus reacciones y en circunstancias como esta era lo que menos se esperaba de él.

Con inquietud se acercó y tomó asiento a su lado. Daiki sacó unas partituras que tenía en una carpeta y las dejó en el atril.

- Esa partitura no es tan simple - sin olvidar a quien tenía a un lado no quitó la vista de las notas musicales que se veían complejas en el pentagrama, claro que para él no lo era, llevaba años tocando piano y leyendo partituras pero aseguraba que el menor no, pues cuando lo conoció nunca hablaron de eso.

- Su tío dijo que debía practicarla y como no tengo manera de hacerlo en casa vengo aquí - lo trató como un completo desconocido y con respeto, con un respeto que no merecía, pero no era un buen lugar para hacer un escándalo.

- Ah... - solo observó al menor como se concentraba para tocar. Miró sus manos, sus dedos estaban temblorosos y sus mejillas sonrojadas. Nervioso con su presencia quizás - Daiki - llamó su atención pero no tenía nada que decirle, simplemente ese nombre salió de sus labios sin siquiera pensarlo. ¿Hace cuánto no se veían? Sonrió sin darse cuenta causándole un sonrojo - esta partitura es muy difícil, ¿cuánto tiempo llevas en esto?

- Seis meses

- Seis meses no es suficiente para tocar esta partitura - se burló de él y se molestó pero no le daría tregua, no valía la pena hacerlo.

- Entonces enséñeme algo - dijo con molestia, se le hacía mejor hacerlo enfadar, volverlo a humillar así no se volverían a ver - si no tiene nada que enseñarme entonces déjeme practicar esta.

Tocó lento y pausado. En sí la partitura era difícil pero había que reconocer que le ponía empeño. Una melodía que no valía la pena escuchar, no tenía el ritmo requerido, innumerables fallas y muy lento. Eso era algo normal en todo principiante pero a él no le gustaba. Aburrido de escucharlo tomó las hojas lanzándolas al aire.

- Eso es basura, no es necesaria. No estés tenso, debes tocar con fluidez y relájate mientras lo hagas. No le tomes atención a lo que está a tu alrededor, solo concéntrate en darle vida a la melodía - sus dedos comenzaron a moverse sobre las teclas, enseñándole así una melodía que él ahora debía tocar.

Tomó sus manos notándolas aun temblorosas y las posicionó sobre las teclas.

- Muévelas conmigo - le dijo antes de comenzar a tocar - relájate.

Embonado lo miraba como sus ojos estaban concentrados en lo que debía seguir. La primera vez que vio a Daiki le pareció un chico lindo, nunca tuvo planes de besarlo esa tarde, pero como negarse a esos labios tan deseosos y esos ojos que le pedían que no dejara de mirarlo. Como negarse a esa piel tan suave, a ese cuerpo delgado y frágil pero había cambiado, ahora sus labios se veían aun más sabrosos y esa piel que exponía al tener unos botones de la camisa desabrochados, tan blanca, tan...

- Profesor - lo interrumpió el menor al darse cuenta en la forma que lo miraba - ¿sucede algo?

- No - respondió no tan seguro - escribiré una partitura para que la practiques - se puso de pie y salió del salón.

- Maldición - susurró el menor después de que Inoo dejara el lugar – ¿por qué tenía que volver a verte? - sostuvo su cabeza con sus manos un buen rato mientras esperaba a que llegase. Respiró profundamente tratando de despejar su mente y dejar salir esa frustración que se había acumulado en su pecho al verlo.

Le dolía el pecho, le dolía de la misma forma que aquel día. Los recuerdos volvían a su mente, recuerdos que pensó haber olvidado.

Inoo no sabía qué hacer, estaba seguro que no sentía nada por él más que deseo por tocarlo. Después de unos minutos volvió al salón con unas hojas encontrándoselo practicando parte de la melodía. Daiki prefirió no tomarle atención y siguió con lo suyo.

- ¿Por qué no dejas ésta escuela? - le sugirió el mayor - yo podría enseñarte piano y no tendrías que darme dinero por eso - todo lo decía con una sonrisa.

- ¿Por qué querría aceptar eso?

- Porque sé que es muy costosa - dijo acercándose - en mi departamento tengo un piano, podrías practicar todos los días si quieres y te instruiría muy bien - no era mala idea, pero no todo era tan fácil, algún precio tendría que dar.

- Pero no todo es gratis ¿verdad? ¿Qué pides a cambio?

El mayor se le acercó aun más y rápidamente lo besó para así no recibir ninguna protesta. Daiki se congeló y solo abrió los ojos. No quería separarse. Maldecía al menor por tener unos labios tan deseables como para no querer separarse de ellos. Lo sostuvo de la nuca aunque recibía fuertes golpes en el pecho. Se preguntaba cómo era que no sentía lo mismo cuando besaba a su novia, o a esas incontables chicas con las cuales pasaba el rato cada que se iba de fiesta. Lo dejó cuando sintió que el aire le hacía falta y lo miró a los ojos.

- Solo pido esto - susurró sobre sus labios.

Molesto se puso de pie empujándolo por los hombros, quitándole el equilibrio. Tomó sus cosas y salió corriendo de ahí dejando al mayor con una amplia sonrisa en los labios y lamiéndolos aun sintiendo esa suave sensación al besarlo.

Ambas chicas con las que había tropezado horas antes se le acercaron para reclamarle y causarle problemas, pero iba tan molesto, con la sangre hirviéndole por dentro y los puños apretados, que se abrió paso entre ellas tirando a ambas al piso sin importarle si se habían hecho daño.

Sin alumno a quien enseñarle, Kei se fue a su departamento para tomar un relajante baño, ver televisión e irse a dormir.

Daiki meditó una y otra vez la propuesta del mayor. Al principio le pareció algo sumamente estúpido ya que se sintió humillado pero ahora que lo pensaba bien no le era mala idea, pero tampoco buena. Ya lo había humillado una vez y al parecer ahora quería hacerlo otra vez. Escondió la cabeza bajo la almohada pensado y pensando.

- ¡Claro! - dijo levantando la cabeza. Buscó su celular dentro de su bolso que se encontraba tirado en el piso. Al hallarlo buscó un número en su agenda y marcó.

'¿Keito?'
'¿recuerdas al chico del que te hablé una vez?'

Y se quedó hablando por lo menos media hora con su amigo.

Eran las 11pm y su celular interrumpió su sueño. Con pesadez estiró el brazo para alcanzarlo sobre el velador a su izquierda.

'¿Si?'
'¿Inoo?' Esa voz le era tan familiar.
'Si, con el' Se acomodó sobre el respaldo de la cama y miró por la ventana.
'sobre la propuesta de esta tarde... acepto' Estaba nervioso pero mientras hablaba tenía en una de sus manos un peluche con forma de tortuga (regalo de su hermano) estrangulándolo para calmarse.
'¿Arioka?' Tres segundos de silencio y continuó 'no sabía que aun conservaras mi número' Sonrió al imaginar qué tipo de expresión tendría el otro.
'eso no tiene importancia. Y bien, ¿aun está en pie lo de esta tarde?'
'claro, ¿tienes dónde anotar la dirección?'

Luego de anotar su dirección dio un cortante 'hasta mañana' y colgó dejando a Kei con las palabras en la boca.

Esa noche ninguno de los dos pudo conciliar bien el sueño. Daiki se durmió en la mayoría de las clases sufriendo de los llamados de atención de cada profesor y tener que ayudar a uno de ellos a llevar las guías.
Por fin el día de clases terminó y pudo estirar sus piernas y relajarse. Guardó sus cosas y caminó tranquilamente hasta la salida de la escuela. Miraba a uno que otro chico correr, otros aun sin poder irse por los talleres de la tarde. Agradecía poder librarse de aquellos obligatorios talleres. Pasó por fuera de los baños cuando alguien lo haló del brazo, ingresando a los baños.

- ¿Ryosuke? - miraba la sonrisa traviesa del menor.

- ¿te vas? - soltó su mano para abrazarlo del cuello.

- S–si, tengo que hacer algunas... - se sonrojó al sentir la respiración del menor tan cerca.

Rozaron sus labios y se besaron lentamente, acostumbrándose a esa extraña sensación que sentían cada que lo hacían. Daiki lo acercó a su cuerpo al abrazarlo de la cintura. Hace dos meses habían comenzado salir, Ryosuke era muy atento y cariñoso, aun le costaba acostumbrarse a la cercanía que a veces tenían.

Se besaron con tanta pasión, sumidos en lo que hacían y sentían que no escucharon la puerta abrirse.

- Daiki - se separaron asustados, pero por suerte solo era su amigo. Los dos sonrojados se miraron de reojo.

- Bueno, debo volver, nos vemos más tarde - dijo Ryosuke y salió de los baños.

- Deberías tener más cuidado, ¿qué tal si no hubiera sido yo el que entrase? - le reprochó su amigo - ¿ya te vas?

- sí, debo irme ahora o se me hará tarde.

Ambos se miraron con complicidad. Keito sin evitar sonreír al igual que Daiki. Se despidieron y el mayor se encaminó hasta la parada del autobús.



El beso se intensificaba cada vez más subiéndoles la temperatura, sobre todo al pelinegro que introdujo sus manos bajo la polera de la chica. Se asustó y se separó de él tan rápido como pudo.

- Inoo ya hablamos de esto - le dijo poniéndose de pie para caminar hasta su bolso que se encontraba en el otro sofá. El mayor no dijo nada limitándose a solo mirarla - ¿nos vemos mañana?

- Claro - con esfuerzo le sonrió y se puso de pie para acompañarla hasta la puerta.

Se despidieron con un beso y un 'te amo' que estaba más que claro que Inoo no sentía. Las cosas que él deseaba no funcionaban con ella, siempre se rehusaba a llegar más allá, pero tenía que conseguirla, tenía que hacerla suya. Aun de pie apoyado en el marco de la puerta la observó dirigirse hasta el ascensor. Al abrirse las puertas se sorprendió al ver a Daiki salir de ahí.

Cruzaron miradas pero ninguno sabiendo quien era el otro, no tomándole importancia a ese encuentro.

Buscó el número 805 en las puertas hasta dar con él. Su corazón se aceleró un poco al verlo de pie mientras lo miraba pensando que lo estaba esperando. Se le acercó. El mayor se hizo a un lado para que entrase.

- ¿Te costo llegar? - dijo cerrando la puerta.

- No - observaba cada una de las cosas que tenía en el departamento. Estaba boquiabierto al ver lo amplio que era, de seguro muy costoso como para tener uno el también.

Dejando su bolso en el sofá se acercó aun mas al gran ventanal que había con vista a la cuidad dejándolo embobado.
Estaba inundándose en su asombro pensando en la suerte que tenía Inoo al tener una familia que pagaba todos sus caprichos. Esperaba algún día tener un departamento como aquel y llenarse de lujos como lo hacia el mayor.
No sé percató de la presencia a sus espaldas hasta sentir unas manos adentrarse por debajo de su camisa, tocando su abdomen y suaves labios besar su cuello. Se sobresaltó aunque le había gustado se giró quedando muy cerca su rostro de aquel que ahora lo tenía preso entre la baranda del balcón.

Se miraban fijamente mientras el viento removía sus cabellos. Aun pensaba que todo aquello era una estupidez, que no debió dejar la escuela de música para que un insensible le enseñase piano. Era irónico que un tipo así le quisiese enseñar sentimientos en las notas cuando él siquiera los tenía al ser tan cruel.

Lo vio acercarse una vez más pero con dos dedos depositados en sus labios lo alejó.

- Primero las clases - le dijo con el seño fruncido y se zafó de su abrazo dirigiéndose al piano.

Maldecía por sus adentros, su novia lo había dejado con las ganas (como siempre) y Daiki no estaba dispuesto a apagar ese fuego en su interior, no sin antes darle clases. Lo único que le quedaba era esperar el pasar de las horas.

- ¿Qué me enseñaras primero? - se detuvo al frente de él mirándolo acariciar las teclas con pasión. Algo había cambiado, este Daiki no era el mismo del día anterior y el que una vez conoció. Su actitud era más sería y ya no se veía para nada nervioso, los dedos no le temblaban y parecía respirar normal.

Bueno, si se comportaba así sería lo mejor para él, le beneficiaría mucho pues podría jugar con él cuantas veces quisiera, pero aun así no dejaba de pensar si Daiki aun sentía un cariño especial y único, el mismo cariño que le dio aquel día.

Se dirigió a un pequeño baúl y sacó varias hojas, algunas amarillas por el pasar de los años.

Lo miró fijándose en su espalda, no podía asegurar si había dejado de quererlo pero sí que intentaba por todos los medios de no caer una vez más en su encanto. Había tantas hojas en sus manos que por curiosidad se le acercó y tomó una de ellas.

- Quiero escucharte tocar esta - Kei miró la partitura y se la arrebató.

- Todo tiene un precio - sonrió para sus adentros, se divertía mucho con él y con cada expresión que hacía.

- Entonces olvídalo - molesto le quitó la hoja y la dejó en el baúl - ya enséñame algo que para eso vine - con pesadez volvió al banquillo pero antes que tomara asiento unas manos en sus caderas lo detuvieron y empujado un poco hacia adelante - pero qué...

Ahora estaba sentado sobre las piernas del pelinegro que lo abrazaba de la cintura apegándolo más a su cuerpo. Trató de pararse pero no se le fue permitido. Su corazón ya acelerado, sus manos una vez más temblorosas las escondió entre sus piernas observando como Kei depositaba las hojas en el atril, las mismas que antes él había tenido entre sus manos y le había pedido que tocara.

- Tocare esto para ti - comenzó a tocar. Le parecía algo tan hermoso, la melodía, sus dedos al moverse sobre las teclas. Con la calma que tocaba y sintiendo su respiración tan cerca de su cuello. Podría ser un momento relajante si no fuera porque estaba incomodo sentado sobre sus piernas y escuchar esos suspiros en su oído no ayudaba mucho.

De un momento a otro cerró los ojos al sentir unos suaves labios deslizarse por su piel, Kei aun seguía tocando pero su boca no hacía otra cosa que besarle el cuello. Ya desconcentrado en lo que tocaba acercó lentamente las manos al abdomen del menor, introduciéndolas bajo su camisa y acariciar esa piel, una tan suave que no recordaba haber tocado nunca antes.
Perdido en sus caricias volteó un poco para tomar sus labios. Le encantaban sus labios, le hacían olvidar todo incluso al novio que en esos momentos estaba engañando, se consideraba la peor persona del mundo pero toda la culpa se la echaba a Inoo Kei, el que le rompió el corazón y lo hizo ser más frío.

'Mmmm Daiki no lo sé, no es muy buena idea, pero sé que aunque te diga que no lo hagas terminaras haciéndolo, solo te aconsejo que no te dejes llevar, puedes salir muy lastimado incluso más que en el pasado y eso ya será tu culpa. Si quieres juega con él pero no dejes que entre más hondo en ti, sino estarás perdido'

Se separó bruscamente de él y lo miró. Se maldecía un millón de veces por olvidar la conversación que había tenido con su amigo. Disimuladamente se puso de pie y se acercó al baúl.

- ¿Cuál me enseñaras primero? - Kei lo miró de una forma que cualquiera pensaría que quería asesinarlo. Sin querer darse por vencido se le acercó abrazándolo por la espalda - no Kei, ya te pagué por adelantado ahora quiero mis clases.

- Eso solo fue un simple beso - se quejó soltándolo y haciendo gestos con los brazos.

- Pues no especificaste cual era el pago, solo me besaste - ambos se miraban molestos - bien si no quieres nadie te obliga, retomaré las clases en la escuela de música - se acercó a su bolso con intenciones de irse cuando la mano del mayor lo detuvo.

- Está bien, lo haré - Daiki sonrió para sus adentros y volvió al piano.

Las horas pasaban y Kei lo instruía en la partitura que trataba de tocar, reprochándole mil veces que debía coordinarse con los pedales. Y así se la pasaron, Daiki aguantando los momentos de malhumor de Kei. Por eso no le gustaba enseñar, no tenía paciencia con nadie y nunca la tuvo.

Quería un respiro. Kei era muy estricto con él y necesitaba refrescarse un poco para calmarse. Se encerró en el baño mojando su rostro para mirarse al espejo. Sonriéndole sin ganas a su reflejo.

Inoo estaba en la cocina tomando un poco de jugo cuando el sonido de una musiquita le llamó la atención. Deduciendo de donde provenía se acercó al sofá, mirando el bolso que se hallaba ahí. Miró hacia la dirección del baño esperando que Daiki no haya escuchado y fuese a salir, y abrió el bolso buscando su celular. Al encontrarlo lo miró sin inmutarse a leer el mensaje que le había llegado.

"Dai-chan a qué hora llegaras? En dónde estás? -3- ... estoy aburrido~ te necesito"

Atónito y sin saber cómo explicar cómo se sentía pensaba de quien sería el mensaje "Ryosuke" era el remitente, pero ¿quién demonios era?
Escuchó la puerta del baño abrirse, saliendo de el un Daiki con el cabello un poco mojado al igual que la camisa, dejando translucir su piel. Como deseaba volver a tocarlo y quitarle aquella prenda que solo molestaba.

- ¿Qué haces con mi celular? - dijo sacándolo de sus cavilaciones.

- ¿Quién es Ryosuke? - aquella pregunta lo sorprendió, se acercó para arrebatarle el celular pero Kei lo mantuvo en lo alto de su mano - ¿quién es? - pero no estaba dispuesto a responder - es... tu ¿novio?

- Eso no te interesa, no te metas en mi vida privada - molesto le dio un leve golpe en el estomago y le quitó el celular - gracias por las clases, nos vemos mañana.

Salió del departamento a paso rápido. Odiaba que se metieran en sus cosas. Mientras bajaba por el ascensor reviso el celular, leyó el último mensaje y recargó su cabeza en el muro. Lo había leído, había leído su mensaje. Suspiró frustrado y salió completamente del edificio sacando su ipod para tratar de no pensar en nada.

- Ryosuke... - sonrió con malicia - no será necesario escucharlo de tus labios, lo sabré de todas formas. Ay Daiki, por qué será que llamas tanto mi atención como para no querer alejarte y dejar de sentirme extraño.

No despegó la vista del piano, esperando que ese 'mañana' pronto llegara.

16 comentarios:

Chiharu dijo...

>O< como lo amee yuuki eres genial sabias? bueno ya.. no te escribo mas porque me estan echando del ordenador ¬¬

kissuuu~♥

x_narradoras_x dijo...

xOx esta genial°°°!
arigatooo
hontoooni arigatoo! nwn

Satommy dijo...

Y yo tambien espero que ese mañana llegue pronto XD
Eh~ La novia de Inoo... Lo hace sufrir de la forma
mas cruel que puede jajajaja y como el otro es un ehm...
¿como se dice? ¿ninfomano? ya bueno, eso, le duele mas
Yamada ;_; por primera vez leo que el es el engañado jajaja
siempre lo engañan a el~ pero es raro que no haya Yuto...
Uhm, Keito, yo me quedo con el [?] Y... y...
¿Que piensa hacer Inoo con Yamada? ¿O no hara nada?
Deni, ya te lo dije, pero de nuevo, gracias!!!!!
*es feliz*

Satommy dijo...

Lol~ tenia que poner "Yamada siempre es el que engaña"
Mi cerebro sigue volando, no logro encajar ideas jajaja

Unknown dijo...

adasdadadadaadsadaaddsfasfasdfafaf
necesitaba algo que leer *---* ohhh Yuuki, como puedes escribir tantas cosas y no volverte loca?
asdasda Inoo... Daiki... ASCHDSVAADA -se vuelve loca- ♥
Yo también espero con ansias ese mañana *¬* pianoo~~~ SUFRE RYOSUKEEE ASCDSBVA X'DDD
Yuuki, te amo *o*

AmiS dijo...

wooowww..!!!
esperaba una continuacion tuya, yuuki!!
ta muy bueno....cuidate!

Carol~ dijo...

Si no estoy mal me leí este cap unas 5 veces antes de comentarlo y es que KYYAAA, estoy super emocionada, tenía mucho rato de no revisar tu blog y no sabía si habías actializado.

Creo que es el mañana que más larga se hará su espera XD

Mymi gracias por haber presionado a Yukki de que publicara algo.

y es que inoo de playboy promiscuo es tan *O*
y cuanta resistencia podrá poner daiki lol

con esto mi jueves termina más que bien :)
Gracias Yuuki

Ayaa dijo...

dios *---*
quiero más!! que bueno esta este fic Yuuki!!
ya extrañaba muuuuuucho tus fics ;O;
que bueno que has publicado de nuevo *---*

AtZiN dijo...

hi chica linda me quede con la boca abierta, realmente me gusto mucho, gracias por el cap.
inoo me encanta de maldito siiiiii jeje XD

Quiero pronto una continuación por favor.

Anónimo dijo...

por favor escribe la continuacion (L)_(L) amo esta historia u.u
gracias por ser tan buena bye bye

Anónimo dijo...

gracias por esta historia. es genial
espero ansiosamente la continuacion *-*

Unknown dijo...

por favor

kontiii ke me muerooo!!!!

Akari Yamada dijo...

conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti conti

Anónimo dijo...

esta rekebueno
CONTI CONTI CONTI!!!
gracias x la historia me encanta
CoNTI!CONTI!

Dark May dijo...

quiero continuación!! TT0TT
se quedo en un momento tan interesante, los planes de inoochan kekeke~~ =v=)~~

Genial cap! :)

Yuumhi dijo...

OMG!CONTIIII! porque sera q siempre me traes loca con tus fics? asdas

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